Paracelso creía en los cuatro elementos básicos: fuego, agua, tierra y aire, y asignó un ser fantástico a cada uno de ellos. Los seres espirituales que relacionó con el agua fueron las ondinas, con el fuego las salamandras, con la tierra los gnomos o enanos y con el aire los silfos y sílfides. Acompáñanos a conocer a las Ondinas, los seres elementales relacionados con el agua.

Ondinas, seres elementales del agua

Las Ondinas pertenece originariamente a la mitología germana. Son seres muy semejantes a las náyades de la mitología griega que eran ninfas, o diosas menores, que habitaban en los sitios de agua dulce. La palabra Ondina (también Undina) proviene de la latina “unda” que quiere decir “ola”. Paracelso fue el primero que utilizó ese nombre en 1658 en su obra “Liber de Nymphis, sylphis, pygmaeis et salamandris et de caeteris spiritibus” para el una Ondina es un ser invisible y espiritual que representa a la naturaleza, en este caso el agua dulce, que sí podemos ver. Son semejantes a los humanos pero habitan mundos propios alejados de los hombres que tienen sus sentidos limitados.

Ondine de John William Waterhouse (1849-1917)

Las Ondinas son casi siempre de sexo femenino ya que se consideraba que el agua, como elemento, también lo era. Son bellas mujeres jóvenes con largos cabellos claros que viven principalmente en lagos y cascadas en los bosques. Se cree que poseen grandes riquezas que guardan en palacios sumergidos bajo las aguas. Su bella voz, en ocasiones, se escucha sobre el ruido de los saltos de agua. Tradicionalmente se creía que las fuentes se llenaban de las lágrimas de las Ondinas y cuando una de ellas se ofendía, la fuente se secaba. Por ese motivo, los aldeanos solían dejar ofrendas en las fuentes. Su única limitación es que carecen de alma.

La leyenda de las ondinas y el alma

Esta falta de alma humana de las Ondinas es la base para una de las más conocidas leyendas sobre ellas. Para conseguir su alma inmortal deben casarse con un humano y tener un hijo con él. Cuando se case, la Ondina acortará su tiempo de vida en la Tierra pero habrá ganado la inmortalidad del alma humana, sin embargo, el esposo deberá permanecer fiel ya que, en caso contrario, morirá.

“Undine Rising from the Waters” de Chauncey Bradley Ives

Las Ondinas y las Xanas asturianas

Las Xanas de la mitología de Asturias son muy semejantes a las Ondinas. Son espíritus femeninos que viven en los cursos de agua pura y cristalina. Se cree que llegaron a la mitología asturiana desde la germánica.

Diferencias entre Ondinas, Xanas y Sirenas

Aunque son muy semejantes, las leyendas y mitos establecen algunas diferencias entre estos personajes fantásticos, principalmente por el lugar en donde viven: las Xanas lo hacen en cursos de agua viva como arroyos y cascadas; las Ondinas moran en lagos y estanques y las sirenas, además de diferenciarse por tener cola de pez en lugar de piernas, lo hacen en el mar.

Las nereidas y las Ondinas

Las nereidas eran en la mitología griega las 50 hijas de Nereo, el dios de las olas del mar, y de Doris, una oceánide. Se diferencian de las ondinas en que viven en el mar y no en el agua dulce y se asemejan a estas en el hecho de que, a pesar de ser seres acuáticos, tienen piernas y no cola de pez. También tienen melodiosas voces y suelen ser entidades amables y benéficas. Los griegos les dejaban en playas y acantilados ofrendas para conseguir su favor.

Silfos y Ondinas

Los silfos y sílfides son el equivalente a las Ondinasen el aire. Son los espíritus elementales que Paracelso relacionó con él. Seres fantásticos que representan la espiritualización de la materia. A diferencia de las Ondinas, como hay miembros de ambos sexos, son capaces de reproducirse, pero al igual que ellas, carecen de alma inmortal.

La maldición de Ondina

Existe una enfermedad conocida como “la maldición de Ondina”. El nombre de este síndrome se debe a una antigua leyenda germánica. La historia explica que una ondina se enamoró de un apuesto joven y como hemos explicado antes, las ondinas podían casarse con humanos pero estos no podían serles infieles. Se fueron a vivir juntos, pero al poco tiempo el caballero se cansó de ella y cometió adulterio. Automáticamente, el perdió la capacidad de respirar de manera automática y cuando se durmió y no pudo controlar su respiración, falleció. La enfermedad conocida como “la maldición de Ondina” designa un síndrome respiratorio que implica a imposibilidad de respirar de manera autónoma.

Podríamos afirmar que las ondinas son hadas del agua ya que así las vemos representadas en novelas, películas y dibujos. En la actualidad la palabra “ondina” se ha convertido en un nombre de mujer con cierta popularidad. ¿Conoces a alguien que se llame Ondina? ¿Sabías que existía un síndrome respiratorio que tomaba su nombre de una leyenda relacionada con las Ondinas?

Por Sandra