Svali, Entre el uno y el dos por ciento de la población estodounidense pertenece a los Illuminati y la meta principal de estos “elegidos” es reducir la población del mundo para crear un Nuevo Orden Mundial.
Durante sus más de treinta años en la secta fue testigo y víctima de la violencia psíquica ejercida sobre los miembros para mantenerlos bajo control, conforme a programas especiales derivados del proyecto de la CIA, MK-ULTRA, así como otras técnicas de control mental.
Durante el día trabajaba en su profesión y por la noche asistía a reuniones privadas tres veces a la semana celebradas en una base militar muy protegida cerca de San Diego. Por su posición dentro de la organización pudo acceder al plan Illuminati para dominar al mundo, una estrategia que realizan desde hace tiempo delante de los ojos de los estadounidenses.
Cuenta que cada una de las siete regiones de EE.UU. tiene su centro neurálgico desde donde promueven y desarrollan sus actividades. Además tienen bases militares escondidas en zonas remotas y aisladas o en grandes fincas privadas. Estas bases se utilizan para el adiestramiento de militares y mercenarios en técnicas de combate “cuerpo a cuerpo”, control de la población, manejo de armas y todo tipo de estrategia que les capacite para asumir el control en los países donde triunfe su plan y necesiten líderes bien preparados.
El colapso programado de los gobiernos sucederá de distintas maneras, una de las cuales sería provocar un “crash”económico de proporciones mucho más dramáticas que la Gran Depresión de 1929.7 La globalización de las finanzas mundiales permitiría una crisis de este tipo mediante maniobras de las grandes bancos e instituciones financieras con control sobre las bolsas mundiales y los tipos de interés.
Esto dejaría a la población indefensa dado el nivel de endeudamiento con el Gobierno federal vía préstamos y tarjetas de crédito. Sólo con que el Gobierno reclamara las deudas por vía ejecutiva, la mayoría de la población iría a la bancarrota. Un panorama que movería al pánico financiero generalizado en todos los estados a la vez. En este estado de cosas, quedaría abierto el espacio para que los militares dieran golpes de Estado, imponiendo la ley marcial que la gente aceptaría como medio para acabar con el desorden público subsiguiente.
Los líderes militares y civiles formados por los Illuminati pondrían en práctica sus armas y técnicas especiales de control de masas. Al mismo tiempo, está prevista la estrategia para acallar cualquier movimiento de protestaante esta toma del poder por Illuminati. Cuando las condiciones así lo exijan, convocarán a muchas de sus víctimas de control mental mediante códigos de mando predeterminados para que cumplan con las órdenes grabadas en los distintos alteres de su mente.
Cuando Svali abandonó los Illuminati hace cinco años afirmaba que el uno por ciento de la población estadounidense pertenecía a la Orden, bien como miembro activo o simpatizante. Este porcentaje representa unos tres millones de personas con destreza en usar armas, controlar las masas, manejar diferentes técnicas de control mental y relacionarse con diferentes grupos paramilitares. Además de esto, estarán totalmente dedicados a la causa firmemente convencidos de poder dominar el restante 99% de la población, la mayoríade la cual no tiene entrenamiento militar.
Después de la victoria militar, la población tendría que decidir entre defender la causa de los Illuminati o rechazarla con castigos de cárcel, tortura o incluso la muerte. Es necesario recordar que estos “alumbrados”creen que nacieron “elegidos” para gobernar a las masas dóciles, fáciles de gobernar si se les ofrece un gobierno fuerte y ayudas económicas después de sufrir los efectos negativos de una economía global inestable y terribles consecuencias en el caso de discrepar.
Una vez que los banqueros Illuminati solucionen los problemas de la economía global, se crearía un nuevo sistema de cambio monetario con una economía mundial única que sostendrá el nuevo orden mundial.