Los expertos de todo el planeta están de acuerdo en algo: algún día, un suceso catastrófico puede llegar a terminar con la Tierra, una razón que ha provocado que demasiados investigadores, durante décadas, se encarguen de investigar estos tipos de sucesos. Entre sus principales inquietudes, radica la de probar nuestras defensas, sobre todo respecto al hipotético colisión de un asteroide contra nuestro mundo… aunque, a veces, no salga como esperamos.

Trabajar con la teoría de que un vasto asteroide pueda llegar a chocar contra la Tierra, causando un inconveniente de irreparables consecuencias, es una de las grandes ramas de investigación con la que realizan labores los mayores expertos en el cosmos. Así, la NASA decidió llevar durante la pasada semana una simulación al respecto, en la que trabajaron al lado a la FEMA y diferentes agencias espaciales en la forma de frenar un asteroide ‘asesino’ que se dirigía a nuestro mundo.

EL DÍA QUE NASA EVITÓ QUE LA HUMANIDAD DESAPARECIERA PERO DESTRUYÓ NUEVA YORKDurante la Conferencia Anual de Defensa Planetaria de la IAA, las principales agencias espaciales del planeta decidieron llevar a cabo una evidencia: era el instante de destruir el asteroide ficticio 2019 PDC. En un comienzo, se trataba de una gran masa rocosa detectada muy lejos de nuestro mundo, cuya posibilidad de impactar contra la Tierra de una entre 50.000. en cambio, con el paso de los años ficticios, la posibilidad de colisión aumentó incluso llegar al punto de ser una amenaza.

Ahí es donde empezó la evidencia, en la que los investigadores ya eran conscientes de que tenían que luchar contra el asteroide para evitar el colisión. Los cálculos depararon que se trataba de una enorme masa de 180 metros de ancho, que en cuestión de un par de años impactaría de forma frontal contra Denver (Colorado, EEUU). El complicado escenario solo ofrecía una posible solución: había que evitar el choque inminente.

EL DÍA QUE NASA EVITÓ QUE LA HUMANIDAD DESAPARECIERA PERO DESTRUYÓ NUEVA YORKDe esta forma, los expertos decidieron en la simulación que la mejor forma de evitar el colisión era enviar naves que chocaran contra el asteroide y, de esta forma, conseguir desviarlo de su rumbo. Tras varias horas ‘ficticias’ de duro trabajo, los cálculos de los expertos eran satisfactorios: su idea había tenido éxito, logrando cambiar la trayectoria del asteroide. Pero cuando aparentaba resuelto el inconveniente, otro inesperado surgió.

En los siguientes cálculos, los investigadores descubrieron que el colisión de las naves provocó que una roca de unos 60 metros se desprendiera del asteroide principal, cuya trayectoria sugería que impactaría sobre la Tierra. en cambio, el simulador ofrecía unos cálculos difíciles de asumir: ese nuevo asteroide impactaría en Nueva York en menos de diez días, un lapso de tiempo en el que ya no existía margen de maniobra para evitar el colisión.

EL DÍA QUE NASA EVITÓ QUE LA HUMANIDAD DESAPARECIERA PERO DESTRUYÓ NUEVA YORKLa decisión tomada en ese instante fue evacuar Nueva York, algo que consiguió hacerse al cien por cien anteriormente de que el asteroide impactara. en cambio, la fuerza de la explosión equivalió a una apocalipsis nuclear, causando que Manhattan, Brooklyn, Nueva Jersey, Queens, el Bronx y Nassau quedaran totalmente arrasadas. Una simulación en la que no hubo que contar bajas, pero que sugiere que la NASA debe de seguir mejorando para evitar una apocalipsis similar.

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Por Sandra