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La cosmóloga Laura Mersini-Houghton dice que nuestro cosmos es uno de tantos, y afirma que ya hemos observado señales de esos diferentes universos en el fondo cósmico de microondas, la luz que quedó del Big Bang.

¿Cómo empezó nuestro cosmos? Esta es una de las cuestiones más profundas y complicadas de contestar de todas. Pero Laura Mersini-Houghton dice que ha conseguido descifrarlo.

Laura Mersini-Houghton es cosmóloga de la University of North Carolina en Chapel Hill, vino al mundo y creció bajo la dictadura comunista en Albania, donde su padre era considerado ideológicamente opuesto al régimen y exiliado. Más tarde ganó una beca Fulbright para investigar en EE. UU., forjando una carrera en cosmología en la que ha abordado los orígenes del cosmos y ha hecho una propuesta extraordinaria.

La gran idea de Mersini-Houghton es que el universo en sus primeros instantes puede entenderse como una función de onda cuántica, una representación matemática de una neblina de posibilidades, que dio origen a bastantes universos alternativos diferentes además del nuestro.

Laura Mersini-Houghton, cosmóloga y física teórica.

igualmente ha hecho predicciones sobre cómo diferentes universos dejarían una huella en el nuestro. Esas ideas han sido controvertidas, y varios físicos argumentan que sus predicciones no son válidas. Pero Mersini-Houghton afirma que han sido confirmados por observaciones de la radiación sobrante del Big Bang, conocida como fondo cósmico de microondas.

Mersini-Houghton habló con New Scientist sobre sus ideas y su vida, que ha descrito en su reciente texto “Before the Big Bang: The origins of our universe in the multiverse“.

Laura Mersini-Houghton ha postulado el plan del “paisaje multiverso“. Esto es algo que se piensa que está inherentemente ligado a las diversos dimensiones de la hipotesis de cuerdas, lo que nos da una idea de los principios que deben cumplirse para que la vida se desarrolle en un cosmos determinado. En este escenario, nuestro cosmos es solo uno en una gigantesca cantidad de universos, tal vez es solo uno en un número INFINITO de universos infinitamente grandes… ¿Esto hace que te duela la cabeza? No eres el singular en sentirlo…

De las cinco predicciones realizadas en el artículo de Mersini-Houghton, titulado “Cosmological Avatars of the Landscape I: Bracketing the SUSY Breaking Scale“, cuatro han sido verificadas, o por lo menos no se han descartado. Aquí son detalladas:

1. Una de sus predicciones decía que en el Gran Colisionador de Hadrones no se encontraría ninguna evidencia de supersimetría (una de las propiedades de la hipotesis de cuerdas, que postula la presencia de una “superpartícula” correspondiente para todas las partículas elementales con un espín de valor entero). No se obtuvieron evidencias que dieran margen a la supersimetría. (en cambio, sí encontramos el bosón de Higgs, ¡así que eso cuenta!)

2. igualmente fue una de las primeras científicas que creyó que el flujo oscuro (una observación escalofriante que divulgó que los cúmulos distantes están siendo “atraídos” por alguna gran fuerza fuera de nuestro cosmos local) no se encontraba ligado al gran atractor, sino a algo distinto. Varios indicios señalan que la fuerza puede ser otro cosmos que tira del nuestro.

3. En vez de localizar que las variaciones de temperatura en la radiación del Fondo Cósmico de Microondas son aleatorias, debería ser obvio un patrón preferencial. Al inspeccionar, vimos que en vez de que los patrones aparezcan totalmente al azar, estos “grumos”, que son levemente más cálidos o levemente más fríos que las temperaturas circundantes, están alineados entre ellos – en el transcurso de lo que se ha denominado el “eje del mal”. La llamada dirección “preferida” de las oscilaciones de energía (cómo se formaron los grumos). Esto podría indicar esencialmente que estamos equivocados en relación a ciertos aspectos del modelo del Big Bang – si es que el Big Bang sucedió. (O pudiera ser que la figura del espaciotiempo sea mucho más insolita de lo que habíamos previsto. Ya veremos).

4. (& 5) El equipo propuso que los vacíos podrían haberse formado como resultado de un cosmos hermano que empuja contra nosotros, repeliendo la gravedad y la materia de nuestro propio cosmos como resultado. Si estaba uno, debería seguir un vacío parecido en el hemisferio opuesto… dos cosas que son ciertas. La primera fue el supervacío de Eridanus, del cual hablamos arriba. El segundo en el hemisferio opuesto fue hallado muy hace poco. ¿Podría esto significar que al final hemos observado alguna evidencia empírica de que vivimos en un multiverso? Quizás. Quizás no.

Digamos que nuestro cosmos es una porción de un número mayor de universos diversos, nuestro cosmos muy quizá se formó por medio de una burbuja en otro cosmos, creado por medio de las oscilaciones cuánticas en el interior de la energía del vacío (tal vez un número infinito de ellos se formó de esta forma además), produciendo un cosmos equipado con sus propias leyes de la física, los niveles de energía, las concentraciones de materia, la flecha del tiempo, y el nivel de entropía. Algunas de estas burbujas podrían colapsar sobre sí mismas antes de experimentar algo parecido a la inflación, y sólo un cierto número de ellas progresaría más allá de ese punto, dependiendo de las propiedades que la burbuja bebé desarrollara al comienzo.

Una vez que la burbuja se estabilice, quedará aislada del cosmos en el que vino al mundo, perdiendo toda los datos de éste. en cambio, podría interactuar supuestamente de forma gravitacional con otro cosmos, que es exactamente lo que Houghton piensa que sucedió en llegar al punto frío del CMBR, una zona del cosmos que parece contener una huella de otro cosmos aparte del nuestro. Inclusive es factible que, en hipotesis, se esté desarrollando otra burbuja en nuestro cosmos.

en cambio, las confirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias, mas tarde de todo), esto podría muy bien auxiliar a aclarar por qué nuestro cosmos aparenta estar bien ajustado para la vida desde nuestra perspectiva. Posteriormente de todo, si hay un número infinito de universos, un número infinito de ellos tendría todas y cada una de las propiedades que tiene nuestro cosmos, con un número infinito de ellos que son drásticamente distintas al nuestro. ¿Te imaginas vivir en un cosmos donde la flecha del tiempo corre hacia atrás, con la gravedad actuando como una fuerza repelente? (básicamente, un cosmos donde la energía oscura es la norma)

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Entretanto vivamos en un multiverso, es imaginable que ese cosmos pueda existir y exista. En realidad, es la mecánica cuántica en acción. Cuando se mezclan la inflación interna, la hipotesis de cuerdas, la interpretación de Copenhague y el comienzo de inquietud de Heisenberg, obtenemos un cosmos (nuestro cosmos) creado al antojo de una función de onda, que colapsa con las propiedades que tiene nuestro cosmos.

De reciente, con casi todo, el incredulidad es la clave. Mersini-Houghton, el principal defensor de el plan del multiverso paisajístico, es además un fan de la hipotesis de cuerdas. Puede que bastantes de ustedes la conozcan como un embrollo descabellado que forma parte a los modelos chiflados del cosmos, en vez de actuar como si fuera siquiera aceptable para aclarar las propiedades del cosmos. Aun estamos en las primeras etapas de revelar bastantes enigmas universales – así pues se precisan más datos.

Referencias: futurism / us.knews.media

Por Alejandro