Es un poco complicado decir qué son los mandalas, porque toda definición al respecto se queda corta para el nivel de: control, sanación, balance, concentración, concertación, amor, paz, igualdad, fraternidad y creatividad que en cada trazo sublime y compenetrado en los mismos, denota la energía del propio universo brotando del mismo ser, haciendo de los colores la carta de tonalidades con las que se pinta nuestra galaxia interior.
Se ha sabido de experiencias místicas o para algunos, de trascendencia divina o para otros, paranormales, cuando una persona que realmente sabe lo que quiere, se conecta con la vibra cósmica y libera su ser realizando los trazos necesarios, sea con lápices, espirógrafos o más rutinaria y hermosamente con rotuladores para mandalas.
No es un choque de energías, es la fusión en perfecto balance de las mismas, el universo y quien realiza el mandala y/o le colorea. Por ello, explicarlo no sale más que definiciones, realmente le recomendamos la experiencia de vivir qué son los mandalas directamente en sus cuerpos, mentes y espíritus. He allí el significado total de manera bidireccional.
Es la representación del ser humano, una energía única que se entrelaza y cruza y que interactúa en comunión con las células y fibras místicas y energéticas de la persona, ayudándoles a curar (cicatrizar) las fragmentaciones psíquicas, físicas y espirituales que pudiera llegar a tener.
Los mismos están constituidos por formas y figuras geométricas que en conjunto llegan a representar las características más relevantes y valiosas del universo y de todo lo que en él convive, logrando así el fomentar los niveles de concentración de la energía propia de cada ser humano en un solo punto durante la meditación, creando un quiebre hacia las banalidades y cuitas del mundo y enrumbándole hacia los caminos puros e iluminados del ser.
Todo esto es lo qué son los mandalas: El entretejer de la energía que ayuda a canalizar el ser, pensar y actuar de la persona en actividades prodigiosas y por ende provechosas para sí mismo, energía que se va irradiando en derredor.
Porque estar en sana paz, es algo ejemplar, que se contagia.
¿De dónde proviene el nombre?
Es fácil encontrar el origen de qué son los mandalas, pues el mismo nació en la India y su mismo nombre desvela la esencia real de los mismos, ya que dicha palabra sánscrita se enfoca en expresar la idea del pensamiento, contenido dentro de un círculo.
Y dicho pensamiento, partiendo de niveles positivos y de búsqueda de respuestas asertivas, claramente que al entrecruzarse, irá mostrando ejemplos, soluciones y variables que abran nuevas perspectivas. Algo que metafísicamente infiere al deconstrucción y reconstrucción del ser, buscando que se nuevo yo esté alineado con órdenes de paz, sabiduría, amor, salud, protección, energía positiva, visualización, trascendencia que le acarrearán un mejor porvenir.
Qué son los mandalas para la psicología
Los recovecos de la mente se reflejan en los mandalas. Por algo han sido analizados y recomendados por psicólogos y psiquiatras desde hace más de un siglo, desde que Carl Jung encontró su valor para mejorar la mente, ánimo y energía vital del ser humano a través de ellos.
Por eso lo qué son los mandalas para la psicología, se explica por la búsqueda de la individualidad en cada forma e innovación, encuentro con su propia esencia, personalidad, cordura y equilibrio, ya que éstos representan la totalidad de la mente, por abarcar tanto al consciente como al inconsciente, lo que es lo mismo, el instinto y la razón enfocados en una vía mejor, provechosa y con franco equilibrio energético.
Este es, tanto para la ciencia como para el misticismo y la espiritualidad, sin duda alguna, el mejor momento para que usted comience a realizar mandalas.