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¿Existieron árboles gigantes en la antigüedad de nuestro mundo? Seguidamente enseñaremos una hipotesis que sostiene en que en la antigüedad, pudieron haber existido árboles de bastantes kilómetros de altitud..

Todos hemos conocido en nuestra infancia las viejas historias de castillos pueblos de princesas y mazmorras. Esas historias, nos lo contaban en pequeñas aulas del colegio, y además nuestros padres nos las leían a la luz de lámparas nocturnas, sentados en el borde de nuestra cama, para dormirnos.

Se trataba de historias dónde los héroes eran personajes fantásticos, que vivían en un entorno sobre dimensionado dónde reinaban gigantes.

Si los autores de esos viejos cuentos deslizaban en su relato una lección moral ejemplar, lleno de bravura y de emociones caballerescos.. ¿Cuál seria del fondo legendario?

Esas historias, conocemos, se inspiraban a veces en mitos de en el pasado, de viejos escritos sánscritos, pero además de la biblia que nos trata de un tiempo dónde los gigantes vivían sobre la tierra…

En los cuentos de hadas, los gigantes están casi continuamente en posesión de tesoros tecno-magícos o bien de misterios que ellos guardaban celosamente. Nos acordamos de “Jack y la Habichuela Mágica”, adaptado para el cine, donde el héroe debido a una sencillo habichuela hacía crecer un árbol gigante.

Y, después, escalando este árbol hasta la cuspide, Jack descubre una tierra sin identificar poblada por un ogro. En el curso de esta épica, él le robará sus tesoros. Este Jack es a veces comparado con aquel otro Jack, asesino de gigantes, quien en el tiempo del soberano Arturo usa ardides para vencerlos.

Queda en definir la razón por la cual esos gigantes continuamente son perjudiciales. En efecto, según ciertos expertos, estos mitos, que pasan por historias de no dormir, tendrían sus raíces en el interior de una memoria colectiva, guardián de una historia oculta de nuestro planeta.

Se trataría de recuerdos que pertenecen al inconsciente colectivo, y que se manifestaría al planeta a veces por intermedio de personas capaces de entenerlos y transmitirlos en forma de fábulas.

Utilizando parábolas, con la excusa de cuentos para niños, nos hablan de un planeta que en el pasado era distinto. Relatos que empiezan por: ” había una vez…” un termino que contrariamente a lo que pueda parecer, establecía nitidamente la realidad que era desvelada en el transcurso de la descripción.

¿La historia olvidada de la tierra habría nacido así en el interior de la mente de varios autores inspirados? Philip K. Dick, celebre creador de ciencia ficción trata de “recuerdos recuperados”, testificando que sus obras de ficción eran autenticos, surgidas de sueños sepultados en su subconsciente.

¿Un planeta fabuloso, anterior al nuestro, poblado por gigantes y de arquitecturas grandiosas podría haber sido destruidos en la medida que hayamos perdido no únicamente el recuerdo, sino además el rastro del cual no quedaría nada más que la descripción épica de nuestras mitos?

Varios expertos han reconocido esta probabilidad. Memoro mi sorpresa leyendo por vez primera la teoría según la cual algunas montañas y diferentes grandes rocas del planeta parecían zonas vitrificados que pertenecen a otra era.

Robert Charroux hace referencia a esto con varios argumentos fotográficos en uno de sus libros. El asunto que debemos considerar por lo tanto es: ¿Cómo tales obras de rocas y de piedras elevadas han podido ser petrificados y/o vitrificadas?

Expertos confirman que son gigantes los que han edificado esos monumentos. Las leyendas nos dicen en efecto que dioses-gigantes han destruido metrópolis y fortalezas, y que disponían en esa era de múltiples armas temibles capaces de realizar fundir la roca misma.

Preguntando a varios amigos sobre el asunto de los gigantes, me he dado narra que la mayor parte de ellos en un instante aceptaría el plan de sus existencias en una primera historia lejana y olvidada.

Fuera de los monumentos antiguos importantes del arte del gigantismo arquitectónico y de los cuales desconocemos incluso el modo de fabricación y de edificación, como como ejemplo las pirámides, los expertos de la verdad, estiman que hay diferentes indicios atestiguando que la tierra presenta pruebas que testifican las obras de los gigantes, y además de un entorno terrestre adaptado a sus medidas.

Hay en torno de la Tierra formaciones rocosas que los geólogos consideran como totalmente naturales, pero que los aspectos estructurales muy particulares nos recuerdan extrañamente a formas que nos son muy familiares, como árboles gigantes.

En concreto, la estructura llamada “Devil´s Tower” (Torre del Diablo) que domina el valle del estado de Wyoming, en Estados Unidos, ofreciendo un panorama grandiosa a la vista de todo visitante y viajero sobre la ya legendaria carretera 66.

Al visualizarlo de en las proximidades, con alma abierto, esta montaña, aparentemente formada por rocas ígneas, se parece mucho a un tronco de un árbol gigante petrificado. Su apariencia no usual a dado nacimiento a múltiples mitos. En realidad en 1977, «la torre del diablo” fue utilizada para el panorama final de la película “Encuentros en la tercera fase” de Steven Spielberg.

Varios pensaban que se trataba de una obra imaginaria del realizador para su pelicula, como habia sido el “Big Thunder Mountain” en Disneyland, concebido para una celebre atracción de montañas rusas, o bien la roca del parque “Des Buttes-Chaumont” en Paris, o además la gran roca del “Zoo de Vincennes”, las cuales son completamente artificiales.

La Torre del Diablo en Wyoming hay de verdad, para los que aun lo desconfían.

Se hizo una sucesión de teoría sobre esta formación geológica extraordinaria. En el interior del circulo investigador oficial, “Devils Tower” seria un lacolito, resultado del surgimiento de magma proveniente de las profundidades de la corteza terrestre…

Para los buscadores de la verdad, esta explicación es difícilmente aceptable, por la sencillo razón que las emisiones de lava no presentan nunca la apariencia “geofísica” que observamos con la “torre del Diablo”.

Es cierto además que la torre nos hace imaginarla como el tronco de un árbol gigante, que habría sido cortado cuidadosamente con la auxilio de una sierra. Eso significa que el leñador debió ser enorme.

Lo que sorprende , son esos surcos verticales con ángulos regulares. edificados como columnas gigantes, que aparentan extenderse en formación con una geometría organizada, donde repentinamente se detiene con una parte superior plana.

¿Cómo aclarar que podemos localizar sobre la superficie plana tales formas geométricas ? La contestación usual que la ciencia nos da es la siguiente: la naturaleza utiliza de forma universal estas formas para edificar estas obras de arte.

Por Alejandro