Cuando Julio Tello, un joven arqueólogo que excavaba en el desierto peruano en 1928, descubrió más de 300 cráneos misteriosos que databan de hace 3000 años, hizo el descubrimiento más desconcertante de su vida.

Como puede ver, los cráneos son un 25 % más grandes y un 60 % más pesados ​​que cualquier cráneo humano conocido, y también son claramente alargados.

También vale la pena mencionar que el ADN en estos cráneos ha sido manipulado, lo que resultó en una mezcla de características humanas y extraterrestres. Como resultado, la mayoría de los especialistas etiquetan a estos seres como híbridos alienígenas-humanos.

El cráneo de Ródope es único porque carece de boca y pesa solo 250 gramos a pesar de su tamaño.

Según Dimiter Kovachev, la especie tenía seis ojos, y este descubrimiento es diferente a cualquier otro cráneo descubierto hasta ahora.

El cráneo de Sealand es polarizante, por decir lo menos, porque a pesar de sus mejores esfuerzos, un equipo de alto nivel de un colegio danés de medicina veterinaria no pudo determinar a quién pertenecía el cráneo en primer lugar.

A primera vista, este cráneo de bisonte prehistórico parece poco llamativo, pero una inspección más cercana revela el cráter de impacto de lo que parece ser una bala que se mueve rápidamente.

Así es, estás buscando una herida de bala en el cráneo de un bisonte de 30.000 años.

Estos cráneos extraterrestres fueron desenterrados en Rusia y no son lo que esperarías. Según el descubridor original, este hallazgo de dos años de antigüedad nunca podría atribuirse a nada que hayamos visto en nuestro planeta.