En 1897, en una finca privada de La Alcudia en Valencia, España, un joven de catorce años volcó de casualidad una piedra y descubrió un impresionante artefacto. Este hallazgo era una estatua, un busto policromado de la cabeza de una mujer con un elaborado tocado. Considerado hoy como uno de los iconos más famosos de España, el busto es conocido como la Dama de Elche.
Se cree que la Dama de Elche es una pieza de escultura ibérica del siglo IV a.C., y se asocia con Tanit, la diosa de Cartago.
El problema con esta datación, es el hecho de que no hay esculturas similares de esa época que ni siquiera se acerquen al alto grado de realización, lo que deja abierto el debate de que la obra proviene de una época muy anterior.
Algunos dicen que lo que se considera grandes carretes de pelo, a cada lado de la cabeza de la Dama de Elche, podrían ser en realidad un enorme casco de algún tipo que se conectan en la parte posterior de la cabeza y que están apoyados en el cuello y a los lados de la cabeza. Edgar Casey, en sus lecturas, describe la cultura de la Atlántida como altamente avanzada y en posesión de tecnología que fue utilizada para transportar a la gente sin esfuerzo a cualquier lugar de la Tierra. Tal vez este sea uno de estos dispositivos. Es muy difícil especular sobre esto, ya que no tenemos referencias de esta antigua tecnología, y si se trata de una escultura hecha a imagen de una diosa, entonces lo que ella viste podría ser de un período de la historia de la Atlántida en el que la gente integró la tecnología en sus actividades cotidianas.