La leyenda extraterrestre sumeria de los Oannes, nuestros divinidades

La leyenda sumeria sumerio de Oannes – la religión sumeria tenia divinidades extraterrestres

La religión consistía en una solución conceptual y operativa a la experiencia luminosa que atraía y asustaba al individuo. A los distintos divinidades los sumerios atribuían formas específicas (no necesariamente antropomorfas), que coincidían con los principios fundamentales de la existencia, en un intento de acercar a estos divinidades a la vida cotidiana. En el luminoso se identificaba el comienzo del bien (protección) y el del mal (engaño). Las formas atribuidas a las deidades se referían a las actividades típicas de los distintos zonas, destinadas a asegurar la supervivencia.

En general, en el llamativo panteón sumerio -compuesto por casi 4.000 divinidades, de distintos grados, naturaleza y función- sólo un pequeño número de ellos ocupaba un cargo relevante y esto se debía a la aceptación de todo la villa o a la alta consideración que un cierto número recibía en un territorio o en una ciudad. En este abarrotado “Olimpo”, tomando las premisas, puedo asegurar que las divinidades llevaron a cabo la tarea de transmitir a las criaturas todo tipo de conocimiento, permitiendo la evolución de los crecientes niveles de civilización.

Una de las figuras que siempre ha despertado el interés de mis viejos investigaciones es la deidad Oannes, a medio camino entre el hombre y el anfibio que, participando en la naturaleza terrestre y marina, equiparaba las pasiones más ancestrales que agitaban el alma subjetivo. Lo que me ha sorprendido continuamente es que mientras el saber moderna está casi de acuerdo en re-conectar el origen del hombre con la evolución de una bacteria originaria de un medio acuático, parece que los lejanos sumerios ya tenían claro este descubrimiento que nos consterna un poco.

Debido a su doble naturaleza marina y terrestre, a Oannes se le confió la tarea de transmitir las letras, el arte, el saber y la tecnología: de una forma peculiar, enseñó las reglas de la agricultura, una manifestación de la destreza humana lograda para forzar los ciclos de producción desde el suelo y aprovechar las fuentes de agua, es decir, para dominar las dos fuerzas primordiales de la vida.

Incluso actualmente, los “datos personales” del dios, que pueden ni siquiera suscitar gran interés, aunque las deidades en posesión de una “tarjeta personal” similar simbolizan todas derivaciones sucesivas de Oannes. Lo que puede llevar a una comprensión más profunda del personaje son los intentos de darle una connotación más precisa, dando como resultado una serie de hipotesis que se han solapado a lo largo de los siglos.

La enigmatica etimología del nombre indujo a varios eruditos a hacer una conexión audaz por asonancia entre Oannes y Johannes (Juan) Baptista, es decir, con la figura evangélica que, por inmersión en el agua bautismal, anunció el inicio de una nueva fase de la condición del hombre; diferentes expertos lo asimilaron a Jaoanas (Jonás), tragado por la ballena.

En el palacio de Sargón II de Irak se han hallado representaciones de los Oannes sirios que datan del período comprendido entre los años 721 y 705 a.C., mientras que demasiados cronistas del período helénico hablan de los Oannes sumerios como procedentes de las olas del Golfo Pérsico. El sacerdote de Bel, Berosso, en su creación monumental Cronica de Babilonia, compuesta alrededor del año 275 a.C., reconecta su generación con el Mar de Eritrea.

en cambio, en la abadía románica florentina de San Miniato al Monte, en el tímpano de la fachada y bajo la licencia de la cruz, tuve la oportunidad de notar la presencia de algunas figuras que se remontan fácilmente a lo que estamos hablando. Esto no debe sonar extraño, ya que inclusive en la cultura teológica cristiana se habla de entes semi-divinos a los que se confía la función de transmitir el conocimiento a los hombres.

Los sucesos no han cambiado de dirección en la era en que vivimos. Del mito del “pez hombre” derivado del dios Nommo, el anfibio descendió del firmamento adorado por los Dogones de Malí a la tesis levantada a principios de 1800 que, malinterpretando las palabras de Berosso, vio en Oannes a uno de los diez mediadores celestiales descender directamente a la tierra desde el “huevo cósmico”. en cambio, la hipotesis, por así decirlo “sintética” y extendida durante unas pocas décadas, está ganando un éxito considerable porque está ligada a los avistamientos de OVNIS y está relacionada con el ensayo de los astros en las primeras civilizaciones de Mesopotamia.

Oannes pudo ser en verdad un ser alienigena. A través de una especie de investigaciones antropológicos comparativo, sobre las culturas más antiguas, elevando los datos mitológicos a datos históricos, podemos concluir con mucha seguridad que nuestros divinidades del pasado, eran en verdad visitantes de diferentes mundos con una tecnología muy avanzada.

El plan de que la concepción misma de la evolución humana debe ser totalmente reescrita, ya que tanto la visión darwiniana como la bíblica deben ser asumidas con cuidadosa y crítica consideración.

Hoy en dia tenemos un conocimiento exageradamente limitado del camino del hombre a lo largo de la cronica, desde su aparición incluso la fecha actual; y los descubrimientos arqueológicos sugieren la posibilidad de que diferentes civilizaciones avanzadas hayan alternado previamente en nuestro mundo, hayan alcanzado un alto grado de desarrollo (tal vez más alto que el actual) y hayan caído por alguna apocalipsis planetaria o por haber desencadenado una autodestrucción incontrolable.