En 2007, el filósofo y creador libanés Nassim Nicholas Taleb publicó su texto “El Cisne Negro: El Colisión de lo Altamente Improbable”, donde asimilaba a esta extraña ave con una metáfora que describía un hecho histórico sorpresivo y dominante, de gran colisión cultural y socioeconómico y que, una vez pasado, se intentaba racionalizar por retrospección, haciendo que pareciera predecible o explicable.
La gripe española de 1918, considerada como la pandemia más devastadora de la cronica humana, ya que en sólo un año mató entre 20 y 40 millones de personas, fue uno de los primeros acontecimientos Cisne Negro del siglo XXSegún Taleb, ejemplos clásicos de grandes acontecimientos Cisne Negro corresponden a la actual pandemia mundial desatada por el Coronavirus, el descubrimiento del fuego y la penicilina, el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914, la aparición de la gripe española de 1918, el crack economico de 1929 y la gran depresión mundial que sobrevino en los años siguientes, el derrumbe de la Unión Soviética a fines de los años 80’, la ficción del primer computador, la masificación de Internet en los años 90’ o los atentados terroristas que afectaron a Estados Unidos el 11 de septiembre del 2001.
Los ataques suicidas del 11 de septiembre del 2001 cambiaron el paradigma del combate al terrorismo y tuvieron un colisión significativo en los mercados económicos estadounidenses y mundialesEn una entrevista concedida al diario “The New York Times”, el filósofo Nassim Nicholas Taleb explicó que “lo que aquí llamamos un ‘Cisne Negro’ es un hecho con los tres atributos siguientes: En primer lugar, es un suceso atípico, ya que se encuentra fuera del ámbito de las expectativas regulares, porque no hay nada en el pasado que puede apuntar de forma convincente a su probabilidad. En segundo lugar, conlleva a un colisión extremo (en nuestras vidas). En tercer lugar, a pesar de su condición de rareza, la naturaleza humana nos hace inventar explicaciones de su presencia después de los hechos, por lo que es explicable y predecible. Me detengo y resumo el triplete: rareza, colisión extremo y retrospectiva (aunque no prospectiva). Una reducida cantidad de ‘cisnes negros’ explica casi todo en nuestro planeta, desde el éxito de las ideas y las religiones, a la dinámica de los sucesos históricos, incluso los elementos de nuestra vida personal”.
El término “Cisne Negro” proviene de la expresión latina “extraña avis in terris nigroque simillima cygno” (“un ave extraña en la tierra, y muy parecida a un Cisne Negro”), escrita por el poeta romano Juvenal, refiriéndose al hecho que cuando la frase fue acuñada, se presumía que no existían los cisnes negros.
La frase “Cisne Negro”, siglos más tarde, se convertiría en una expresión normal en Europa, como una declaración de imposibilidad total, pues los europeos de la era no tenían ningún motivo para pensar que podía existir un cisne negro, ya que no existían registros históricos de algún cisne cuyas plumas no fueran blancas. en cambio, una expedición holandesa que llegó a Australia Occidental en 1697 reveló cisnes con plumas negras, acabando con siglos de evidencia empírica y demostrando la fragilidad de nuestro conocimiento y cualquier sistema de pensamiento.
Gracias al texto “El Cisne Negro: El Colisión de lo Altamente Improbable”, la expresión “Cisne Negro” se convertiría en una metáfora que describía aquellos sucesos que ocurren por sorpresa, que ningún analista o teórico había previsto ni tenido en cuenta porque, a priori, eran altamente improbables y que, para bien o, normalmente, para mal, terminaban teniendo un colisión y repercusiones trascendentales y mundiales.
La pandemia mundial desatada por el Coronavirus Covid-19, según los investigadores, podría causar efectos económicos catastróficosUna de las ideas centrales que recorren el texto de Taleb es, indudablemente, la ilusión de la predicción del futuro y la ceguera de la sociedad respecto a lo aleatorio (lo asombroso no es la magnitud de nuestros errores de predicción, sino la carencia de conciencia que tenemos de los mismos), al igual que el hecho de que nos cuesta aceptar que lo que no conocemos es más notable que lo que conocemos.
La Gran Depresión o crisis de 1929 tuvo efectos económicos devastadores en casi todos los naciones del planeta, tanto ricos como pobres. En aquella era la inseguridad y la miseria se transmitieron como una epidemiaSin embargo, quizás la enseñanza más indiscutible de la hipotesis del Cisne Negro del filósofo Nassim Nicholas Taleb, quien aboga por el uso del razonamiento contrafáctico (pensar en lo que podría haber sido y no fue) al evaluar el riesgo de algún hecho, es que, aunque la Cronica parezca una concatenación de acontecimientos inevitables, en verdad está llena de acontecimientos Cisnes Negros, que han cambiado el rumbo de la misma. Acontecimientos inesperados y sin dirección, normalmente ignorados por sus bajas probabilidades de producirse, extremos y azarosos, que aparecen luego de ver millones de cisnes blancos. Acontecimientos históricos, económicos, artísticos o investigadores de carácter dramático que se producen sin que los esperemos, que intentamos racionalizar y que, pese a lo que queramos o deseemos, nos cambian para continuamente.
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