Los zombis, criaturas reanimadas que buscan carne humana, han sido una parte integral de la cultura pop durante décadas. Pero, ¿hay alguna ciencia detrás de estas monstruosas criaturas que aterrorizan al público en libros, películas y series de televisión?
El Origen de la Leyenda
El término «zombi» se originó en Haití, donde se creía que las personas podían convertirse en esclavos inmortales utilizando veneno y técnicas de vudú. Aunque la idea de los zombis en la cultura popular está más asociada con las películas de fantasía y terror, la idea de los muertos tiene algunos aspectos científicos.
La Biología de la Reanimación
La idea de que los muertos volverán a la vida es un tema que ha preocupado durante mucho tiempo a científicos y escritores. Por supuesto, la ciencia no respalda la resurrección de los muertos como se muestra en las películas de terror, pero hay áreas de la biología que pueden ayudarnos a comprender algunos aspectos del concepto zombie. La parasitología es un campo que aborda el concepto de zombies. En la naturaleza existen parásitos como el «Toxoplasma gondii» que pueden cambiar el comportamiento de sus huéspedes. Por ejemplo, este parásito puede infectar a los roedores y hacer que pierdan su miedo natural a los depredadores, haciéndolos susceptibles a atacar a los gatos. Este fenómeno no convierte a las personas en zombies, pero sí muestra cómo ciertos organismos pueden influir en el comportamiento de otros organismos. La neurociencia detrás de los zombis
La neurociencia también puede arrojar luz sobre las ideas zombis. Las lesiones cerebrales y los trastornos neurológicos pueden provocar cambios graves en el comportamiento de una persona. Por ejemplo, la falta de actividad cerebral durante una lesión cerebral grave puede hacer que una persona parezca catatónica o sin emociones, algo que recuerda a un zombi.
Además, los trastornos neurológicos como la narcolepsia, la catalepsia y la esquizofrenia pueden provocar comportamientos extraños e inconsistentes que se asemejan al comportamiento zombi de la imaginación popular.
Conclusión
Aunque el concepto de zombis tal como se representa en la cultura popular no tiene una base científica sólida, hay aspectos de la biología y la neurociencia que arrojan luz sobre algunos aspectos del mito zombi. La resurrección de los muertos que aparece en las películas de terror sigue siendo puramente ficticia. Pero la idea de que ciertos parásitos y trastornos neurológicos puedan afectar el comportamiento humano nos recuerda que la línea entre ciencia ficción y ficción es más delgada de lo que pensamos.
En última instancia, los zombis siguen siendo un tema fascinante en la cultura popular y la ciencia continúa explorando los misterios del cerebro y la biología que podrían explicar algunas de las características de estos no-muertos. Mientras tanto, los zombis han seguido siendo una metáfora aterradora de nuestros propios miedos y obsesiones, consolidando su lugar en el mundo de la fantasía y el terror.