El 11 de marzo de 2011, un enorme tsunami provocado por un terremoto de magnitud 9,0 en el noreste de Japón, causó una de las mayores catástrofes de nuestra cronica. El tsunami, de unos 30 metros de altura, inundó unos 433.000 kilómetros cuadrados de tierra. El resultado final fue de 492.000 personas evacuadas, 11.600 fallecidos y 16.450 desparecidos. Sin contar que el terremoto provocó un incidente nuclear exageradamente grave en la central nuclear de Fukushima, donde se derramó un gran numero de material radiactivo al mar.
Y además dejo datos que gran cantidad personas desconocen, como que a medida que el tsunami cruzaba el Océano Pacífico, una ola de 1,5 metros de alto mató a más de 110.000 aves marinas que anidaban en el atolón de Midway National Wildlife Refuge. igualmente hubo más de 1.000 réplicas después del gran terremoto, siendo el más grande de una magnitud de 7,9. El tsunami además rompió los icebergs de la plataforma de hielo Sulzberger en la Antártida. Pero además ocurrieron fenómenos no explicables, como un misterioso ruido de baja frecuencia llamado infrasonido, que viajó al cosmos y fue detectado por el satélite de la Agencia Espacial Europea GOCE.
Y 5 años después, centenares de habitantes en las ciudades más afectadas afirman haber sido declarantes de lo imposible, avistamientos de los fantasmas de todos aquellos que murieron en el terremoto. En varios sucesos, las reconstrucciones de las zonas más afectadas tuvieron que ser paralizadas debido a la gran numero de fenómenos paranormales. Pero actualmente, los taxistas japoneses que realizan labores en una de las zonas más afectadas por el desastre afirman haber llevado en sus vehículos a“clientes fantasmas”.
Clientes fantasma
Según el periódico inglés Daily Mail Online, los taxistas en Ishinomaki, la ciudad donde 6.000 personas murieron debido al tsunami, afirman haber recogido a personas que desaparecían durante el viaje. Ishinomaki, en la prefectura de Miyagi, sufrió los terribles efectos de una ola de 9 metros que acabó destruyendo gran parte de la ciudad portuaria, con 3.100 personas muertas, 29.000 personas sin hogares y 2770 personas que continúan desparecidas.
Los taxistas que realizan labores en la ciudad actualmente reconstruida, con una población de 145.800 personas, afirman haber contemplado con sus propios ojos como las personas se esfuman en el interior de su taxi. Los taxistas han sido entrevistados por los expertos de la Universidad de Tohoku Gakuin, Sendai, como parte de un ensayo. El estudiante de sociología, Yuka Kudo, de 22 años, entrevistó a más de 100 taxistas y se localizó que estos estaban verdaderamente convencidos de que recogían fantasmas de verdad.
Kudo destacó la cronica de uno de los taxistas, quien explicó cómo había cogido una doncella que quería ir de la estación de Ishinomaki al distrito Minamihama. Cuando el taxista le manifestó que esa zona había sido destruida por el desastre, la doncella manifestó: ¿He de morir? Cuando se volvió para hablar con ella, no había nadie en el asiento trasero del vehículo. Otro taxista manifestó que recogió a un adolescente y lo llevó a un lugar al otro lado de la ciudad, y cuando llegó al destino ya no había nadie.
Los taxistas no son los únicos que afirman haber contemplado fantasmas en la ciudad. Hubo cuantiosos informes de “figuras espectrales”en barrios residenciales y espíritus en el interior de tiendas que ya no hay.
en cambio, los investigadores admiten que estos avistamientos de fantasmas son una proyección mental del terror y las inquietudes asociadas con zonas vinculadas con grandes catástrofes.
“Los zonas donde las personas dicen que ven fantasmas son en gran medida esas áreas totalmente destruidas por el tsunami”, manifestó Keizo Hara, un psiquiatra de Ishinomaki.“Creemos que fenómenos como avistamientos de fantasmas son, quizás, una proyección mental del terror y las inquietudes asociadas con esos zonas. Llevará demasiado tiempo que el trastorno por estrés postraumático (TEPT) desaparezca por completo en gran cantidad personas que nada ha cambiado desde el terremoto.”
Pero los parapsicólogos no están de acuerdo con la versión científica y destacan que la mayor parte de los fantasmas avistados por los taxistas eran jóvenes. por lo visto, los espíritus de los más jóvenes se sienten más disgustados con su muerte, debido a que ya pueden acompañar en vida a la gente que aman. Estos espíritus jóvenes desean transmitir su amargura, y por lo tanto eligen los taxis, que son como habitaciones privadas, como un medio para hacerlo.
Sea cual sea el verdadero origen de estas apariciones fantasmales, la verdad es que un lustro después el terremoto y tsunami de Japón continúa muy presente entre los japoneses