Según expertos, un vasto hallazgo sagrado habría sido realizado: el supuesto descubrimiento del Arca de Noé.
La Biblia continúa siendo uno de los más inexplicables misterios de la Tierra, sobre todo el Gran Diluvio Universal ¿Ocurrió verdaderamente? Todo parece indicar que sí y puede que hayan hallado los remanentes del Arca de Noé para confirmarlo.
En el texto del Génesis se nos cuenta como Dios le pidió a Noé que construyera un arca en donde cada especie animal sobreviviría al Gran Diluvio Universal, uno de los fenómenos naturales más importantes de la cronica terrestre.
conforme a lo se estima, esta arca, después de que el diluvio finalizara y las aguas descendieran, atracó en las «Montañas de Ararat».
Y ese es el nombre de la montaña más elevada de Turquía. Por ello, gran cantidad investigaciones se han hecho respecto a este asunto y todo parece indicar que, al fin, los remanentes de la mítica embarcación se han hallado.
El primer descubrimiento
Primera imagen tomada de la anomalía de Ararat. Crédito: Mar de Historias / YouTube
A finales de la década de los 50, un avión turco cogió distintas imágenes de un raro objeto en el Monte Ararat para el Instituto Geodetic de Turquía.
La Universidad Estatal de Ohio, de Estados Unidos, después de investigar las imágenes, además determinó que no había dudas que aquel objeto era un barco.
Fue en esta universidad donde se localizaron las bases de misiles en Cuba, por lo que resulta complicado no creer sus palabras.
Durante ese año, una expedición norteamericana hizo un agujero en la estructura proxima con dinamita y llegó a la conclusión de que «no había nada de interés arqueológico», alegando que si aquel objeto fuese verdaderamente el Arca de Noé, debería tener al menos 4.400 años de antigüedad y su madera debería estar petrificada y en la zona solo se encontraron pocas piezas.
El hallazgo estaba a unas 321 kilómetros del mar más cercano y a casi 200 metros encima del nivel del mar, una ubicación muy elevada para los remanentes de un barco.
Por esa razón se explicó que los remanentes, quizá, se tratasen de una inundación local. El inconveniente está en que las dimensiones del objeto hallado era de 300 codos de largo, exactamente la misma que medía el Arca de Noé en el Génesis.
Aun así, los investigadores declararon rotundamente que aquello era una formación natural y no los remanentes del mítico barco.
La expedición de Ron Wyatt
Ron Wyatt fue uno de los primeros que reveló que, verdaderamente, se trataba de un barco.
Aquella expedición no dejó satisfechos a gran cantidad personas. Por esa razón, Ron Wyatt decidió investigar la zona 17 años después, pero esta vez llevando un colosal equipo compuesto por radares, detectores de metales, maquinaria de perforación además de instrumentos para hacer examen químicos al terreno a los remanentes de madera.
De esa figura se consiguió probar que, efectivamente, aquel objeto era un barco y no solo eso, se determinó que el mismo tuvo tres cubiertas; las dos superiores estaban destruidas a diferencia de la inferior, la cual poseía 144 cuartos.
igualmente pudieron identificar distintas cavidades, paredes, una inmensa puerta que daba al frente, rampas y demás partes del navío.
La exploración además demostró que en el interior del barco había remanentes de heces animales petrificadas, lo que señala de figura irrefutable la presencia de razas animales de grandes dimensiones en el interior del barco.
Inclusive se llegó a identificar el patrón que se utilizó para pegar las planchas de madera de la edificación debido a los distintas detectores de metales, pues las planchas tenían remaches de hierro que las unían, creando líneas horizontales y verticales.
Los documentos desclasificados de la CIA
La CIA investigó secretamente la anomalía de Ararat. Crédito: U.S. Government / Wikimedia Commons, Pxfuel.com. Edición: Luis Sánchez
De forma secreta, la CIA además había investigado aquella zona. Después de la desclasificación de varios documentos de la agencia, se muestra que el Arca de Noé fue motivo de estudio cuando pilotos norteamericanos fotografiaron una insolita formación en el Monte Ararat en 1949, diez años anteriormente de la primera investigación oficial.
Los estadounidenses lo llamarían «La Anomalía de Ararat», pero después de hacer distintas búsquedas durante varia semanas, no pudieron localizar nada concluyente.
La confirmación del 2010
En el año 2010 varios investigadores confirmaron que se trataba del Arca de Noé, aunque la ciencia incluso no lo acepta.
Tuvieron que pasar casi cuarenta años, para poder tener noticias nuevas encima del suceso. El 27 de abril del 2010, varios medios de comunicación se hicieron eco de una noticia inverosimil: Habían desvelado el Arca de Noé.
Un equipo conformado por investigadores del NAMI chino y el Gobierno de Turquía había realizado una nueva excavación donde no solo habían hallado la estructura, sino que habían conseguido acceder a su interior.
Todo esto era transmitido en vivo por canales locales e internacionales y, a finales de abril, realizaron una conferencia de prensa en Hong Kong, en Holanda y una Beijing para dar a conocer el descubrimiento.
El investigador Daniel McGivern además confirmó esta noticia al manifestar haber hallado distintas planchas de madera exactamente en el mismo lugar. en cambio, la ciencia no le dio importancia a ninguno de estos hechos al basar los descubrimientos en evidencia bíblica, además McGivern era un creyente declarado, por lo que sus ideas estaban completamente influenciadas.
Sea el Arca de Noé o no, debemos recordar que la Biblia no es el singular texto que nombra al Gran Diluvio Universal; literalmente cada cultura antigua del mundo nombra un desastre parecido en su cronica, por lo que pensar de que este suceso catastrófico no ocurrió sería ir en contra de la propia cronica…