La Bruja Que Le Aterran Los Llantosla bruja que le aterran los llantos

Muchas veces es confundida con una bruja por su aspecto. Es una mujer anciana, canosa y despeinada, con un solo diente, ojos enrojecidos, nariz afilada y rostro arrugado. Su característica más relevante, sin embargo, es que tiene unas enormes rodillas que le molestan para andar, de ahí el nombre de “rodillona”.

La Bruja Que Le Aterran Los Llantos

Suele aparecerse en los caminos o sentada en el borde de los barrancos. Lo que más le gusta es asustar a los amantes solitarios y retirados en los campos y bosques; pero es ella quien se asusta cuando oye llorar a un niño o cuando se encuentra con una mujer embarazada.

Mito menor de los pueblos de Antioquia, que aparece en forma de una mujer atormentada por sus enormes rodillas, por lo cual camina muy despacio y de ahí su nombre; parece una bruja por su nariz afilada y ganchuda, ojos encendidos, rostro con muchas arrugas, cabellos encanecidos y boca grande con un solo diente.

Los arrieros de los viejos tiempos, anteriores a las carreteras, contaban que a veces veían a la rodillona como una vieja sentada en lo alto de los barrancos, con la cara entre las piernas y que producía pánico a los viajeros por sus carcajadas diabólicas.

A la Rodillona le encantan las noches oscuras, para hacer perder a las gentes de sus rutas; y goza mucho más, cuando los desorientados caen a los precipicios o a las quebradas y arroyos, muy comunes en las montañas antioqueñas y del Gran Caldas.

A veces se convierte en ventarrón para apagar los fósforos de los fumadores. Igualmente asusta a los amantes en las campiñas. Le tiene miedo al llanto de los niños y a las mujeres embarazadas.

Por Sandra