Bajo las órdenes del líder fascista, los expertos utilizaron centenares de cubos de uranio para tratar edificar un reactor nuclear. Cuando los neutrones bombardearon los átomos de uranio-235 en los cubos, los átomos se habrían fraccionado, liberando colosales cantidades de energía. El reactor fue desmantelado por las fuerzas aliadas al final de la Segunda Guerra Mundial, y los 664 cubos de uranio, que habían sido sepultados, se mandaron a Estados Unidos.
Actualmente, los investigadores del Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico (PNNL) han anunciado los resultados iniciales de una evidencia de autenticidad.
Las técnicas además podrían auxiliar con las investigaciones encima del tráfico ilícito de material nuclear, confirman.
En diciembre de 1938, los físicos Lise Meitner y Otto Frisch hicieron el asombroso hallazgo de la fusión nuclear en un laboratorio de Berlín que revolucionaría inmediatamente la física nuclear.
Poco mas tarde, el Plan Manhattan entre EE. UU., Reino Unido y Canadá que dio origen a las bombas atómicas que se arrojaron sobre Japón al final de la guerra.
El proyecto de armas nucleares alemán, conocido informalmente como el Uranverein, pasó por varias fases de trabajo, pero al final fue «congelado a nivel de laboratorio».
Hitler quería atar las bombas a sus cohetes V2 que habían reinado en Gran Bretaña durante el Blitz.
Por suerte, los nazis al final fracasaron en la búsqueda de lograr un vasto avance en la tecnología nuclear cuando acabó la guerra.
Brittany Robertson de PNNL manifestó: «Me alegra que el proyecto nazi no estuviera tan adelantado como querían que fuera al final de la guerra, porque de lo contrario, el planeta sería un sitio muy distinto».
Diversos equipos estaban explotando varias opciones para el Fuhrer.
Un cubo, sellado en una caja protectora, se localiza en el Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico (PNNL) con ubicación en Richland, Washington, pero nadie está seguro de cómo llegó allí.
Para probar los orígenes del cubo, la Sra. Robertson empezó a modificar algunas técnicas analíticas para combinarlas con procedimientos forenses.
Ha recurrido a la radiocronometría, la versión del campo nuclear de un procedimiento que usan los geólogos para definir la edad de las muestras basándose en el contenido de isótopos radiactivos.
Podría desvelar dónde se sacó el uranio original, lo que podría señalar si fue producido para el conjunto Heisenberg o Diebner.
Los expertos presentarán sus resultados en ACS Fall 2021, la reunión de otoño de la American Chemical Society (ACS), que se celebra esta semana.