Crónicas del Futuro cuenta la bizarra e inverosimil experiencia de Paul Amadeus Dienach, quien vivió a principios del siglo pasado en Europa central. Debido a una seria dolencia, el creador estuvo en estado de coma por un año entero, tiempo durante el cual asevera que su conciencia viajó al futuro e ingresó en un cuerpo distinto, algo que le consintió interactuar con la gente de esa lejana era. A pesar de lo rocambolesca que suene la cronica, los escritos de Dienach encima del futuro han sido tomados muy en serio por los masones y resguardados del público en general por demasiado tiempo… hasta actualmente.
Hay demasiados libros que contienen presuntas profecías y visiones futuristas, pero ninguno se sobre a las misteriosas circunstancias que dieron origen a la experiencia de Dienach, hace casi un siglo atrás. asimismo, solo un puñado de seleccionados ha tenido el privilegio de leer sus crónicas; de hecho, hay escasas copias impresas y publicadas en Grecia.
Actualmente, por primera vez, Uds. tendrán la oportunidad de leer las Crónicas del Futuro —en español— y sus revelaciones sobre del inminente futuro de la sociedad. Debido a la inestimable cooperacion de Achileas Syrigos, editor de la versión en inglés, en Mystery Planet traduciremos y publicaremos en exclusiva y por partes, páginas del diario de Paul Dienach.
La experiencia de Dienach
Paul Amadeus Dienach fue maestro de alemán. Jamás planeó ser escritor o escribir un texto. LasCrónicas del Futuro son en verdad una recopilación de su diario personal enfocada en su singular experiencia comatosa.
En 1921, Dienach fue víctima de una epidemia deencefalitis letárgica, y, como consecuencia de la dolencia cayó en coma, permaneciendo en ese estado todo un año en el hospital de Ginebra. Cuando despertó, registró en su diario que estuvo despierto y consciente todo el tiempo, pero no en el año o lugar en donde yacía su cuerpo. Su consciencia había viajado hacia el cuerpo de otro hombre, Andrew Northman, del año 3906 d.C.
conforme a Dienach, las personas del año 3906 notaron que una consciencia distinto había invadido el cuerpo del tal Andrew Northman, por lo que decidieron mostrarle y explicarle todo sobre de esa era, como así además lo que exactamente ocurrió desde el siglo 21 hasta principios del siglo 40. Entre lo registrado por el maestro, se nombra que una nueva especie de humanos llamada Homo Occidantalis Novus, será el paso siguiente en la evolución.
Por miedo a ser tratado de loco o exponerse al irrisorio, tanto personal como profesionalmente, Dienach no le contó su cronica a nadie.
¿Cómo llegó a conocerse el diario?
A la edad de 36 años, con una salud muy delicada luego de recuperarse del coma, Dienach se trasladó a Grecia en el otoño de 1922, dado que un clima más apacible casi con seguridad mejoraría su calidad de vida. Una vez allí, aprovechó la oportunidad para ejercer su profesión y educar alemán en una universidad. Fue allí cuando conoció al estudiante George Papahatzis, quien más tarde se convertiría en el vicepresidente del Consejo Nacional de Grecia, miembro fundador de la Sociedad Filosófica, y masón de alta jerarquia.
Transcurridos dos años, y viendo que su salud empeoraba hacia lo inevitable, el maestro decidió mudarse nuevamente, esta vez a Italia. Pero anteriormente de partir, le confió a su estudiante preferido, Papahatzis, un maletín lleno de notas, instándolo a leerlas en un futuro, algo que, entre diferentes cosas, casi con seguridad le ayudaría con su alemán. Poco después, en 1924, Dienach fallecería de tuberculosis.
George Papahatzis tradujo las notas de Dienach gradualmente en un período de 14 años —de 1926 a 1940—. originalmente creyó que su maestro había escrito una insolita novela, pero, a medida que leía más y más, se percató que lo que estaba traduciendo eran las mismísimas memorias de su maestro.
La Segunda Guerra Mundial y la guerra civil subsecuente en el país helénico, hicieron que Papahatzis abandonara temporalmente las traducciones de las notas. Posteriormente, desde 1952 a 1966, intentó rastrear a parientes vivos del difunto maestro, llegando inclusive a viajar a Zurich en doce ocasiones. Su búsqueda fue infructuosa, por lo que determinó que Dienach (quien había luchado en el bando alemán durante la Primera Guerra Mundial) había cambiado su apellido al arribar a Grecia, un país que precisamente batalló contra los alemanes.
Una vez terminada la transcripción de las crónicas, Papahatzis compartió el resultado con un cerrado círculo de compañeros masones. Los escritos fueron tomados por la sociedad secreta como de suma importancia para el futuro de la sociedad y, entre los iniciados, Dienach se ganó el título de profeta de los tiempos modernos.
Publicación y ataques de la Iglesia
Hasta 1972, las notas traducidas de Dienach estuvieron disponibles en el interior de los círculos filosóficos de la masonería, sociedad que, siendo fiel a su secretismo, afirmaba que esa información no debía estar a la vista de un público que no estaría preparado para manejarla. en cambio, George Papahatzis no estaba de acuerdo.
Durante la dictadura en Grecia, Papahatzis publicó las Páginas del Diario de Dienach, atrevimiento que le acarrearía un sinfín de contratiempos. Perdió su trabajo, fue acusado de hereje por la Iglesia, y la mayor parte de copias del texto desaparecieron velozmente.
Sin darse por vencido, el rebelde masón haría otro intento de publicación en 1979, cuando Grecia transitaba su camino hacia la democracia. Sin suerte, el resultado fue parecido, y los libros desaparecieron nuevamente de la vista pública.
Segunda edición del Diario de Paul Dienach.
La actualidad, más de 40 años después, el texto jamás consiguió salir de Grecia y, excepto por un selecto grupo, la mayor parte ignora su existencia e importancia.
Entre ese selecto grupo se halla Radamanthys Anastasakis, un alta jerarquia en varias sociedades secretas. En su rol de editor, Anastasakis publicó el texto a reducida escala respetando su estructura original; pero el gran volumen del texto, al lado con el hecho que se intentó una editorial reducida, no ayudó a que recibiera siquiera un ápice de publicidad.
Presentado al público por primera vez
Cuando las memorias de Dienach fueron exiguamente publicadas, la lectura era complicada, más de 800 páginas de notas en borrador. Algo comprensible considerando que el maestro de alemán jamás intentó que su diario fuera alguna vez publicado como texto
La entrada Una historia mantenida en secreto por los masones se publicó primero en Mundo oculto.
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