Fuerza enigmatica y no detectada está influyendo en la órbita de dos planetas extraterrestres
Dos mundos que orbitan otra estrella presentan un comportamiento distinto a lo esperado, como si fueran influenciados por una fuerza enigmatica y hasta actualmente no detectada.
En la búsqueda de un planeta alienigena habitable para la vida humana, los astrónomos a veces se localizan con planetas que subvierten las expectativas. Actualmente un ensayo actual difundido en la revista Astronomy & Astrophysics ha revelado un sistema solar completo que es mucho más raro de lo que sugerían las primeras observaciones.
Dos de los mundos que orbitan en torno de la estrella HD 3167, que se halla mas o menos a 150 años luz de separación, están orbitando en ángulo recto en relación a los mundos que suelen seguir los mundos, pasando por encima y por debajo de los polos de su estrella anfitriona en vez de en torno del ecuador, como la Tierra y diferentes mundos de nuestro sistema solar lo hacen.
Exoplaneta HD 3167 b
Pero actualmente los expertos han mapeado la órbita del mundo más interno, denominado HD 3167 b, por vez primera. Y, en vez de seguir la órbita polar de arriba hacia abajo como las diferentes dos del sistema, esta orbita comúnmente, dando la vuelta al ecuador de su estrella.
Jamás anteriormente habíamos observado algo así. Y una fuerza enigmatica, no detectada, está provocando estragos allí.
Algo inmenso ha cambiado drásticamente un sistema solar
Vincent Bourrier, de la University of Geneva, y quien dirigió el ensayo, manifestó en un reporte de The New York Times:
“Nitidamente fue una sorpresa. Esto es algo radicalmente distinto de nuestro propio sistema solar”.
De forma lamentable, es posible que ninguno de estos mundos sea habitable, pero si pudieras pararte en uno de ellos, tendrías una vista insolita.
Andrew Vanderburg, del MIT y quien dirigió el hallazgo inicial de los mundos HD 3167 c y d, manifestó en una declaración:
“Si tuvieras un telescopio y estuvieras mirando la trayectoria de los diferentes mundos del sistema, irían verticalmente en el firmamento. No es una sorpresa total localizar exoplanetas encerrados en órbitas polares.”.
Este reciente descubrimiento sucedió debido a un aparato especializado equipado en la matriz del Very Large Telescope en Chile, denominado ESPRESSO. Empleó mediciones altamente precisas de la estrella, lo que dejó a los investigadores rastrear la dirección del movimiento del mundo más interno a medida que se desplazaba entre su estrella anfitriona y nosotros, en una maniobra orbital llamada tránsito. Y este examen divulgó el ángulo de la órbita del mundo más interno.
La desalineación del sistema puede haber sido producida por un objeto invisible, y según Shweta Dalal de la University of Exeter de Inglaterra manifestó que la prueba propone la probabilidad de un mundo del tamaño de Júpiter en la órbita de la estrella principal, con un período de 80 días.
Sistema solar extraterrestre
Si esta es la fuerza enigmatica, por lo tanto su fuerza gravitacional puede haber empujado a los dos mundos externos a órbitas no convencionales, dejando el mundo más interno en su sitio solo porque la estrella anfitriona, en una proximidad mucho mayor, lo mantuvo en su sitio.
Dalal manifestó:
“Un mundo del tamaño de Júpiter pudiera ser lo bastante masivo como para inclinar los mundos”.
evidentemente, nuestro sistema solar además tiene un Júpiter, pero dado que los mundos de nuestro sistema solar poseen órbitas más amplias, la Tierra y los diferentes mundos han escapado de este desconcertante comportamiento perpendicular.
Los mundos de HD 3167, por otro lado, “están todos en el interior de la órbita de Mercurio”, en relación a su estrella anfitriona, manifestó Dalal. Colocados unidos en un plano orbital tan estrecho, las interacciones gravitacionales de cada mundo con el otro son exageradamente magnificadas.
Poseemos suerte de vivir en un sistema que es un poco menos raro y un poco más espacioso. De lo contrario, es factible que jamás hayamos evolucionado en primer sitio, y no estarías leyendo estas palabras.
Los descubrimientos de el estudio han sido publicados en Astronomy & Astrophysics.