Un experto de la Universidad de Londres, avaló haber hallado evidencias que apoyan el relato bíblico de la Torre de Babel.
Para algunas personas, la Biblia es solo un buen texto que tiene en su interior historias y fábulas aleccionadoras. Para diferentes, es un texto divino que recoge los pensamientos del Creador del ser humano, un escrito al que suelen llamar la palabra de Dios. Actualmente bien, es extraño que un maestro no creyente haga confirmaciones que parezcan apoyar el registro bíblico, como el conocido relato de la Torre de Babel.
La historia bíblico de la Gran Torre de Babel
Imágenes ilustrativas del la Torre de Babel. Public Domain
En el capítulo 11 de texto bíblico de Génesis, la Biblia cuenta que los entes humanos decidieron realizar una gran torre con la pretensión de llegar al firmamento. Aquello era más que un intento de obtener fama y renombre, y pretendía oponerse a la voluntad de Dios.
Este asentamiento humano llegaría a ser una gran metrópoli que evitaría que el hombre se dispersase por la Tierra, como Dios había mandado. La historia del Génesis agrega una idea más: para ese instante, toda la sociedad hablaba un mismo idioma.
Es interesante que los lingüistas modernos concuerdan con que en el pasado hubo un único lenguaje hablado por toda la sociedad. Sin ninguna barrera lingüística que sirviera de obstáculo, aquel montón de personas emprendió la tarea de edificar el edificio más alto nunca conocido.
Dios interviene
El Génesis señala que aquella enorme edificación vio su punto final cuando el propio Dios intervino para frustrar los proyectos del hombre. Entendiendo las consecuencias que tendría el que la sociedad siguiera hablando un mismo idioma, el Creador utilizó su infinito poder para imponerle distintas lenguas y así confundirlos.
Así, de forma sorpresiva, los constructores ya no pudieron comunicarse con fluidez, y un grupo lingüístico tras otro fue dejando las obras hasta que todo el trabajo cesó. A aquel asentamiento primitivo se le denominó Babel, que en el idioma original del relato simboliza ‘desconcierto’.
Evidencias arqueológicas que apoyan el relato bíblico
Por decenios, diversos investigadores e historiadores se han dado a la tarea de desprestigiar el registro bíblico. Desde que Charles Darwin planteó dudas encima del relato de que la creación ocurrió en seis días, bastantes más comenzaron a dudar de su verdad. Se preguntaban, ¿qué más puede haber en la Biblia que no sea cierto?
Durante el siglo XIX, arqueólogos e historiadores desvelaron que los soberanos asirios descritos en la Biblia eran autenticos, y que había respaldo arqueológico que lo corroboraba. Estos y diferentes descubrimientos hicieron que el enfoque cambiara, por lo menos un poco, y empezaran a preguntarse, ¿cuánto más hay de cierto en la Biblia?
Hace poco, el Dr. Andrew George, maestro de Historia de Babilonia en la Universidad de Londres, avaló haber hallado evidencias que apoyan el relato bíblico de la Torre de Babel. Al examinar una tablilla de cerámica descubierta hace cien años en Babilonia, localizó una alusión directa a la colosal edificación.
Un examen próximo a las evidencias arqueológicas
En la tablilla babilónica puede observarse el aspecto que poseía el zigurat conocido como la Torre de Babel. Se distinguen siete niveles en la edificación, y se ve además al soberano con su sombrero cónico y su cetro. Un poco más abajo, se puede leer la orden real de edificar la torre.
La tablilla se halla finamente grabada con un relieve que muestra imágenes del soberano y la Torre. Crédito: Captura de vídeo Smithsonian.
En realidad, el rótulo puede leerse fácilmente, y dice «Etemenanki, Ziggurat Babel», que simboliza ‘El zigurat de la metrópoli de Babilonia’. asimismo, el escrito suministra información encima del reclutamiento de los obreros para llevar a cabo la edificación. La transcripción del escrito señala que el soberano ordenó traer constructores desde el Mar Mediterráneo hasta el Golfo Pérsico.
Una evidencia más que confirma la verdad bíblica
Ya los investigadores pensaban que el soberano Nabucodonosor II había mandado a edificar un zigurat en Babilonia después de transformar a esta metrópoli en capital de su imperio. La tablilla examinada por el maestro George confirma esta hipotesis y establece que el relato bíblico de la Torre de Babel puede basarse en un hecho histórico real.
Por otra parte, los arqueólogos admiten que la Torre de Babel poseía unos 90 metros de lado en su base y 90 metros más de alto. En la actualidad, solo quedan escasos pedazos de las ruinas de esta edificación, ya dispersos y destruidos.