Los delirios de un hombre que estuvo 8 días en otro mundo.

Artur Berlet, un conductor de tractor de la prefectura de Sarandi, Rio Grande do Sul, se convertiría en una de las primeras personas en la Tierra en viajar a otro mundo.
El hombre explicó con gestos que hay una civilización muy avanzada a 62 millones de años luz de la Tierra cuyos miembros se llaman Acarccieni, cuyo nombre está inspirado en un mundo desconocido llamado Acarc.
En la noche del 14 de mayo de 1958, alrededor de las 7.00 pm, regresaba del trabajo que pasaba por la propiedad del Dr. Dionisio Peretti, cuando vio una insolita luz que brillaba en los arbustos, a unos 200 metros de separación.
Aunque no poseía idea de qué podían ser esas luces enigmaticas, su curiosidad venció la vacilación por la cual saltó la cerca de la propiedad y despues se acercó a esas luces en los arbustos.
Al llegar a escasos metros de los arbustos luminosos, se sorprendió sobre todo al ver una enorme máquina de 30 metros de circunferencia flotando detrás de la flora.
Al ver ese enigmatico mecanismo, el primer pensamiento fue correr lejos, pero la curiosidad fue más fuerte, por lo que se acercó más al objeto para diferenciar algunas formas antropomórficas.
El protagonista de esta inverosimil cronica fue golpeado en seguida al ver un rayo de luz que causó su pérdida temporal de conciencia.
Cuando se despertó, se percató de que estaba atado a una cama que se aparentaba demasiado a una cama de hospital.
Alrededor suyo había entes insolitos que aparentemente se parecían a los humanos. Poco después, dos de estos entes lo liberaron de los cinturones con los que estaba atado a la cama y lo llevaron a una habitación donde se le ordenó usar una capa muy larga.
Después de ser ayudado por esos dos entes porque aun se sentía mareado, este último abrió algunas puertas a través de las cuales salieron de esa máquina desconocida.
«Poseía la impresión de haber perdido la mitad de mi peso y de haber aumentado de volumen, una impresion muy insolita. Apoyado por los dos Entes, salí de lo que descubrí que era una nave espacial bordeada de edificios muy altos, relucientes y casi transparente.
Así que esas dos criaturas entraron en un enorme edificio donde, en una habitación con paredes exageradamente relucientes y transparentes como el cristal, había una mesa que aparentaba estar hecha del mismo material « .
En este punto, los dos Entes le ofrecieron algo de comer que aparentaba carne y pan.
Le sirvieron la comida en un recipiente transparente del que comió con las manos después de que esos insolitos lo alentaron con gestos.
Después de comer, lo llevaron a otra habitación llena de distintas seres.
Los entes insolitos intentaron comunicarse con él en un lenguaje absolutamente incomprensible.
Artur luego intentó comunicarse en portugués, español y alemán.
Cuando manifestó una palabra en alemán, uno de los entes empezó a gritar de alegría.
«Deutsch, Deutsch».
Después de esta reunión, el que consiguió pronunciar algunas palabras en alemán se volvió particularmente amable durante su visita a ese raro planeta.
En ese instante aun no sabía que se encontraba en otro mundo.
El invitado explicó por medio gestos que pertenecía a una civilización a 62 millones de años luz de separación y que se hacen llamar Acarccieni, el mundo llamado Acarc.
Luego fue alojado en un ensayo situado en otro edificio raro con paredes de cristal.
En el interior había una cama de cristal, una mesa y un nicho tallado en una de las paredes, que aparentaba ser un inodoro con lavabo y tambien una ducha. Después de que se le enseñó cómo funcionaban los insolitos muebles, se le aconsejó que se diera una ducha, lo que hizo en seguida.
Este es solo un resumen de la inverosimil cronica hecha por el protagonista de este encuentro cercano del segundo tipo. ¿Qué tipo de experiencia tuvo la persona de contacto? ¿Fue víctima de un viaje astral o de una pesadilla sencillo y realista?
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