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¿Es posible que las células puedan almacenar datos referentes a gustos, recuerdos, preferencias, etc? Durante más de 20 años se han estado documentando sucesos de personas que al recibir un órgano de un donante difunto, el receptor adquiría ciertos gustos o personalidades del donante. ¿En qué consiste este enigmatico fenómeno?

Se suele considerar que el aprendizaje, primero pasa por el sistema nervioso y despues por el sistema inmunitario. En consecuencia, los pacientes que recibieron trasplantes de órganos “periféricos” no tendrían que sufrir los cambios de personalidad ni adquirir los rasgos propios de unos donantes que jamás encontraron.

La memoria celular en trasplantes de órganos

Cuando, después de unos trasplantes de órganos se observaron tales transformaciones, intentaron explicarlas por los efectos de los medicamentos inmunosupresores, el estrés psico-social y por otra patología preexistente de los receptores. sin embargo, la hipotesis de los equipos vivos enuncia explícitamente que cada célula viva posee una “memoria” y unos subsistemas funcionales determinantes. Por otra parte, la integración nueva del concepto de energía en la hipotesis de los equipos (llamada “hipotesis de los equipos de energía dinámica”) permite lógicamente llegar a la conclusión de que todos los equipos dinámicos almacenan informaciones y energía en grados variables.

Lo impresionante del tema es que los sucesos recuerdos y personalidad en cuanto a trasplantes de órganos se cuentan por centenares.
A continuación vamos a exponer varios de estos sucesos.

CASO DARYL:

“Daryl me sonrió exactamente como lo hacía Timmy”.

El donante era un niño de 3 años que se cayó de la ventana de un piso. El receptor era un niño de 5 años con una malformación congénita del septum interventricular y una miocardiopatía.

La mamá del donante:

“Me descolocó. Cuando me encontré con la familia de Daryl (el receptor), en la reunión de los trasplantados, rompí a llorar y empecé a sollozar. Después, nos dirigimos hacia el árbol de los dones, donde cada uno lleva un bono simbolizando a su donante. Ya estaba llorando cuando mi marido me manifestó que mirara la mesa ante la cual estábamos pasando. Era la familia del receptor, con Daryl sentado en el centro. Lo supe inmediatamente. Daryl me sonrió exactamente como lo hacía Timmy (el donante). Tras haber hablado durante horas con los padres de Daryl, estábamos aliviados. Después de un instante, esto ni siquiera nos aparentaba raro. Cuando escuchamos que Daryl había adivinado el nombre y la edad de Timmy, nos pusimos a llorar. Pero eran lágrimas de alivio porque sabíamos que el alma de Timmy estaba vivo”.

El receptor:

“Dí un nombre al niño. Es más adolescente que yo y se llama “Timmy.” Aun es pequeño. Es como un hermano dos veces más adolescente que yo. Sufrió muchísimo cuando se cayó. Creo que le gustan demasiado los juguetes Power Rangers, como a mí anteriormente. Pero ya no me gustan. Me gusta Tim Allen de Tool Time; por eso le llamé Tim. igualmente me preguntó qué pasó con mi viejo corazón. Estaba roto, fastidiado, pero cuidó de mí durante un tiempo”.

El padre del receptor:

“Daryl jamás supo el nombre ni la edad de su donante. Incluso hace poco lo ignorábamos nosotros mismos. Lo único que sabíamos era que el niño pequeño había muerto al caerse de una ventana. Ni siquiera sabíamos su edad. Daryl lo había adivinado. Quizá sería un golpe de suerte, pero acertó. Pero lo que pone la piel de gallina, es que no solamente adivinó su edad y la forma en que murió sino además su nombre. El niño se llamaba Thomas, pero no sé por qué razón, sus allegados le llamaban Timmy”.

La mamá del receptor:

“¿No le vas a decir lo más inverosimil de todo? Timmy murió al intentar coger un Power Ranger que se había caído encima del borde de la ventana. Daryl ni siquiera quiere tocar los suyos actualmente”.

 

CASO POETA:

“Sé que está en el interior de mí y que está enamorado de mí.”

El donante era un adolescente de 18 años que falleció en un incidente de coche. La receptora era una adolescente de 18 años con endocarditis e insuficiencia cardiaca.

El padre del donante (psiquiatra):

“Mi hijo se pasaba el tiempo escribiendo poesía. Tras su muerte, esperamos más de un año para ordenar su habitación. Descubrimos un texto de poemas que jamás nos había enseñado y jamás hemos hablado de esto a nadie. Uno de ellos nos conmovió tanto emocionalmente como espiritualmente. En este texto, mi hijo presentía su repentina muerte. igualmente era músico y encontramos una canción titulada: “Danny, mi corazón es tuyo” (las palabras indicaban que mi hijo presentía que iba a morir y dar su corazón a alguien). Decidió donar sus órganos cuando poseía 12 años. Esto nos pareció muy valiente, pero pensamos que era porque hablaban de ello en la escuela.. Cuando encontramos a la receptora, estuvimos tan… no entendimos lo que había pasado. Hoy aun seguimos sin entenderlo. Es sencillamente incomprensible.”

