contacto alienigena una misteriosa senal de radio proveniente del interior de la via lactea desconcierta a los expertos

Descrito como una señal de radio, fue captado por sensores de un telescopio sensible en Australia denominado Australian Square Kilometer Array Pathfinder (ASKAP). El ASKAP recogió ondas 13 veces en observaciones entre abril de 2019 y agosto de 2020. Pero no apareció en los intentos que siguieron para afirmar su presencia usando radiotelescopios en todo el planeta. Emite señales desde en las proximidades del centro de la Vía Láctea y ha abandonado a los investigadores desconcertados porque la huella digital de la señal, o la firma de radio, no encaja con ningún otro objeto conocido en nuestro cosmos.

Se han revelado señales de radio desde el cosmos anteriormente, como ráfagas de radio rápidas que proceden de estrellas jóvenes lejanas en la galaxia.

Pero es factible que estos mensajes de radio provengan de un objeto que ya sabemos.

El hecho que sea firmas de ondas de radio verdaderamente extraños hace que sea casi imposible explicarlas.

Pero los investigadores manifiestan que es más posible que sea un objeto espacial reciente y desconocido que los alienigenas.

A este enigmatico objeto se le ha provocado el nombre ASKAP J173608.2-321635.

Ziteng Wang, quien dirigió el ensayo con un grupo de investigación de la Universidad de Sydney, anotó en el escrito: «ASKAP J173608.2-321635 puede representar porción de una nueva clase de objetos que se están descubriendo por medio de investigaciones de imágenes de radio».

El escrito lo explicó como una «fuente de radio variable altamente polarizada situada en las proximidades del Centro Galáctico».

A comienzos de 2021, la señal apareció de nuevo en observaciones realizadas con telescopios en Australia y Sudáfrica.

El origen de la fuente incluso se ignora y ya se han descartado varios posibles candidatos.

Duraron un milisegundo, pero sorprendieron a los expertos.

Fue un hallazgo notable y la primera vez que se localizó una ráfaga de radio rápida (FRB) tan en las proximidades de la Tierra.

Arribó a 30.000 años luz de nuestra Tierra y ese suceso además tuvo sitio en las profundidades de la Vía Láctea.

El estudio para el artículo se dio a conocer en la revista preimpresa Arxiv y ha sido aceptada para su publicación en The Astrophysical Journal.

Por Alejandro

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