como los cientificos capturaron imagenes del kraken luego de siglos de busquedacomo los cientificos capturaron imagenes del kraken luego de siglos de busqueda

Según la mitología escandinava, el Kraken es una gigantesca y gigantesca criatura marina que se asemejaba a un pulpo o calamar gigante que, emergía de las profundidades del océano, y atacaba a barcos y devoraba a los marineros.

Architeuthis dux, el calamar más grande del planeta conocido, es sorprendentemente tímido ante las cámaras.

El escurridizo calamar gigante se ha abierto camino en las tradiciones durante miles de años, inspirando historias de temibles krakens con cuerpos tan grandes como islas. En verdad, A. dux es un poco más pequeño que eso, capaz de crecer hasta unos 14 metros de longitud, mas o menos la longitud de un semirremolque.

Pero a pesar de su tamaño, estos cefalópodos casi jamás se observan en el agua; la mayor parte de las observaciones de los gigantes proceden de calamares fallecidos o moribundos que llegan a las costas o quedan atrapados en redes de arrastre de aguas profundas. Eso al final cambió en 2012, cuando un grupo de investigadores marinos filmó un adolescente A. dux en su hábitat natural, a unos 630 metros bajo el mar al sur de Japón.

Actualmente, un ensayo difundido en línea en la revista Deep Sea Research Part 1: Oceanographic Research Papers profundiza en por qué estos gigantes de las profundidades son tan escurridizos y aclara cómo un grupo de expertos pudo atrapar las primeras imágenes de A. dux en su hábitat natural en 2012, y de nuevo en 2019 en el Golfo de México.

Según los autores del ensayo (bastantes de los cuales estuvieron actuales en el avistamiento de calamar gigante de 2019), la evasión de la criatura se debe, en parte, a sus colosales ojos.

Los calamares gigantes pueden vivir a miles de metros por debajo de la superficie del océano. Muy poca luz solar puede penetrar a esta profundidad, así pues para amoldarse, el calamar gigante desarrolló los ojos más grandes del reino animal. Cada uno de los colosales ojos de estos cefalópodos son tan grandes como un balón de baloncesto, mas o menos tres veces el circunferencia de cualquier otro animal.

Estos colosales ojos no solamente ayudan a los calamares gigantes a recorrer el océano hondo y oscuro, sino que quizá además los hacen más delicados a las luces relucientes que los expertos marinos montan en sus sumergibles y cámaras submarinas, según los autores del ensayo. Esa sensibilidad podría aclarar por qué los calamares gigantes son tan complicadas de localizar en sus hábitats naturales; para cuando un vehículo de investigación llega a las zonas de natación de un calamar, hace tiempo que el calamar huyó de las luces y vibraciones de la nave.

Ocho patas largas y elegantes se despliegan mientras el calamar inspecciona la e-jelly en el Golfo de México. Crédito: captura de pantalla del video cortesía de Edie Widder y Nathan Robinson

Para corregir esta sobreiluminación, los expertos implicados en los avistamientos de A. dux de 2012 y 2019 apagaron las luces de su sumergible (denominado Medusa). Posteriormente de alcanzar las profundidades deseadas, Medusa apagó sus luces y dejó de desplazarse, permitiendo que las criaturas de las profundidades se acercaran a ella en vez de navegar activamente por el fondo del mar. El equipo además iluminó su cámara con una luz roja tenue en vez de las luces blancas relucientes que se usan comúnmente en expediciones como estas, aprovechando el daltonismo natural de las profundidades marinas.

Los autores del ensayo escribieron:

“Múltiples razas de aguas profundas, incluido el calamar, poseen equipos visuales monocromáticos que se adaptan a la [luz] azul y la bioluminiscencia azul en vez de la luz roja de largo de onda larga. El uso de la luz roja puede ser, por tanto, un procedimiento menos molesto para iluminar las razas de aguas profundas para la videografía”.

Los expertos además utilizaron la atracción de los calamares por la luz azul a su favor, equipando a la Medusa con un señuelo personalizado que llamaron E-Jelly. Este pequeño anillo giratorio de luces azul neón se ubicó en el extremo de un brazo robótico extendido, imitando el movimiento y el brillo de una medusa bioluminiscente.

El calamar de 3 metros se filmó frente a las costas de Japón

El calamar de 3 metros se filmó frente a las costas de Japón. Crédito: Discovery Channel

El señuelo funcionó, extrayendo a A. dux de la oscuridad tanto en 2012 como en 2019. En realidad, el calamar gigante avistado en el Golfo de México se encontraba muy convencido por la pantalla de E-Jelly; como exponen las imágenes del encuentro, el calamar gigante intentó atacar el brazo de la cámara de Medusa con sus tentáculos con la esperanza de llevarse a casa una buena comida de medusa. (Este asalto dejó al equipo medir los tentáculos del calamar, que parecían tener casi 1.8 m, de largo).

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Esta estrategia de combinar equipos con poca luz con cebos bioluminiscentes al parecer el procedimiento conocido más eficaz para timar al calamar gigante para que salga de su escondite, concluyeron los expertos. Ese es un truco útil, dado que hay mucho que aprender encima del comportamiento del kraken que solo puede salir a la luz en la oscuridad de su hábitat natural.

El ensayo investigador ha sido difundido en Deep Sea Research Part 1: Oceanographic Research Papers.

Por Alejandro