Uno de los guardabosques encargados de vigilar el Gran Cañón, se encontró con una insolita estructura. Investigadores afirmaron que este material forma parte a una Nave Extraterrestre.
Esta es una evidencia más que se suma a una larga lista de pruebas que evidencian que, en la antigüedad, nuestro mundo fue visitado por entes de diferentes planetas.
Enterrada bajo las áridas tierras del Gran Cañón, se localizó una colosal carcasa de un metal desconocido por los investigadores.
Las dimensiones de esta estructura abarcaba todo el fondo en el que se localizó. O eso fue lo que manifestó un grupo de expertos que realizó seguimiento al descubrimiento, los cuales prefirieron mantenerse anónimos.
Los examen de carbono que se le hicieron al metal, demostraron que el objeto podría tener una datación del año 2000 a. C. De esta manera, la insolita estructura tendría un total de 4.000 años de antigüedad.
conforme con varios especialistas, el equipo encargado de investigar el hallazgo es una facción militar que trabaja secretamente todo lo vinculado con los OVNIs.
La deducción a la que arribaron ciertos ufólogos sobre la estructura es que se trata de una nave extraterrestre, la cual tuvo un aparatoso incidente hace 4 milenios.
La sustancia metálica con la que se fabricó la nave es completamente sin identificar. Del caparazón se desprende una leve radiación. asimismo, de acuerdo a los datos filtrada, la inmenso carcaza fue retirada y protegida inmediatamente.
El astrónomo Henry Leaumont, con residencia en California, manifestó para el portal web Weekly World News, mas tarde de que se le mostraran ficheros confidenciales de la Fuerza Aérea de Estados Unidos encima del suceso.
Leaumont manifestó que sus contactos le dijeron que, definitivamente, la estructura no era de origen terrestre. Se trataba de una nave extraterrestre que albergó entre 12 a 20 pasajeros.
“Extraterrestres hace 4.000 años en la Tierra”
Las propiedades de la cabina insinúan que los personal de los tripulantes poseían una fisionomía parecido a la humana, si bien mucho más pequeños. por lo visto, respiraban oxígeno y guiaban la nave por medio de un sistema de dirección magnética. igualmente poseían alacenas que almacenaron suministros de comida y agua.
La nave sufrió diversos daños al chocar con la roca caliza del suelo del Gran Cañón, en las proximidades de un sitio conocido como Comanche Poiint.
Una inspección detallada de la zona del aterrizaje demostró que los entes que tripulaban la nave extraterrestre abandonaron el sitio. Dejando así la nave abandonada, habitando las proximidades por varios años.
«Esta impresión está ratificada por pinturas rupestres indias realizadas en su instante. Las pinturas localizadas en las proximidades del sitio del incidente, exponen misteriosas criaturas humanoides con cabezas bulbosas.
Los investigadores admiten que estas criaturas fueron los entes que arribaron en la antigua nave extraterrestre. La nave está formada de una fibra metálica exageradamente ligera».
En relación a la nave extraterrestre, esta mide en torno de 15 metros de ancho y 31 de largo. Se podría considerar como el descubrimiento más notable en relación a los OVNIs de la historia, razón bastante para que el gobierno estadounidense lo ocultara.
Esta no es la primera evidencia que la élite gubernamental del mundo oculta. conforme a los investigadores, es por medio de ella que actualizan tecnológicamente sus vehículos militares. Quién conoce que podría aportarles esta nave extraterrestre.