La receptora:

“Cuando me enseñaron imagenes de su hijo, lo reconocí inmediatamente. Lo hubiera reconocido en cualquier sitio. Está en el interior de mí. Sé que está en el interior de mí y que está enamorado de mí. Siempre estuvo enamorado de mí ; quizá en otra era, en alguna parte. ¿Cómo podía conocer, años anteriormente de su muerte, que iba a morir y dejarme su corazón? ¿Cómo podía conocer que me llamaba Danny? Después, cuando me hicieron escuchar algunas de sus canciones, podía terminar las frases sola. Con anterioridad no tocaba ningún instrumento, pero, después del trasplante, me empezó a encantar la música. Me salía del corazón. Mi corazón necesitaba tocar música. Le dije a mi mamá que quería tomar cursos de guitarra (el instrumento que Paul – el donante – tocaba). Su canción está en mí. Lo siento muy intensamente a la noche. Es como si Paul me cantara una serenata.”

El padre de la receptora:

“Mi hija poseía, si se puede hablar así, una vida un poco disoluta. Incluso que enfermara – supuestamente por culpa de un dentista- estaba alocada. Después, se calmó demasiado… Pienso que esto se debe a su dolencia, pero ella asevera que se siente con más energía y no al contrario. Manifestó que quería tocar un instrumento y cantar. Cuando escribió su primera canción, explicó en ella su nuevo corazón al igual que el de su enamorado. Decía que su enamorado había venido a salvarla.”

Son dos pequeños ejemplos de los centenares y centenares de sucesos documentados.

Quizás estos dos que hemos mencionado son poco conocidos. Pero a continuación vamos a hablar de uno de los sucesos de memoria celular más conocidos y con más repercusión, ya que los efectos del trasplante fueron tan radicales que la receptora escribió un texto hablando de su suceso.

Claire Sylvia, trasplantada de un corazón y un pulmón en 1998, escribió en su texto “Un Cambio de Corazón: Una Memoria” cómo después del trasplante de corazón empezó a gustarle la cerveza, el pollo frito, y el pimentón verde, que anteriormente no disfrutaba, pero que sí lo hacía su donante, un adolescente de 18 años.

La memoria celular en trasplantes de órganos

En un sueño, ella soñó que besaba a un adolescente quien ella estima se llamaba Tim L. y lo inhaló durante el beso. Más tarde reveló que el nombre de su donante era precisamente Tim L. Se preguntó si sería porque uno de los médicos mencionó el nombre durante la cirugía, pero le dijeron que los médicos no conocían el nombre del donante.

La memoria celular en trasplantes de órganos

Un artículo publicado en la revista Investigaciones Cercanos a la Muerte, los doctores Paul Pearsall de la Universidad de Hawai, Gary Schwartz y Linda Russek, de la Universidad de Arizona, inspeccionaron 10 sucesos de trasplantes de corazón o corazón-pulmón en los cuales los pacientes informaban de “cambios en las preferencias de la comida, la música, el arte, preferencias sexuales, recreacionales, y tambien de profesión, al igual que sucesos específicos de percepciones de nombres y experiencias sensoriales vinculadas con sus donantes”.

Por tanto y si seguimos todas estas indicaciones, la evidencia parecería probar que nos hallamos ante un cierto tipo de memoria celular, que permitiría grabar, en cada palmo de nuestro cuerpo, gustos y aficiones personales.

Ante tales aspectos, el saber no podía mantenerse impasible, es por ello que se han tratado de rastrear, labor que incluso no ha cesado, explicaciones plausibles de mencionado fenómeno.
Todos los datos parecen indicar que, y adoptando una postura puramente racionalista, a pesar de las estrictas normas de confidencialidad que se establecen alrededor de la identidad del donante, no es infrecuente que al receptor del órgano en cuestión le lleguen varios detalles de la vida de la persona que les “ofrece” su órgano. Durante las conversaciones entre el personal del hospital, o inclusive por filtraciones de información, no son aislados los hechos en los cuales se producen tales circunstancias.

A ello hay que sumarle el propio desencadenamiento psicológico de los receptores y las variables condicionantes de cada suceso. Si el paciente proviene de una cronica larga de dolencia y espera de un órgano, las repercusiones psicológicas de los mismos podrían viajar desde la culpa, a la angustia de la espera, lo cual, una vez realizada la intervención les podría llevar a fantasear encima del origen de su corazón, riñón, etc.

José María Caralps es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona, académico numerario de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cataluña (1994) y fue el primer médico que realizó un trasplante de corazón con éxito en España.

La memoria celular en trasplantes de órganos

Para él este es un hecho inexorable, le adjudica esta memoria a las células; y como evidencia, ofrece todos esos testimonios. Tal y como él dice:

“Mi conclusión más certera es que las células tienen una base intuitiva solo al alcance de personas cuya capacidad sensitiva les permite detectar varios aspectos de la cronica personal del donante almacenados en los tejidos trasplantados. El resto son especulaciones. Yo me limito a recoger las declaraciones.”

Sin duda las declaraciones y experiencias recogidas de los pacientes son verdaderamente impresionantes.
Y son tantos y tantos los sucesos existentes que el saber debería profundizar las investigaciones en este campo y replantearse gran cantidad cosas al respecto.

Por Granmisterio.org

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Por Sandra