Zombies. Al leer esta palabra seguro que una imagen parecido a esta te ha venido a la cabeza: no-muertos con un hambre voraz que buscan devorar a todo el que se encuentren y cuya mordedura provocaría la conversión de un reciente individuo…
Resulta que esta imagen no es muy semejante al zombie original. Figura que presenta mayor prominencia en las creencias del vudú haitianas.
No-muertos
(Public domain / markusspiske)
Según la mayor parte de narraciones haitianos, la reanimación de un muerto traería a este de reciente a la vida pero el individuo no mantendría iguales capacidades o inclusive personalidad que poseía en vida. En la mayor parte de los sucesos, sería un cuerpo con autonomía pero la persona estaría completamente alienada. Como en un estado catatónico en el que obedecería ciegamente las órdenes de quien le hubiera levantado.
Y es que particularmente en estas creencias sería un hechicero el comisionado de llevar adelante esta suerte de proceso de “zombificación” que se detallará más adelante. Él sería en adelante básicamente el dueño del zombi al que podría usar para hacer labores pesadas o inclusive podría comerciar con este reciente recurso.
Esclavitud
El reanimado, pasaría por lo tanto a transformarse en un esclavo sin voluntad alguna, obligado a obedecer a su amor, al que tuviera el control sobre él. Un motivo que nitidamente nos lleva a un dolor soportado por estas sociedades.
Se especula con que estas creencias pudieron haberse originado en África occidental, habiendo viajado al continente americano y en este suceso, al Caribe, cuando poseía sitio el comercio con esclavos. El zombie sería así una representación de la esclavitud, un hombre que no descansa ni en la muerte.
“En consecuencia, en vista de la revolución haitiana contra la esclavitud, el zombi es a veces observado como un signo del esclavo, del hombre alienado reducido a la esclavitud, una encarnación del destino con tintes prometeicos”.
ACKERMANN Hans W., GAUTHIER, Jeanine, The ways and Nature of the Zombi, en The Journal of American Folklore Vol. 104 No. 414, 1991, p.467
Cuerpo sin alma… Alma sin cuerpo
Representación artística de un zombie
Según el vudú haitiano, en varios sucesos existirían dos tipos de zombies puesto que además se creería en una dualidad de las almas. En cada individuo habría dos partes (ambas identificables con el concepto de alma actual) si bien, cada una se encargaría de diferentes funciones.
A causa de este detalle, dependiendo del alma que robara el hechicero podrían crearse dos tipos de zombies: el del cuerpo sin alma (el más habitual y el que venimos mencionando) pero además el del alma sin cuerpo. Resulta que este hechicero o “bokor” podría hacerse con el alma de una persona encerrándola en un frasco y separándola así de su cuerpo físico.
Y a este objeto se le adscribirían una sucesión de propiedades: aumentaría ciertos poderes o generaría mayor suerte. Así pues además se habría comerciado con estas botellas.
Si bien, este segundo tipo de zombi es escasamente citado y hay muy escasas referencias académicas en este sentido.
Lo que podemos ver con claridad es que los famosos zombies tan actuales en el cine y la literatura fantástica comparten ya escasos rasgos con su origen.