
La mayoría de la gente ha oído hablar del «déjà vu». Es esa sensación momentánea en la que un entorno o entorno extraño parece increíblemente familiar. Aunque muchas personas han encontrado lo contrario, muy pocas son conscientes de ello. Este es el supuesto «jamais vu».
El cerebro humano es, con diferencia, el órgano más intrincado y enigmático del cuerpo. Es responsable de llevar a cabo todas las funciones necesarias para el crecimiento, la percepción y la comprensión de todo lo que rodea a una persona. Pero en ocasiones parece como si este cuerpo estuviera funcionando independientemente del resto del cuerpo, generando una variedad de sensaciones y fenómenos capaces de engañar a cualquiera. Uno de esos casos es el poco común jamais vu.
Imagínese escribir una palabra sencilla repetidamente y descubrir que en realidad no es una palabra. De manera similar a como lo entienden temporalmente los músicos, cometen errores con canciones que les resultan muy familiares y conocen muy bien. De manera similar, es posible que hayas tenido esta experiencia al visitar un lugar que conoces y conoces bien, pero esta vez te desorientaste o lo viste desde una «perspectiva diferente». «Jamais vu» es exactamente lo que parece: la repentina transformación de algo familiar, algo que conoces muy bien, en algo extrañamente extraño, algo que nunca has visto antes.
Akira O’Connor y Christopher Moulin, de las universidades de St Andrews en Escocia y de la Université Grenoble Alpes en Francia, se centran en este fenómeno específico. Descubrieron específicamente que al pedir a los participantes que escribieran la misma palabra repetidamente, con frecuencia ésta pasaba de ser reconocible a irreconocible. Después de escribir la palabra «puerta» unas 33 veces seguidas en su asombroso experimento, el 70% de los participantes informaron jamais vu. Los participantes describieron sensaciones como palabras que perdieron su significado o fueron engañados haciéndoles creer que la palabra que estaban escribiendo realmente existía.
La historia refutó la suposición inicial de O’Connor y Moulin de que habían tropezado con un territorio inexplorado. De hecho, resultó que la psicóloga Margaret Floy Washburn había observado algo similar en 1907. Las palabras parecían perder su significado inherente, fragmentarse y alienar al observador cuando eran observadas durante largos períodos de tiempo.
Sin embargo, ¿por qué ocurre esto? O’Connor y Moulin proponen que el jamais vu funciona como una especie de mecanismo de seguridad cognitiva. En otras palabras, sirve como una señal para avisarle a nuestro cerebro cuando una tarea o proceso de pensamiento se está volviendo demasiado mundano o repetitivo. Para que no quedemos atrapados en un ciclo de pensamientos o comportamientos repetitivos, esto mantiene nuestros procesos cognitivos adaptativos. Por supuesto, los expertos siguen sin estar de acuerdo sobre los mecanismos precisos que subyacen al jamais vu.
Menos frecuente que el déjà vu, el jamais vu puede ser incluso más extraño e inquietante. Cuando se examinan repetidamente objetos familiares, la gente dice que el significado comienza a desvanecerse. Los participantes de nuestro estudio dejaron de intentar escribir la misma palabra repetidamente porque les parecía incorrecto y extraño. Los síntomas del «jamais vu» incluían aburrimiento, dolor en el brazo y una sensación extraña.
Una comprensión más profunda de este fenómeno podría arrojar luz sobre trastornos como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), en el que las conductas compulsivas pueden conducir a percepciones delirantes de la realidad.
En este punto, es importante señalar que la investigación original de O’Connor y Moulin no pasó desapercibida porque recibieron el Premio Ig Nobel, un extraño premio que reconoce la investigación científica que primero hace reír a la gente y luego piensa profundamente.
Puede encontrar los resultados de su investigación, que se tituló «La inducción del jamais vu en el laboratorio: alienación de palabras y saciedad semántica» y se publicó en la revista académica Memory, en línea.
Los autores de la investigación afirman:.
«El jamais vu es una señal de que algo se ha vuelto demasiado rutinario o automático. La sensación de irrealidad es en realidad una verificación de la realidad y una razón para «sacudirse de ello», ayudando al cerebro a «salir» del procesamiento actual. «En lugar de atascarse Cuando nos dedicamos a tareas monótonas durante un período prolongado de tiempo, nuestros sistemas cognitivos deben seguir siendo adaptables y permitirnos centrar la atención donde sea necesaria. «.
Enlace a la desrealización
La percepción que una persona tiene de su entorno se ve distorsionada por la sensación de desrealización, lo que la lleva a creer que es incognoscible o irreal. La desrealización es un síntoma disociativo de varias enfermedades mentales y puede ser el resultado del estrés, el consumo de drogas o la falta de sueño.
Las personas que han experimentado esta sensación inusual de su entorno dicen que lo sienten como una nube o niebla sensorial que los separa de lo que están viendo.
Esta experiencia de desrealización introduce la sensación de jamais vu, donde momentos y espacios se perciben como diferentes o alterados pero no se puede determinar cómo ni por qué.
Cualquier otro sentido, como el oído, el gusto o el olfato, también puede experimentar estos cambios en la percepción.
Posibles razones: lo que dice la neurociencia
En el campo de la neurociencia se intenta explicar este fenómeno como un cambio en la coordinación de diversas regiones del cerebro encargadas de la memoria y la gestión de la información exterior. De este cambio se produciría una distorsión temporal en la percepción del entorno externo, lo que daría lugar a una especie de desconexión entre las redes neuronales.
Si bien la sensación de jamais vu puede ocurrir por sí sola y sin ninguna patología asociada, este fenómeno se observa con frecuencia en personas que padecen afecciones neurológicas como epilepsia, dolores de cabeza crónicos o lesiones cerebrales traumáticas.
La laberintitis y la neuronitis vestibular, que afectan la forma en que el cerebro procesa la información, son dos afecciones vestibulares que pueden causar jamais vu y otros cambios similares.
Los efectos de jamais vu pueden ser provocados por drogas cannabinoides, alucinógenas o incluso nicotínicas específicas que se encuentran en el tabaco. Junto con la falta de sueño, el trastorno límite de la personalidad, los trastornos de ansiedad o cualquier enfermedad mental que provoque despersonalización.