La Unión Soviética se cogió en serio los ovnis. La KGB y el Ministerio de Defensa soviético tenían unidades dedicadas a recoger y analizar información sobre la actividad paranormal. Los investigadores militares inclusive afirmaron conocer cómo «convocar» ovnis y realizar contacto con ellos.
Al primer ministro ruso Dmitry Medvedev se le hizo una duda extraño. Un corresponsal de REN TV le preguntó, como expresidente, si era cierto que, al lado con el maletín nuclear, al jefe de Estado se le presentó una carpeta clasificada con componentes sobre ovnis.
Dmitry Medvedev manifestó que esto era cierto. Según el primer ministro, además de la carpeta, al jefe de Estado se le presentó un informe de los servicios misterios, cuya tarea era dominar a los alienigenas en territorio ruso.
Cuando el reportero le preguntó si había bastantes alienigenas viviendo entre nosotros, Medvedev se negó a dar más detalles, «para no crear pánico». en cambio, propuso que aquellos interesados en el asunto vean una «crónica documental» llamada «Hombres de negro».
Por supuesto, esta contestación puede tratarse como una broma. Hablando en serio, en cambio, tanto en la Unión Soviética como en la Rusia moderna, el asunto de los ovnis y diferentes fenómenos paranormales fue y sigue siendo catalogado, y ninguno de los empleados públicos dirá nada al respecto públicamente.
Por otra parte, hay investigadores que ya no ocupan puestos superiores y, por tanto, poseen más margen de maniobra. Varios ex oficiales militares soviéticos de alta jerarquia han decidido hace poco levantar el velo del incognito encima del enigma de los ovnis.
Ocurrió a fines de marzo, en la conferencia Zigel Readings que lleva el nombre de Felix Zigel, un astrónomo y matemático soviético a quien se le atribuye en gran medida el mérito de haber sido el fundador de la ufología en Rusia. Este suceso semestral se celebra en Moscú desde hace más de 20 años y está empleado al ensayo de los fenómenos paranormales.
Durante bastantes años, los informes de avistamientos de ovnis fueron tratados en la Unión Soviética como no ciencia o ficción que no merecía la atención de investigadores serios. Solo unos escasos entusiastas como Felix Zigel se dieron cuenta de que esos hechos debían estudiarse seriamente.
En la década de 1960, Zigel pronunció múltiples conferencias públicas encima del asunto, lo que llevó a los voluntarios a unirse a la tarea de recoger información sobre OVNIS.
El instante decisivo para la actitud oficial hacia los ovnis llegó en 1978, cuando centenares, si no miles, de personas en Petrozavodsk vieron un raro objeto luminoso en el firmamento durante varias horas.
Los servicios de emergencias locales fueron inundados con cartas y llamadas de miembros del público asustados. Inclusive los naciones vecinos pidieron a la Unión Soviética que explicara qué enigmatico ejercicio militar estaba llevando a cabo.
La gota que colmó el vaso fue una carta del académico Aleksandrov, padre fundador de las centrales nucleares soviéticas, en la que afirmaba que sería una equivocación seguir ignorando este asunto. Según él, era necesario establecer proyectos especiales para investigar estos sucesos.
La fuente de esta historia es Vasily Yeremenko, un general mayor retirado del FSB e experto de la Academia de Seguridad, Defensa y Asuntos Legales y del Orden. En ese instante, Yeremenko estaba a cargo de la división de la KGB que supervisaba la fuerza aérea y la fabricación de aviones. Fue su división a la que se le encomendó la tarea de recoger todos los informes de avistamientos de ovnis.
En ese instante, como Yeremenko le manifestó a RBTH, había habido una acumulación de noticias sobre cuantiosos sucesos paranormales. Las unidades de tropas de misiles inclusive recibieron instrucciones sobre cómo comportarse en suceso de que detectaran un ovni: lo principal era no actuar de una forma que pudiera crear una oportunidad para una agresión de represalia.
A principios de la década de 1980, se llevó a cabo un experimento para «convocar» un ovni en un campo militar en la zona de Astracán. Para por lo tanto, los investigadores se habían dado cuenta de que los ovnis se avistaban con asiduidad en áreas de «alta tensión», como ejemplo, durante evidencias de armas o cuando había un gran numero de material militar reunido en un área.
“Se podría decir que, durante ese experimento, aprendimos cómo convocar un OVNI. Para conseguirlo, habría un fuerte aumento en el número de vuelos realizados por aviones de combate y mucho movimiento de hardware. Por lo tanto aparecieron los ovnis con una posibilidad de casi el 100 por ciento ”, manifestó Yeremenko. Según él, la mayor parte de los objetos parecían esferas luminosas.
Con el tiempo, todos los participantes del experimento se acostumbraron tanto a estos sucesos que los dieron por sentado. Varios inclusive intentaron realizar contacto con los objetos.
“Se veía así: una persona en el suelo agitaba los brazos, dos veces hacia la derecha y dos hacia la izquierda. La bola en el firmamento reaccionaría a ella balanceándose dos veces hacia la derecha y despues dos hacia la izquierda. No teníamos idea de cómo aclarar eso ”, manifestó Yeremenko.
Al final, los militares, al lado con los investigadores que participaron en el experimento, arribaron a tres conclusiones principales. Primero, estos pueden ser fenómenos naturales que la ciencia moderna incluso no es capaz de aclarar. En segundo sitio, pueden ser equipos de reconocimiento estadounidenses o japoneses. Al final, estos pueden ser objetos alienigenas.
En estos días, los ovnis han sido relegados a las páginas de los tabloides sensacionalistas. Por eso, como estima Yeremenko, los investigadores serios no osan a dar a conocer su actitud hacia este asunto y permanecen en silencio.
En conversaciones privadas con pilotos y cosmonautas, más de una vez ha escuchado historias de ovnis, pero no desean hablar de ello públicamente. Incluso así, el investigador está convencido de que este asunto debe tomarse en serio como una cuestión de seguridad.