Bajo la espesa capa de hielo de la Antártida pueden ocultarse bastantes misterios. Recientes exploraciones que consiguieron perforar a más de 1 kilómetro de profundidad en el hielo, hallaron criaturas desconocidas para la ciencia. ¿Qué más podría ocultarse bajo el continente blanco? Es factible que no solamente vida asombroso esté esperando a ser descubierta, además podrían yacer allí los remanentes de un pasado grandioso no registrado por la historia oficial.
Investigadores han desvelado en cavernas fundidas en el hielo antártico por el vapor volcánico, remanentes de flora y fauna que pertenecen a razas de organismos vivos desconocidos para la ciencia.
Solíamos pensar en la Antártida como un desierto helado sin vida, pero no es así. Según investigaciones recientes, en verdad hay una gigantesca diversidad biológica en el Polo Sur, sólo que esta flora y fauna vive principalmente bajo el hielo.
Investigadores de la Universidad Nacional de Australia han desvelado vastos equipos de cavernas que envuelven uno de los volcanes activos de la Antártida (sí, hay volcanes activos), y el equipo piensa que el clima en el interior de estas cavernas pudiera ser lo bastante cálido como para preservar múltiples razas distintas de animales y plantas.
Un inmenso “planeta subterráneo”
Los expertos estudiaron el Monte Erebus, un volcán activo de la isla de Ross, y desvelaron una vasta red de cavernas fundidas en el hielo por el vapor volcánico.
Investigadores de Nueva Zelanda perforando el hielo antártico desvelaron un ecosistema submarino a 500 metros de profundidad. Crédito: NIWA / Craig Stevens
Tras examinarlas, los investigadores recogieron muestras de ADN correspondientes a musgos, algas y varios pequeños invertebrados. igualmente encontraron varias secuencias de ADN que no correspondían a ningún organismo conocido, lo que representa que en estas cavernas puede haber aun razas vegetales o animales desconocidas, a la espera de ser encontradas.
Ceridwen I. Fraser, experta principal y biogeógrafa australiana de la Otago University; manifestó en una declaración:
“Los resultados de nuestro trabajo proporcionan una idea muy inquietante de lo que podría localizarse bajo el hielo de la Antártida”.
La cercana vez, los investigadores proyectan hacer una expedición mucho más larga en las profundidades de estas cavernas para intentar de localizar rastros de enigmaticas criaturas antárticas.
Varios expertos insinúan que en las profundidades de los túneles de hielo pueden existir ecosistemas únicos. Y esto es sólo el comienzo, porque de instante la ciencia conoce 15 volcanes activos en la region de la Antártida y, quizá, cada uno de ellos está rodeado por una red de cavernas subglaciales que pueden esconder diferentes razas que incluso no se han desvelado.
Un planeta lleno de vida
Un grupo de investigadores de Nueva Zelanda reveló el ecosistema a 500 metros debajo del hielo en un estuario sospechoso, a centenares de kilómetros del borde de la plataforma de hielo de Ross.
Cuando perforaron el hielo y se adentraron en el río, su cámara se vio invadida por anfípodos, pequeñas criaturas del mismo estirpe que las langostas, los cangrejos y los ácaros.
Craig Stevens, oceanógrafo físico de National Institute of Water and Atmospheric Research (NIWA), manifestó en una declaración:
“a lo largo de un tiempo, pensamos que algo andaba mal con la cámara, pero cuando mejoró el enfoque, notamos un enjambre de artrópodos de en torno de 5 mm de tamaño.
Hemos hecho ensayos en diferentes partes de la plataforma de hielo y pensamos que teníamos las cosas bajo control, pero esta vez aparecieron grandes sorpresas.
Nos encontrábamos saltando arriba y abajo porque tener todos esos animales nadando en torno de nuestro equipo representa que nitidamente existe un ecosistema notable allí”.
Criaturas parecidas a camarones en un ecosistema submarino recién desvelado debajo de la plataforma de hielo de Ross. Crédito: NIWA / Craig Stevens
Vida mucho más abajo que el hielo y sin luz solar
En las profundidades de las plataformas de hielo de la Antártida, un grupo de expertos desvelaron docenas de formas de vida que prosperan en una reducida porción del fondo marino: un nivel sin precedentes de diversidad de razas para un entorno que jamás ha observado la luz del Sol.
David Barnes, biólogo marino del British Antarctic Survey, manifestó en una declaración:
“Si me hubiera hecho tres cuestiones al inicio del manuscrito. ¿Cuánta riqueza de vida localizaremos? No abundante. ¿Qué tan abundante será? No mucho. ¿Cómo va a ser su crecimiento? Muy lento. Y me habría equivocado en todos los puntos”.
En un entorno tan oscuro y a simple vista inhóspito, el equipo localizó pedazos de organismos vivos. Cuando se dieron cuenta de que habían hallado más de lo que esperaban, Claus-Dieter Hillenbrand, un sedimentólogo del British Antarctic Survey, recomendó mandar la muestra del fondo marino a Barnes.
Las piezas que habían sido extraídas de debajo de la plataforma de hielo, cuando se inspeccionaron con un microscopio, eran nitidamente de distintas animales. En total, Barnes identificó 77 razas distintas, múltiples más de las que razonablemente debería haber hallado. Esta muestra era incluso más rica en razas de lo que habría esperado de un ensayo de la plataforma abierta.
Múltiples de las razas identificadas eran briozoos, o filtradores estacionarios que a veces parecen un cerebro o musgo, como Melicerita obliqua y gusanos que subsisten de tubos como Paralaeospira sicula, entre diferentes.
Barnes manifestó:
“Este hallazgo de tanta vida viviendo en estas circunstancias extremas es una completa sorpresa y nos alude cómo la vida marina antártica es tan única y especial”.
Localizar una vida tan rica debajo de la capa de hielo continuamente presente es una cosa, pero aclarar por qué está allí es un tema totalmente distinto.
Gerhard Kuhn, del Instituto Alfred Wegener y líder de el estudio, dijo en un comunicado:
“A pesar de vivir a 3-9 km del mar abierto más próximo, un oasis de vida pudo haber existido constantemente durante casi 6.000 años bajo la plataforma de hielo”.
Barnes manifestó:
“Este puede ser el hábitat menos perturbado de la Tierra”.
Si bien los remanentes más antiguos poseían 5.800 años, solo han datado 20 de los centenares de pedazos. Los datos futuros muy bien pueden empujar esta estimación más hacia el pasado. Independientemente del tiempo que haya existido, está claro que la vida ha existido a lo largo de miles de años aquí en casi aislamiento.
Las indagaciones referidas a estos descubrimientos realizados en la Antártida han sido publicadas en la revista Science y en Current Biology.