La estrella Altair, también conocida como Alfa Aquila, se encuentra en la constelación y se encuentra a unos 16,8 años luz de la Tierra. Es similar al Sol pero es al menos dos veces más grande e irradia una luminosidad doce veces más fuerte.
¿Altair ha albergado planetas, en particular aquellos aptos para ser habitados? Esto sigue siendo incierto, aunque no descartado.
Sin embargo, fue el 15 de agosto de 1983 cuando se envió una transmisión terrestre a la velocidad de la luz, dirigida hacia Altair con la esperanza de encontrar planetas.
Dos astrónomos japoneses de la Universidad de Tokio, Masaki Morimoto y Hisashi Hirabayashi, confesaron sus acciones en 2008. Bajo la influencia del whisky, accedieron al telescopio de la Universidad de Stanford y enviaron un mensaje de radio al cosmos, dirigido específicamente a Altair.
Según detalla el diario japonés The Asahi Shimbun, el mensaje, codificado en binario, contenía las coordenadas de la Tierra y amplia información sobre la vida en nuestro planeta.
Esto incluía una historia visualmente representada de su evolución, que representaba su surgimiento de los océanos a la tierra, para eventualmente evolucionar hasta convertirse en seres humanos.

Después de su ebrio esfuerzo, los astrónomos esperaron una respuesta, inicialmente esperaban una para 2015. Sin embargo, no recibieron respuesta, como es evidente ahora.
En la actualidad, la búsqueda continúa con una nueva generación de astrónomos asumiendo la tarea con seriedad. Liderados por Shinya Narusawa de la Universidad de Hyogo, están dirigiendo la antena de 64 metros del radiotelescopio del Centro del Espacio Profundo Usuda hacia Altair, con la esperanza de obtener una respuesta.
Han determinado que la audiencia debería comenzar el 22 de agosto de 2023, lo que indica un enfoque proactivo.
Ciertamente, los escépticos plantean dudas sobre el éxito de la empresa: Altair podría carecer por completo de planetas, podrían faltar planetas habitables adecuados o los habitantes inteligentes podrían ser insuficientes (o simplemente desinteresados) en interactuar con nosotros.
Los entusiastas, incluidos los científicos japoneses, mantienen una perspectiva optimista.
No todos los científicos creen actualmente que los seres extraterrestres, si es que existen, deban ser conscientes de nuestra existencia. Stephen Hawking, en vida, advirtió contra esta noción, sugiriendo que los extraterrestres avanzados podrían representar una amenaza. Su perspectiva comparó esto con el ejemplo histórico de los europeos altamente desarrollados que explotan a las poblaciones indígenas menos avanzadas.
Si bien nuestra incursión inicial en 1983 pudo haber sido impulsada por el alcohol, sigue siendo relevante. ¿Qué resulta de ello? Sólo el tiempo dirá. Nuestra mejor esperanza es seguir siendo optimistas.
Pero en caso de que no haya respuesta, está bien: podemos asumir que aún no se ha cruzado en nuestro camino.