La alta tasa de defectos de nacimiento y cáncer entre los habitantes de esta zona es indicativa de los efectos severos de la radiación. Los niveles de radiación aquí son tan altos que el gobierno indio tuvo que acordonar el área por la seguridad de la población.

Los científicos que realizan investigaciones en esta área han descubierto una ciudad antigua que, a juzgar por los resultados de la investigación, fue destruida por una explosión nuclear, que destruyó la mayoría de los edificios y se cobró muchas vidas.

Un investigador sugiere que la explosión fue causada por el uso de una bomba nuclear comparable a las que lanzó el ejército estadounidense sobre Japón en 1945. Esto se confirma con la descripción de una explosión catastrófica en la antigua epopeya india Mahabharata.

“Un solo proyectil cargado con todo el poder del universo … Una columna de humo y llamas, brillante como 10.000 soles, se elevó en todo su esplendor… Era un arma como un relámpago de hierro, un gigante mensajero de la muerte que reducía toda vida al polvo Los cuerpos fueron quemados más allá del reconocimiento. La cerámica se rompió sin motivo aparente, los pájaros palidecieron. Después de unas horas, todos los productos estaban contaminados. Para escapar de este fuego, los soldados se precipitaron al río”.

El historiador K. Ganguly confirma la presencia de referencias a explosiones nucleares en antiguas escrituras indias. Se refiere a descripciones de batallas donde se usaron armas de destrucción masiva y carros aéreos. Una de esas batallas se describe en el Drona Parva del Mahabharata, donde “explosiones de armas letales destruyeron ejércitos enteros, como resultado de lo cual multitudes de guerreros con caballos, elefantes y armas fueron barridas como si fueran hojas secas de árboles”.

Curiosamente, en lugar de describir nubes en forma de hongo, como es habitual en las explosiones nucleares, se mencionan explosiones perpendiculares con nubes de humo ondulantes, como si los paraguas gigantes estuvieran abiertos. También hay comentarios sobre la contaminación de los alimentos y la caída del cabello.

El arqueólogo F. Taylor sugiere que los grabados encontrados en los templos cercanos contienen oraciones de liberación de la gran luz que buscaba destruir la ciudad. Esto confirma la presencia de la tecnología nuclear en las civilizaciones antiguas. Las zonas radiactivas encontradas en esta área confirman las descripciones de las batallas atómicas en las antiguas escrituras indias.

Otra evidencia de la guerra atómica en la antigua India proviene de las excavaciones de Harappa y Mohenjo-Daro, donde se encontraron esqueletos de personas en posiciones sugestivas de muerte súbita. Estos esqueletos se encuentran entre los más radiactivos jamás encontrados. En un lugar, los científicos encontraron un esqueleto con niveles radiactivos 50 veces más altos de lo normal.

Por lo tanto, sobre la base de datos arqueológicos e históricos, se puede concluir que la India antigua enfrentó una guerra atómica, como lo demuestran las zonas radiactivas y las descripciones de explosiones nucleares en las escrituras antiguas. Esto abre un nuevo capítulo en la historia de la humanidad y nos hace pensar en la posibilidad de utilizar armas nucleares en el pasado.

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