el hubble capta un brillo inexplicable procedente de una enorme explosion de rayos gammael hubble capta un brillo inexplicable procedente de una enorme explosion de rayos gamma

Hace ya demasiado tiempo, en un sitio remoto del Cosmos, una enorme y súbita explosión de rayos gamma liberó en medio segundo más energía de la que el Sol producirá durante toda su vida. En mayo de este año, y al mismo tiempo que media sociedad permanecía confinada en sus viviendas, la brillantísima luz de ese corto flash llegó por fin a la Tierra, donde fue detectada primero por el observatorio Swift Neil Gehrels de la NASA.



El Hubble capta un «brillo inexplicable» procedente de una enorme explosión de rayos gammaLa imagen muestra el inesperado brillo en el infrarrojo próximo captado por el telescopio espacial Hubble

En seguida, los investigadores reclutaron a diferentes telescopios, entre ellos el Hubble, además de la NASA, el observatorio de ondas de radio Very Large Array, el W. M. Keck, en Hawaii, y la red del Telescopio Global del Observatorio Las Cumbres. Todos ellos apuntaron hacia el sitio de la explosión para tratar de ampliar la información disponible. Pero fue el Hubble el que dio la sorpresa.

Según las observaciones llevadas a cabo con los demás telescopios en las longitudes de onda de los rayos X y la radio, en efecto, el Hubble no debería haber contemplado lo que vio. Los astrónomos se quedaron con la boca abierta al comprobar que el veterano telescopio espacial había captado una emisión en el infrarrojo próximo que era diez veces más reluciente de lo previsto. Un resultado que, por sí solo, pone en jaque a las hipotesis convencionales de lo que sucede durante una explosión de rayos gamma, uno de los acontecimientos más energéticos de cuantos se producen en el Cosmos.

¿Qué había ocurrido? Una probabilidad era que lo que observaron los astrónomos fue el nacimiento de un magnetar, un tipo de estrella de neutrones muy intensa y con un campo magnético desproporcionadamente intenso.

Una pieza que no encaja

«Lo que observamos -asegura Wen-fai Fong, de la Universidad Northwestern en Evanston, Illinois- por supuesto no se ajusta a las aclaraciones tradicionales de los GRB (Gamma Ray Burst o Estallidos Rápidos de rayos Gamma). Dado lo que conocemos sobre las emisiones de radio y rayos X de esta explosión, los datos del Hubble simplemente no coinciden. La emisión en el infrarrojo próximo observada por el Hubble es muy reluciente. Es una pieza del rompecabezas que no encaja con las demás».

El trabajo de Fong y sus colegas aparecerá en un próximo número de The Astrophysical Journal, pero puede ya consultarse en el servidor de prepublicaciones ArXiv.

Sin el Hubble, el estallido de rayos gamma no habría destacado en absoluto entre los demás acontecimientos semejantes observados hasta actualmente por los investigadores. Y Fong y su equipo ni siquiera se habían enterado del raro comportamiento en el infrarrojo. «Me sorprende que mas tarde de diez años estudiando el mismo tipo de fenómeno -prosigue Fong- podamos revelar actualmente un comportamiento sin precedentes como este».

| «Me sorprende que mas tarde de diez años estudiando el mismo tipo de fenómeno podamos revelar actualmente un comportamiento sin precedentes como este»

Los potentes destellos de rayos gamma de estos estallidos parecen venir de colosales chorros de material emitidos por galaxias activas. Chorros que se desplazan casi a la velocidad de la luz y que, debido a ello, liberan una enorme cantidad de energía en todas las longitudes de onda. Este estallido en concreto, además, fue uno de los raros sucesos en el que los astrónomos pudieron localizar emisiones en todo el espectro electromagnético.

«A medida que iban llegando los datos -dice, por su parte, Tanmoy Laskar, coautor de la investigación- íbamos haciéndonos una idea del mecanismo que producía la luz que estábamos viendo. Pero cuando llegaron los datos del Hubble tuvimos que cambiar por completo nuestro proceso de pensamiento, porque la información aportada por el telescopio espacial hizo que nos diéramos cuenta de que estaba ocurriendo un reciente fenómeno».

Los acontecimientos más energéticos

Los estallidos de rayos gamma, los acontecimientos explosivos más energéticos que se conocen, se dividen en dos clases según su duración. Si la emisión de rayos gamma es superior a dos segundos, se llama «ráfaga prolongada de rayos gamma». Se conoce que este tipo de suceso es la consecuencia directo del colapso del núcleo de una estrella muy intensa, que comúnmente termina en una explosión del tipo supernova.

Si por el contrario la emisión de rayos gamma dura menos de dos segundos, se entiende una ráfaga corta. Se estima que esto se debe a la fusión de dos estrellas de neutrones, cadáveres estelares exageradamente densos, con la masa de diversos soles compactada en el volumen de una metrópoli. La fusión de este tipo de objetos no es muy corriente, pero resulta de extrema importancia porque los investigadores admiten que son una de las principales fuentes de elementos pesados en el Cosmos, como el oro o el uranio.

Varias posibilidades

Fong y su equipo consideraron varias posibilidades para aclarar el brillo extraño observado por el Hubble. Si bien la mayor parte de las explosiones cortas de rayos gamma resultan en la creación de un agujero negro, las dos estrellas de neutrones de este estallido en concreto podrían haberse combinado para formar un magnetar, una estrella de neutrones muy intensa y con un poderoso campo magnético.

«Básicamente -explica Laskar- tienes esas líneas de campo magnético ancladas a la estrella y desplazándose más de mil veces por segundo, lo que produce un viento magnetizado. Esas líneas de campo giratorio extraen la energía de rotación de la estrella de neutrones formada a partir de la fusión y la depositan en la eyección de la explosión, haciendo que el material brille incluso más».

Si eso fuera verdaderamente lo que ocurrió, en el interior de unos años la eyección del estallido produciría ondas de radio, por lo que los expertos sugieren estar muy atentos a su evolución. En última instancia, de este modo se podría probar que efectivamente se trataba de un magnetar, y eso puede aclarar el origen de estos exóticos objetos.

El próximo telescopio espacial James Webb, de la NASA, cien veces más poderoso que el Hubble, resultará sobre todo adecuado para llevar a cabo este tipo de observaciones. Debido a su enorme sensibilidad infrarroja, no sólo detectará esa clase de emisiones a distancias demasiado mayores, sino que además proporcionará los datos imprescindibles para entender la naturaleza de esos rápidos estallidos de pura energía.

La entrada El Hubble capta un «brillo incomprensible» procedente de una enorme explosión de rayos gamma se publicó primero en Planeta escondido.
Conoces nuestra App para Android (Misterios y conspiraciones)

Por Alejandro