
Los enormes cerebros de los boscopios les permitieron poseer las más altas habilidades mentales. Los neurofisiólogos estadounidenses Gary Lynch y Richard Granger destacan que los lóbulos frontales de los boscopios se desarrollaron hasta tal punto que podían procesar varios flujos de información en paralelo y analizar situaciones complejas con una gran cantidad de posibles resultados.
Eran más inteligentes que nosotros, tanto como nosotros somos más inteligentes que los simios.
Además, los boscopios tenían rostros asombrosos, que recordaban a los rasgos infantiles. Sus barbillas eran pequeñas, sus narices pequeñas y sus ojos grandes. Su apariencia correspondía a las ideas de los antropólogos sobre el hombre del futuro.
De acuerdo con las suposiciones de antropólogos y futurólogos, en el futuro, la apariencia de una persona también cambiará. Será necesario aumentar el tamaño del cerebro para procesar una gran cantidad de información, y las caras se volverán como las de los niños: redondas y con mentón pequeño. El proceso de evolución puede conducir a una disminución de los dientes oa su completa desaparición.
Sin embargo, a pesar de todos los datos interesantes sobre los boscopios, su desaparición sigue siendo un misterio. A principios del siglo XX, los antropólogos decidieron que los restos de boscopios pertenecían a individuos enfermos y perdieron interés en este descubrimiento. Pero el famoso antropólogo Raymond Dart en 1923 describió en detalle estos hallazgos y demostró que el gran cerebro de los boscops no es el resultado de una enfermedad, sino que es la norma.
La investigación moderna continúa causando controversia. El investigador Tim White niega la existencia de los boscopios como una especie separada, pero el antropólogo Hawks insiste en que los cráneos encontrados pertenecen a representantes de la raza Khoisan moderna que vive en Sudáfrica.
El biólogo Sergey Savelyev sugiere que los boscopios podrían ser una de las opciones para la evolución del cerebro, lo que resultó ser un fracaso, ya que mantener un cerebro tan grande requiere grandes costos de energía.
Es interesante notar que los ufólogos consideran que los boscopios son similares a los pilotos de ovnis «grises» . Estas criaturas son de pequeña estatura, piel gris verdosa o gris y grandes ojos almendrados. También tienen una cabeza desproporcionadamente grande, nariz y boca pequeñas.
En conclusión, los boscopios siguen siendo un misterio para la ciencia. Sus enormes cerebros y caras de bebé son de interés y controversia entre los científicos. Quizás en el futuro podamos descubrir todos los secretos de este misterioso pueblo.