Este signo antiguo se puede localizar en diversos sucesos desde la antigüedad, varios de los cuales se remontan a la Edad de Roca tardía o a la Edad del Bronce temprana. Se han desenterrado bastantes símbolos laberínticos en el Cáucaso, representados en tallas rupestres o tallados como adornos en madera.
Los laberintos se utilizaban para atrapar a los espíritus malignos o malignos, al igual que para actuar como un pasaje para rituales y bailes. igualmente se ha empleado como metáfora del largo y complicado viaje que debe emprenderse para conversar con Dios, con una sola voz que simboliza el nacimiento y el centro que simboliza a Dios.
Los griegos identificaron el palacio de Knossos en Creta, desvelado por Arthur Evans a principios del siglo XX, con la palabra laberinto, que es de origen pre-griego. En una inscripción lineal B, la palabra se escribe como da-pu-ri-to. Labyrinthos puede derivarse de labrys, una palabra lidia para «hacha de doble hoja», como propuso Maximilian Mayer en 1892.
Evans avaló que el palacio de Knossos era el laberinto original y que el laberinto se puede traducir como «la casa del hacha doble» debido a que el motivo del hacha doble apareció en los remanentes del palacio.
Se han hallado símbolos exactos en diferentes palacios de Creta, así pues es factible que esta clasificación no se haya restringido a Knossos. en cambio, según Nilsson, el «hacha doble» no es un arma en Creta y continuamente acompaña a diosas o mujeres, jamás a una deidad masculino.
La palabra laberinto a veces se usa indistintamente con la palabra laberinto en inglés. en cambio, bastantes historiadores y entusiastas actuales ven un contraste entre los dos a causa de la larga historia del legendario Laberinto de la representación unicursal.
Un laberinto es un complejo rompecabezas ramificado de diversos cursos con opciones de ruta y dirección en este uso especializado, mientras que un laberinto unicursal tiene solo un camino hacia el centro.
En este sentido, un laberinto tiene un camino despejado hacia el centro y la espalda y no presenta dificultades de navegación.
A partir del siglo XVII, se pueden localizar laberintos en manuscritos indios y escritos tántricos. A veces se les conoce como «Chakravyuha», mas tarde de una estructura de batalla invencible mencionada en la epopeya del Mahabharata. Lanka, la legendaria capital de Rvana, se caracteriza por ser un laberinto.
Abundante gente aun usa laberintos para meditar en los tiempos modernos.
Como porción de su camino hacia la iluminación, caminan en torno de los círculos para alcanzar un estado contemplativo. El camino circular y sinuoso en torno del Laberinto además se interpreta como un signo de integridad.
Algunas personas lo interpretan como un viaje en el interior de sí mismos para revelar su propio centro o el conocimiento hondo oculto en su ADN.
Los patrones de geometría sagrada desvelados por este laberinto circular permiten que el planeta físico se conecte con el orden cósmico y los planos superiores del ser.