unnamed file 20unnamed file 20

Para nadie es un  incognito que múltiples civilizaciones antiguas, arribaron a desarrollar una inteligencia avanzada o superior para su era. Lo hemos podido comprobar por medio de distintos hallazgos arqueológicos, tanto en construcciones como en la implementación de varios instrumentos.

Múltiples de esas edificios antiguas, fueron el producto de una ingeniería con técnicas de edificación tan adelantadas que, incluso hoy día es complicado de entender cómo las hicieron. Este planteamiento nos lleva a tener presente una antigua leyenda de la India donde se cuenta, cómo unos robots custodiaron las antigüedades de Buda.

Es una historia alucinante, como sacada de un texto de ciencia ficción. Pero cuenta con unos matices fascinantes que resaltan la participación y el vínculo de diferentes personajes históricos, de la antigua Grecia y la India. Si bien parezca algo extravagante, esta particular leyenda tiene una base sólida.

Antigüedades de Buda custodiadas por robots

La antigua leyenda India que nombra a unos robots cuidando las antigüedades de Buda, transcurre en el lapso que fue gobernado por los soberanos Áyata Shatru  AshokaEntre ambos monarcas hay una línea de tiempo que abarca unos 200 años, el lapso donde ocurren estos sucesos.

El soberano Áyata Shatru o Ajatashatruse mantuvo en el poder desde el año 492 a.C hasta el 460 a.C y, según los historiadores fue contemporáneo del gran Buda. A este monarca se le reconoce por desarrollar novedosos armamentos de guerra.

Como ejemplo, poderosas catapultas y carros de guerra reformados que, contenían cuchillas metálicas giratorias. Tras el deceso de Buda, al soberano Áyata Shatru  se le encargó que resguardara y defendiera todas sus posesiones valiosas, incluyendo sus remanentes.

Soberano Áyata Shatru.

En cumplimiento de aquella petición, el soberano trasladó todas las antigüedades hacia el noreste de la India. Las sepultó en una recamara subterránea secreta, situada en Pataliputra, lo que hoy día es la metrópoli de Patna. Para cumplir con su misión Áyata Shatru  usó guardianes fuera de lo común, unos inverosimiles robots.

Una versión que cuenta el origen de los robots

conforme con algunas traducciones muy antiguas de escritos en sánscrito, reconocidos únicamente por las creencias orales chinas, hay una versión que señala el origen de los robots que custodiaron las antigüedades de Buda.

Esta historia trata de unos fabricantes de autómatas (Yantakara), que vivían la zona occidental de Roma, eran personas que dominaban el idioma griego (Yavanas). Fueron ellos quienes dominaron la tecnología de fabricar robots, y la mantuvieron en incognito por bastantes años.

Las autoridades del Imperio, les habían prohibido a los fabricantes de estas máquinas autónomas, salir de la metrópoli o, desvelar el trabajo que realizaban. ¡Realizarlo podría costarles la vida! Pero, era imposible preservar escondido para continuamente la presencia de los robots, de modo que los rumores de su presencia arribaron hasta la India.

Escultura de Buda.

¡Un adolescente artesano aprende el arte de realizar robots!

Una parte fascinante de este mito antigua India, es la que refiere cómo un adolescente artesano de Pataliputra, viajó hacia occidente para aprender el arte de realizar robots. La historia señala que, él se casó con una hija del maestro que fabricaba los fabulosos robots y por eso aprendió a hacerlos.

Solo que el adolescente poseía sus propios proyectos, llevar la tecnología robótica a su nación. Un día, impulsado por ese deseo, se robó unos planos y como pudo huyó de aquel sitio, pero no llegaría muy lejos. Al poco tiempo fue alcanzado por unos guardianes autómatas, quienes lo hirieron de gravedad.

Antes de morir, tuvo la valentía de abrir uno de sus muslos y guardar bajo su piel los planos robados. Justo mas tarde de coser sus carnes, manifestó sus últimas palabras a su hijo, pidiéndole que debía asegurarse que su cuerpo llegará a la India.

Soldados autómatas en la India

Escultura que simboliza la distribución de las antigüedades de Buda. Crédito: Wikimedia Commons / Museo de Arte de Los Ángeles.

Después de volver a su país, el hijo de aquel adolescente artesano recobró los dibujos del cuerpo de su padre y siguió al pie de la letra sus instrucciones. Fue al igual que edificó diversos robots guardianes, los cuales puso a la disposición del soberano Áyata Shatru , para que custodiaran las antigüedades de Buda.

Tras el deceso de Áyata Shatru  –dos siglos después- asumió al trono Ashoka para gobernar al poderoso Imperio Maurya entre los años 273 y 232 a.C. Movido por el interés de localizar las antigüedades ocultas de Buda, buscó incansablemente por todo el reino, hasta encontrar la cámara secreta subterránea.

La sorpresa sería muy grande para el soberano Ashoka cuando, al entrar en el compartimiento incognito, se encontró con los robots custodiando las antigüedades de Buda. La historia culmina señalando, una encarnizada y feroz lucha entre los autómatas y el monarca, quien al final gana la batalla y controla al ejército de robots.

Esta llamativa leyenda es una reducida prueba de que las ideas de edificación de autómatas se encontraba muy extendido en tiempos antiguos y además nos enseña el vínculo universal que existe desde continuamente entre la imaginación y la ciencia.

Por Alejandro