Para comprender medianamente lo que está ocurriendo en el planeta, hay que hacerse eco de informes, como “los Protocolos de los sabios de Sion”, el “Reporte Iron Mountain”, y el “Plan Kalergi”, concebido expresamente para Europa. Es, seguramente, el más disparatado del planeta de la conspiranoia. en cambio, sin admitirlo en su totalidad, hay que decir que mucho de lo que en él se propone se está cumpliendo.
Anteriormente de entrar en materia, veamos quién es este personaje denominado Richard Nikilaus Coudenhove-Kalergi, quien como múltiples personalidades del planeta político en el transcurso de los tiempos, tiene dos versiones de sí mismo, algo al igual que un medico Jekyll y un míster Hyde.
Este político, en el interior de la oficialidad, es considerado como el fundador del primer movimiento popular para la Europa unida. Dio a conocer “La pelea por Paneuropa” en tres volúmenes y “Cruzada por Paneuropa”, fundó la Unión Parlamentaria Europea y defendió el plan de un mercado habitual con moneda única para que Europa ocupara el sitio que le correspondía en el planeta. En 1950 recibiría el Premio Carlomagno por haber contribuido a una Europa unida y en paz. Hasta aquí, genial. Pero hay que leer la letra reducida de todo esto.
Este aristócrata político, masón para más señas, que aparentaba luchar por Europa y los europeos, escondía un plan diabólico que nos hace recordar el cuento de Hansel y Gretel, los niños seducidos por una bruja malvada que los hace prisioneros y los engorda para comérselos. Kalergi no puede tragarse a Europa porque murió hace casi medio siglo, pero ha sentado las bases para que la Europa milenaria de Carlomagno y Aquisgrán desaparezca, y renazca convertida en algo amorfo y sin sustancia, muy lejos de su esencia y valores. observemos qué es el Plan Kalergi y sus aviesos fines.
Este plan destructor está basado en el modelo de los animales de granja, que son dominados a causa de su escasa inteligencia. Kalergi lo dio a conocer en 1923, mucho anteriormente que sus obras citadas. Consiste en una sucesión de estrategias para que los judíos puedan gobernar Europa y el planeta. Cuando hablamos de los judíos, no nos referimos al judío de la villa liso y llano que practica su religión, sino a los fanáticos sionistas, autores de miles de tropelías y conspiraciones.
En el escrito, exibido en 28 tesis, Kalergi alude continuamente a el dominio de la villa judío, a la casta noble judía, a la casta superior y a la “Herrenrrase”. Sorprendentemente, este vocablo que utiliza Kalergi para reivindicar la superioridad de la casta judía, además fue empleado por Hitler para referirse a la casta aria.
Kalergi reconocía la superioridad de la casta blanca y su capacidad de organización. Pero él no buscaba la perfección aria como, unos años mas tarde, perseguiría el Tercer Reich, sino su destrucción, para que los judíos, llegado el instante, pudieran ejercer su dominio. Por ese motivo ideó un plan para depauperar la casta blanca: un tipo de conquista silenciosa, de genocidio sin sangre, que consistía en el mestizaje y en la emigración de personas no blancas a Europa. El objetivo era –según sus propias palabras— crear una casta mestiza pasiva, indolente y manejable, de menor inteligencia, sin capacidad para organizarse y rebelarse, por lo cual ni se darían cuenta de que estaban siendo esclavos. Esta circunstancia facilitaría que la aristocracia judía pudiera ejercer como los únicos propietarios del planeta.
¿Pero, por qué el mestizaje? Algunas tesis apuntan a las bondades del mestizaje, y solemos resaltar el que se provocó en América como consecuencia del Hallazgo. en cambio, Kalergi cogió de Joseph Arthur Gobinau las ideas que tanto habrían de influenciar en el pensamiento nacionalsocialista para conformar la ideología nazi. En su creación “Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas”, en el que Gobinau propone el dominio de la casta blanca, expone cómo, en el mestizaje, cada casta pierde sus talentos más relevantes dando sitio a una subraza degenerada, menos inteligente y capaz. Según el filósofo, la superioridad del ario es indiscutible frente a diferentes familias raciales. Así, dota a los negros de “energías groseramente potentes”, y escribe en este sentido: “Si sus facultades intelectuales son mediocres o hasta nulas, él tiene en el deseo […] una intensidad a veces terrible”. No es posible negar que la casta negra es mucho más sensual que la blanca, mejor dotada para el deporte, más emocional y bachatera y dada al baile y al jolgorio. en cambio, además es indiscutible su falta de capacidad organizadora. Gobineau considera al amarillo como menos rudo que el negro, de rasgos más redondeados y suaves, pero una casta de segundo orden que adolece de la voluntad creadora y la inteligencia y diferentes propiedades inherentes al ario de cara fino y afilado.
Para Gobinau, el estado caótico del planeta se debe a la degeneración de las razas. Dice que las villas antiguos han desaparecido porque han perdido su integridad nórdica, e igualmente puede ocurrir a los modernos, y pone estos ejemplos: “Si el imperio de Darío hubiera podido poner en el campo de batalla de Arbela, persas auténticos, a auténticos arios, […] si los romanos del basto Impero hubieran tenido un senado y una milicia formadas por elementos raciales iguales a los que estuvieron en tiempo de los Fabios, su dominación no habría tenido jamás fin”. Parece que Gobinau se olvida de la corrupción de las cúpulas, si bien estas sean de pura casta, causa por la que decaen todos los imperios.
