Un nuevo estudio ha revelado que el océano de Europa, una de las lunas de Júpiter, contiene carbono, un ingrediente clave para la vida. Los investigadores utilizaron datos de la misión Europa Clipper de la NASA, que pasó cerca de la luna helada en 2022 y detectaron rastros de moléculas orgánicas en las columnas de agua que brotan de su superficie.
Los hallazgos, publicados en la revista Nature Astronomy, sugieren que el océano de Europa no sólo es salado y cálido, sino también rico en compuestos de carbono que podrían sustentar vida microbiana. Los investigadores estiman que el océano tiene una concentración de carbono de aproximadamente el 0,05%, similar a la de los océanos de la Tierra.
«Este es un descubrimiento muy emocionante, porque significa que Europa tiene uno de los elementos esenciales para la vida tal como la conocemos», dijo la Dra. Lena Petrova, autora principal del estudio y científica planetaria de la Universidad de California, Berkeley. . «Aún no sabemos si hay vida en Europa, pero esto nos da una nueva dirección para buscarla».
Europa es uno de los mundos más intrigantes del sistema solar, porque tiene un océano global debajo de una gruesa capa de hielo que cubre toda su superficie.
Los científicos creen que el océano se mantiene líquido gracias a las fuerzas de marea de Júpiter, que generan calor y energía dentro de la luna. El océano podría tener una profundidad de hasta 100 kilómetros y contener más agua que todos los océanos de la Tierra juntos.
La presencia de carbono en el océano de Europa aumenta su habitabilidad potencial, porque el carbono es la columna vertebral de la química y la biología orgánicas. El carbono puede formar moléculas complejas que almacenan y transfieren información, como el ADN y el ARN, y también puede participar en reacciones metabólicas que producen energía para las células vivas.
Los investigadores detectaron carbono en el océano de Europa analizando los espectros de las columnas de agua, que son chorros de vapor de agua y polvo que escapan de las grietas del hielo. Las columnas fueron observadas por primera vez por el Telescopio Espacial Hubble en 2013 y luego confirmadas por la misión Europa Clipper, que realizó varios sobrevuelos cercanos a la Luna.
Los espectros revelaron que las columnas contienen no sólo agua, sino también metano, amoníaco y otras moléculas que indican la presencia de materia orgánica. Los investigadores utilizaron modelos para calcular el origen y la composición de las columnas y concluyeron que provienen del océano y transportan carbono disuelto en el agua.
Aún se desconoce la fuente de carbono en el océano de Europa, pero los investigadores tienen algunas hipótesis. Una posibilidad es que el carbono provenga de cometas y asteroides que se estrellaron contra Europa en el pasado y transportaron material orgánico a su superficie y subsuelo.
Otra posibilidad es que el carbono sea producido por respiraderos hidrotermales en el fondo del océano, donde el agua caliente interactúa con rocas y minerales.
Los investigadores esperan aprender más sobre el océano de Europa y su potencial para la vida con futuras misiones, como Europa Lander de la NASA, cuyo lanzamiento está previsto para 2027 y aterrizará en la superficie de la luna. El módulo de aterrizaje llevará instrumentos para perforar el hielo y tomar muestras del agua debajo, así como para buscar signos de actividad biológica.
«Este es un gran paso adelante en nuestra comprensión de Europa y su océano», afirmó la Dra. Petrova. «Estamos ansiosos por seguir explorando este fascinante mundo y sus misterios».