¿Una simulación creada de la Tierra? Esto podría recordarnos a la película The Matrix, en cambio es un plan que se está llevando en cabo ¡en el planeta real!
Un grupo de investigadores europeos han comenzado a trabajar en un ambicioso plan para predecir el futuro del cambio climático: volver a construir una versión virtual de toda la Tierra que pueden utilizar para representar distintas escenarios.
Se espera que el «gemelo digital» de la Tierra, como se explica en un estudio publicada este mes en la revista Nature Climate Change, sirva como un tipo de caja de arena que permitirá a los investigadores investigar los impactos de diferentes políticas climáticas y diferentes factores cuando sea necesario.
Al alimentarlo con datos climáticos y meteorológicos precisos, al igual que datos sobre actividades humanas, los expertos esperan que los ayude a revelar qué pasos ayudarán y no ayudarán a salvar el medio ambiente y mitigar el cambio climático global.
Destination Earth
Cortesía: europa.eu
El mundo virtual es parte de un proyecto de diez años de la Unión Europea denominado Destination Earth. El objetivo final es establecer un curso de acción que ayude a Europa a lograr la neutralidad neta de carbono para 2050, según un comunicado de prensa de ETH Zurich encima del plan, por lo que ser capaz de modelar los impactos de distintas políticas pudiera ser de gran auxilio.
Peter Bauer, co-iniciador de Destination Earth y subdirector de investigación en European Centre for Medium-Range Weather Forecasts (ECMWF), manifestó en un comunicado de prensa:
“Si está planificando un dique de dos metros de altura en los Naciones Bajos, como ejemplo, puedo analizar los datos de mi gemelo digital y comprobar si es muy posible que el dique aun proteja contra los acontecimientos extremos esperados en 2050”.
Bajo edificación
los investigadores detrás de Destination Earth indican decenios de mejoras en los modelos meteorológicos y climáticos como evidencia de que el plan podría funcionar.
Pero además manifiestan que necesitarán trabajar en estrecha cooperacion con investigadores e ingenieros informáticos para edificar un modelo capaz de todo lo que desean que pueda realizar, según una noticia difundido el lunes en la revista Nature Computational Science, porque edificar una simulación tan sofisticada requiere equipos especializados y quizás inclusive supercomputadoras más avanzadas que las que hay en el presente.
Los descubrimientos de el estudio han sido publicados en la revista Nature Climate Change.