Andrew Adamatzky, profesor de informática en la Universidad del Oeste de Inglaterra (UWE) en Bristol, publicó un estudio en la Royal Society of Open Science en el que encontró que los hongos se “comunican” entre sí en un lenguaje peculiar. Esta comunicación se produce a través de señales eléctricas.
“En nuestro trabajo para descifrar el lenguaje de los hongos, primero observamos si los diferentes tipos de hongos exhiben características similares de actividad eléctrica. Y luego caracterizamos el lenguaje de hongos propuesto por la longitud de las palabras y la complejidad de las oraciones”, dice Adamatzky.
Adamatzky dice que los hongos, como “seres casi vivos sin sistema nervioso”, son capaces de generar señales eléctricas. Durante experimentos con hongos, descubrió que los hongos ostra (Pleurotus djamor) emiten señales eléctricas de alta y baja frecuencia, y los hongos de yesca de la especie Ganoderma resinaceum emiten señales eléctricas a intervalos de hasta 8 minutos.
Además, según Adamatzky, las señales eléctricas de estos hongos son similares a las que se ven en las criaturas con sistema nervioso central (animales y humanos).
A continuación, Adamatzky decidió averiguar si todos los tipos de hongos son capaces de realizar tales acciones y realizó un experimento con cuatro tipos de hongos adicionales.
“Registramos la actividad eléctrica extracelular de cuatro especies de hongos y encontramos evidencia de la propagación de líneas de señalización a través de la red de micelio fúngico. Presumimos que la actividad eléctrica de los hongos es una manifestación del ‘intercambio de información’ entre partes distantes de las colonias de hongos».
En el estudio, Adamatzky detalla cómo él y su equipo plantaron electrodos en el suelo alrededor de cuatro tipos de hongos: agárico de miel, pinzón, cordyceps chino y omfalot. Los electrodos se insertaron en paquetes de micelio fúngico (micelio), que consisten en filamentos ramificados delgados: hifas.
Descubrieron que estas «raíces» fúngicas parecen «comunicarse» entre sí.
“Descubrimos que la distribución de la longitud de las señales es similar a la distribución de la longitud de las palabras en los idiomas humanos. Y encontramos que el vocabulario de los hongos puede tener hasta 50 palabras. Aunque su léxico principal de las palabras más utilizadas no supera las 15-20 palabras.”
Adamatzky dice que la especie de hongo más «habladora» (de las que estudiaron) fue la comuna de Schizophyllum, según la cantidad de señales que generó.
El científico notó que los destellos eléctricos de los hongos no eran aleatorios y, por lo tanto, pudo separar grupos de señales similares en «palabras» y luego grupos de palabras en «frases».
Y al comparar las palabras de hongos con el lenguaje humano, descubrió que la longitud promedio de las palabras era similar a la longitud de las palabras en inglés y ruso.
En una entrevista con The Guardian, Adamatzky dijo que cree que los hongos usan su «lenguaje» de manera similar a como los lobos usan sus aullidos para organizarse en manada.
Por ejemplo, algunas palabras de hongos pueden dirigir los filamentos miceliales hacia los nutrientes o advertirles del peligro.
¿Pueden los hongos determinar si hay un peligro cerca de ellos en la forma de una persona recogiendo hongos o un cerdo buscando trufas? Adamatzky admite que aún no puede responder a esta pregunta porque se necesita mucha más investigación con los hongos.