como es posible que una civilizacion que existio hace mas de 2 000 anos a c haya sido destruida por una explosion nuclearcomo es posible que una civilizacion que existio hace mas de 2 000 anos a c haya sido destruida por una explosion nuclear

* Mohenjo Daro es una misteriosa Ciudad encontrada bajo tierra en el valle del río Indo en Pakistán. * Dicho asentamiento presenta anomalías muy extrañas; allí se descubrieron miles de cadáveres enterrados, víctimas de una muerte repentina relacionadas con «algo que vino del cielo».

* Algunos expertos sugieren que los «Alienígenas» probablemente fueron los responsables hace mas de 4.000 años.

En el año 1902, bajo metros y metros de tierra, el arqueólogo británico John Marshall descubrió unas ruinas urbanas en Pakistán que revelaría al Mundo (por vez primera) a la Cultura del Valle del Río Indo.

Los estudios de John Marshall habrían sido completados después de su muerte por otros investigadores como WheelerMarshall Mackay Sahni, además de arqueólogos indios y pakistaníes reagrupados en el año de 1960. 

Las ruinas de Mohenjo-Daro están algo mejor preservadas que las de Harappa, la otra Gran Ciudad de la Cultura del Valle del Río Indo, por lo que constituye una mejor fuente de información acerca de dicha cultura.

En 1980 la Unesco declaró a dichas ruinas como Patrimonio de la Humanidad y se denominó como «La primer Ciudad planificada», debido a su desarrollo avanzado, «pero» éste no es el motivo al que debe su fama, sino a los extraños y misteriosos eventos que rodearon su destrucción.

El halo de misterio alrededor de la ciudad creció acorde a lo revelado por distintas investigaciones realizadas a través de muchos años. Pues en pleno desierto Pakistaní se descubrieron miles de cadáveres enterrados, víctimas de una muerte repentina.

En dicho lugar se hallaron radiaciones que superan 50 veces la permitida (o al menos la soportable por un ser humano) además de varias piedras cristalizadas y fusionadas unas con otras, lo que alimentó las sospechas de los expertos en la ufología que aseguraron (habría existido) un ataque nuclear por parte de una civilización extraterrestre, un ataque que habría terminado en un abrir y cerrar de ojos con los habitantes de Mohenjo Daro.

«Montículo de cadáveres», ese es el significado detrás de Mohenjo-Daro

El nombre surgió a partir del hallazgo inusual de centenares de cuerpos amontonados.

El investigador David Davenport, que pasó varios años en la zona, escribió un libro en el que expuso los resultados de los análisis que arrojaron los hallazgos. Los cadáveres mostraron síntomas de envenenamiento por radiación, en una dosis 50 veces mayor de la tolerada por el cuerpo humano.

La forma y poses en que se encontraron los esqueletos indicaría que la muerte les cayó encima, aparentemente en plena huida del lugar. Hasta tres miembros, de lo que se supone era la misma familia, aparecieron boca abajo tomados de la mano.

Otros dos individuos fueron descubiertos abrazados en plena calle, sin haber alcanzado a refugiarse. 

Asimismo, hallaron evidencias de lo que parecía ser el epicentro de una gran explosión, donde casi todas las estructuras de la Ciudad estaban arrasadas y el terreno cristalizado, síntomas inequívocos de que la destrucción se originó desde ese punto.

También se encontró una especie de piedra negra cristalizada que, luego de ser analizada, demostró ser nada más y nada menos que jarrones de barro quemados a más de 1600° centígrados, algo así sólo podría haberse generado con un alto nivel radiactivo. 

¿Qué o quién pudo haber generado tanta radiación?

En los relatos antiguos de la India, principalmente en sus textos sagrados (Los Vedas) se han guardado innumerables secretos que han dejado ciertos indicios sobre el tema; en donde además se habla de la existencia de «máquinas» o «aparatos extraños» que descendían de las estrellas y podían provocar explosiones mediante artefactos que, comparados con nuestros tiempos, podrían ser similares a los actuales misiles.

Estos textos Sagrados (Los Vedas), se remontarían a una época de 10.000 años A.C. y avalarían aquella teoría que afirma que seres alienígenas han visitado la Tierra en el pasado.

Quizá por eso mismo Mohenjo- Daro no sería la primera metrópoli de la antigüedad en haber sufrido un ataque que llegaba desde el cielo; ya que en esa misma dirección (en el desierto de África), se descubriría una extensión inmensa de arena cristalizada con un sorprendente color verde. Dicho detalle no pasó desapercibido para los investigadores, pues determinaron que se debía a un efecto logrado sólo con altísimos y mortales niveles de temperatura.

Tiempo después, se hizo la comparación de los restos materiales de la primera bomba atómica detonada en Alamogordo, Nuevo México con la arena cristalizada en el desierto de Africa. 

Dicha comparación indicó que: el impacto de la Bomba detonada en Nuevo México, causó la misma cristalización de color verde hallada en el desierto africano. 

Con todas estas investigaciones ya realizadas en los años 60’s, y considerando que la bomba nuclear fue creada en nuestro planeta por el Dr. Robert Oppenheimer en 1945, la pregunta de todo este misterio sería: 

¿Cómo es posible que una civilización que existió hace más de 2.000 años A.C. haya sido aniquilada por lo que a todas luces parece ser una explosión con el mismo poder destructivo de una bomba nuclear?

En este contexto y Años después de las pruebas nucleares en Alamogordo, Nuevo México, el Dr. J. Robert Oppenheimer, (el padre de la bomba atómica), daba una conferencia en una universidad cuando un estudiante preguntó si era la primera prueba atómica realizada.

«Sí, en los tiempos modernos», respondió.

El tiempo y la historia de la Tierra, parecen haber borrado los detalles de lo que realmente ocurrió en Mohenjo-Daro. Pese a lo cual, el misterio continúa creciendo, alimentado por aquellos investigadores y creyentes que afirman una realidad innegable, como son esos registros de visitas extraterrestres que allí aparecen como mudos testigos, dichos registros se encuentran esparcidos a lo largo y ancho de todo el Planeta.

Creer o no creer es decisión de cada quien.

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Por Alejandro