En concluyente, para que la casta judía no tenga parangón, es imprescindible frenar el desarrollo de los blancos, y eso se consigue transformando a las villas racialmente homogéneos en una masa mezclada de blancos, negros y asiáticos. En estos mestizajes primarían las propiedades de la villa inferior y menos civilizado. Kalergi les atribuye indolencia, brutalidad, infidelidad, y “diferentes propiedades que es imprescindible fomentar” para que así relumbre la villa judío y pueda gobernar y manipular a sus anchas.
Sorprendentemente, entre sus apoyos estaba el banquero Max Warburg, que puso 60.000 marcos a su disponibilidad y tambien Winston Churchill y diferentes políticos, varios de los cuales fueron más tarde genocidas del Reich, como Edward Benesch.
Kalergi, a pesar de que su nombre suena mucho menos que los de Adenauer o De Gasperi, jugueteó un notable papel como agente doble, cuya influencia llega hasta hoy día y nos pesa como espada de Damocles. Es el elector del color azul de la bandera europea y el creador de la Europa multicultural, multirracial y cosmopolita, es decir, el ideólogo de la destrucción del Viejo Planeta. Es asimismo el ideólogo de la restricción del poder ejecutivo de los parlamentos y los gobernantes. Es decir, la pérdida de soberanía de los Estados, nuestra conversión en meros esclavos de Bruselas, se la debemos a este masonazo de tomo y lomo que debió pactar con el diablo esta situación, mucho anteriormente de que viéramos escrito el nombre de Maastricht.
Todo esto aclara la situación europea y la calidad y el talante de nuestros políticos y su inclinación de cabeza ante “Europa”, como ante nuestro amo. En verdad, somos solamente los peones del Plan Kalergi. Casi todos los políticos son masones, y entre ellos se homenajean con galardones y premios. El canciller Helmut Kohl recibió el “Premio Coudenhove-Kalergi” por contribuir a la consecución de su plan.
Se suele decir que la democracia es el menos malo de los equipos de gobierno. Kalergi considera que los hombres son incapaces de gobernarse a sí mismos. Solo considera a la aristocracia judía capaz de dirigir. Por ese motivo promueve un Reciente Orden Mundial, una dictadura sin libertad. Él impulsa un pacifismo buenista entre las naciones, pero admite la violencia para la villa judío, para imponer su liderazgo y supremacía. Quiere que la pólvora, el oro y la tinta estén en manos de la “casta superior judía”, es decir, el poder militar, las finanzas y la prensa.
La verdad es que los objetivos Kalergi se están cumpliendo al pie de la letra, igual que los Protocolos. Lo hemos expresado unas líneas más arriba: con movimientos migratorios en masa, proyectos Schengen, mestizaje, debilitamiento y desmembramiento de los estados y pérdida de soberanía, leyes buenistas en exceso garantistas, crisis económicas, revueltas y terrorismo. La conclusión es un caos guiado donde en las masas de manipulados brota lo mas sencillo y primario de su esencia animal.
Esta situación, creada artificialmente en un despacho de caoba, tiene como agravante la manipulación del corazón de los individuos buenas y solidarias, entre ellas las cristianas, cuya religión manda repartir, dar posada al peregrino y dar de comer al hambriento. Decimos esto por los mensajes de la Iglesia para que se acoja a los refugiados. No queremos decir que los no cristianos no colaboren. La ciudadanía continuamente contesta positivamente en estos sucesos. Por ese motivo es incluso más denigrante que nos presenten imágenes falsas de niños fallecidos, que se hacen virales, que han sido creadas para manipular nuestras conciencias y que abramos los brazos a la avalancha de refugiados –aun a costa de nuestros intereses—, para cumplir con el plan de destrucción de Europa. En bastantes sucesos nos toca sufrir el “síndrome de Viridiana”, llevado a su mayor extremo. Está habiendo demasiados sucesos de mujeres agredidas y violadas por refugiados a los que habían dado cobijo y cariño. Inclusive varios sucesos de asesinato.
Que hay una conspiración para terminar con la casta blanca, parece indiscutible. Y nosotros somos sus cómplices, sus tontos útiles. Llama además la atención lo fácilmente que hemos interiorizado las bondades del denominado multiculturalismo y las excelencias de ser negro, gitano o árabe. Así, se habla del “Black Power”, como algo digno de ser resaltado y nadie se escandaliza, ni ve en ello un acto de racismo. Pero si hiciéramos alarde del “White Power”, con la misma dosis de orgullo, nos llamarían racistas, y si me apuran, podríamos ser llevados a los tribunales y condenados por inducir al racismo y a la xenofobia o por cualquier otro de los modernos decretos progres.
Para ello hubo que destruir el elemento aglutinador, el colágeno de las naciones: un cristianismo unificador trufado de latines y cantos gregorianos, que igualaba al español y al alemán y los unía bajo una misma bandera. Esta riqueza milenaria está quedando diluida en las constituciones y obeliscos masónicos y demás parafernalia laicista.
Pudiera ser que el Plan Kalergi fuera un “fake” y que al citado masón tuviéramos que devolverle los honores, pero creemos que no.
La entrada El Oscuro Plan Sionista “Kalergi” y la Destrucción Total de Europa se dio a conocer primero en Planeta escondido.
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