demuestran los cientificos que el cerebro humano podria estar conectado al universodemuestran los cientificos que el cerebro humano podria estar conectado al universo

El panpsiquismo, la hipotesis de que todo el cosmos es consciente, no es de ninguna forma una idea nueva. Ha existido de una forma u otra en el transcurso de los siglos y en bastantes entornos culturales y religiosos distintas. El antiguo filósofo Platón afirmaba en lo que llamó el “Alma del Planeta”, varios hindúes pensaban que el cosmos era una ilusión viviente de una deidad poderoso y bastantes neopaganos admiten que la tierra posee un alma consciente al que llaman “Gaia”. Inclusive el pensamiento cristiano evoca el plan de un “Alma Santo” omnipresente.

Por su parte, los investigadores aun están desconcertados por la conciencia y surgen continuamente las cuestiones sobre por qué y cómo la poseemos, pero hasta actualmente siguen sin contestación. Hay físicos que admiten que la conciencia es el Cosmos que vive a través de nosotros, y sin sociedad, el Cosmos dejaría de existir. Una hipotesis es que el Cosmos ayudó a dar forma a la conciencia en los humanos y, a su vez, nuestro ser permite que el Cosmos evolucione. Como resultado, la conciencia y el universo se han entrelazado tanto que actualmente son uno. Los entes humanos podrían ser una idea reluciente que tuvo el Cosmos, y una vez que se le ocurrió el plan, la mente cósmica decidió seguirla. Por lo tanto, el universo está pensando a través de ti. Cualquier cosa que estés haciendo es una actividad cósmica. Pero si incluso tienes dudas, actualmente un astrofísico y neurocirujano italiano ha hallado asombrosas semejanzas al cotejar la red de células neuronales del cerebro humano con la red cósmica de galaxias.

Una insolita casualidad

A pesar de la desigualdad sustancial de escala en medio de la red de células neuronales del cerebro humano con la red cósmica de galaxias (más de 27 órdenes de magnitud), el examen de Franco Vazza (astrofísico de la Universidad de Bolonia) y Alberto Feletti (neurocirujano de la Universidad de Verona), propone que diversos procesos físicos pueden edificar construcciones caracterizadas por niveles semejantes de complejidad y autoorganización.

En diferentes palabras, el cerebro humano funciona debido a su vasta red neuronal que se considera que contiene mas o menos 69 mil millones de neuronas. Por otra parte, el cosmos conocido está formado por una red cósmica de al menos 100 mil millones de galaxias. En el interior de ambos equipos, solo el 30% de sus masas están formadas por galaxias y neuronas. En el interior de ambos equipos, las galaxias y las neuronas están dispuestas en largos filamentos o nodos en medio de los filamentos. Al final, en el interior de ambos equipos, el 70% de la distribución de masa o energía está formado por componentes que juegan un papel aparentemente pasivo: agua en el cerebro y energía oscura en el Cosmos conocido.

A partir de las propiedades compartidas de los dos equipos, los expertos compararon una simulación de la red de galaxias con partes de la corteza cerebral y el cerebelo. El objetivo era ver cómo las fluctuaciones de la materia se extendían en escalas tan diferentes. Han difundido los asombrosas resultados en la revista científica ‘Frontiers in Physics’.

“Calculamos la densidad espectral de ambos equipos”, explica el maestro Vazza. “Esta es una técnica que se utiliza a veces en cosmología para investigar la distribución espacial de las galaxias. Nuestro examen enseñó que la distribución de la fluctuación en el interior de la red neuronal del cerebelo en una escala de 1 micrómetro a 0,1 milímetros sigue la misma progresión de la distribución de materia en la red cósmica pero, por supuesto, en una escala mayor de 5 millones a 500 millones de años luz.”

Los dos expertos además calcularon varios parámetros que caracterizan tanto a la red neuronal como a la red cósmica: el número promedio de conexiones en cada nodo y la tendencia a agrupar varias conexiones en los nodos centrales relevantes en el interior de la red.

“Una vez más, los parámetros estructurales han reseñado niveles inesperados de acuerdo”, agrega el maestro Feletti. “Quizá, la conectividad en el interior de las dos redes evolucione siguiendo principios físicos semejantes, a pesar de la llamativa y obvia desigualdad en medio de los poderes físicos que regulan las galaxias y las neuronas. Estas dos redes complejas exponen más semejanzas que las dos, compartido en medio de la red cósmica y una galaxia o una red neuronal y el interior de un cuerpo neuronal.”

Los resultados de este ensayo piloto están impulsando a los expertos a pensar que técnicas de examen nuevas y efectivas en ambos campos, cosmología y neurocirugía, permitirán una mejor comprensión de la dinámica enrutada que subyace a la evolución temporal de estos dos equipos. Pero a aparte de lo que puede ofrecer este reciente ensayo, lo que está claro es que los entes humanos poseemos una experiencia muy rica y compleja. A medida que avanzamos hacia formas de vida cada vez más sencillos, encontramos formas de experiencia cada vez más sencillos.

Quizás, en algún instante, la luz se apaga y la conciencia desaparece. Pero es al menos coherente suponer que este continuo de conciencia que se desvanece sin jamás apagarse del todo sigue en la materia inorgánica, con partículas fundamentales que poseen formas de experiencia casi inimaginablemente sencillos para reflejar su naturaleza increíblemente sencillo. Por lo que todos formaríamos parte del Cosmos.

¿Qué opinas sobre este reciente ensayo? ¿Prueba que somo más que una consecuencia de la azar?

Por Alejandro