La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de Estados Unidos, DARPA, trabaja desde 2015 en el desarrollo de unos implantes cerebrales para mejorar nuestra memoria, claro que también podrían ser empleados para manipularla, para crear falsos recuerdos. Así lo denuncian en la web numerosos conspiracionistas que ven en estos experimentos –en principio sólo para voluntarios– una explicación a un fenómeno que tuvo su auge en la década de los noventa y que parece revivir en la actualidad. Nos referimos a las abducciones.
¿Pueden ser los secuestros alienígenas un falso recuerdo?
El término abducción fue adoptado del lenguaje legal para designar el secuestro de seres humanos por parte de extraterrestres pero, ¿y si todo fuera una ilusión? ¿Pueden ser los secuestros alienígenas un falso recuerdo? En tal caso, ¿serían un experimento de alguna agencia de inteligencia?
Fina Granados es un ama de casa que vive en Sabadell (Barcelona). A los 24 años fue testigo de un avistamiento ovni que le cambió la vida porque, a partir de entonces, su energía y vitalidad fueron menguando en la medida que aparecían unos sueños perturbadores en los que se veía tendida en una camilla y era manipulada físicamente. «Me ponían un suero y yo me desesperaba. Aquel líquido escocía mis venas» –nos confiesa. Pero lo que definitivamente dejó atónita a nuestra protagonista es el aspecto de sus captores: «Eran humanos que vestían bata blanca y, junto a ellos, había militares».
Aunque puedas pensarlo, Fina no está desequilibrada ni tampoco es un caso único. El autor de Visitantes de dormitorio, Pedro P. Canto se ha topado con otros casos de abducidos cuyos recuerdos se «implantaron» durante la hipnosis que, generalmente, se emplea para reconstruir la vivencia. «Cada vez más psiquiatras y psicólogos se aproximan al fenómeno abducción y están descubriendo cosas sorprendentes» –declara.
La idea de que las abducciones sean en realidad un falso recuerdo implantado con algún oscuro propósito ya fue sugerida por Chris Carter, creador de la serie Expediente X (X-Files en inglés)., considerado por muchos, el profeta de la conspiración, alimentó este argumento en un episodio titulado Jose Chung’s From Outer Space donde una pareja de adolescentes que regresan de una cita son protagonistas de un encuentro ovni y, posteriormente, son capturados por un par de extraterrestres. Al final resultará que la abducción fue cosa del ejército de los Estados Unidos y no de seres del espacio y que les hicieron un lavado de cerebro para que se creyeran secuestrados por alienígenas.
La CIA llevó a cabo implantación de falsos recuerdos en Alaska en la década de los ochenta
Pues bien, recientes documentos desclasificados ponen en evidencia que la CIA realizó más de 3.000 intervenciones en diversos pueblos de Alaska en la década de los ochenta respecto a implantación de recuerdos de pseudoabducciones. ¿Un experimento secreto? ¿Acaso resulta tan fácil hackear nuestro cerebro y crear falsos recuerdos?
«Un recuerdo no es más que una red de neuronas muy fácil de manipular» –explica Julia Shaw, autora del best seller The Memory Illusion. «Cada vez que explicas una historia –añade— estás cambiando el recuerdo original». Sucede con nuestros primeros recuerdos. Toda memoria previa a los dos años y medio de vida son falsos ya que nuestro cerebro no es capaz de almacenarlos. Por tanto, se han generado, probablemente, a partir de fotos de la infancia o por los que nos han contado nuestros padres. Mucha gente, sin embargo, los interioriza y convierte en «recuerdos». Con las abducciones pasaría algo similar. «Atamos cabos de cosas que nos inquietan cuando escuchamos en la tele o la radio experiencias de terceros y las interiorizamos como propias» –dice Canto. Y, añade: «con independencia de que sean o no un secuestros alienígenas, el estudio de estas personas enriquece notablemente nuestro conocimiento sobre la mente humana y el funcionamiento del cerebro».