Un mundo situado a 124 años luz podría ser habitable

Fue desvelado en 2017, pero te sonará de hace unos meses, pues el mundo fue noticia el año pasado cuando los astrónomos encontraron vapor de agua en su atmósfera. Aquello fue un hallazgo emocionante pues se trataba del primer mundo potencialmente habitable en el que se había hallado vapor de agua en su atmósfera. en cambio, su potencial habitabilidad no estaba tan clara en aquel instante. asimismo, tenemos el ejemplo más claro en Marte. No solo estar a la separación correcta de la estrella es notable para proclamar la habitabilidad de un mundo.

Es relativamente parecido a la Tierra: cuenta con un radio 2,6 veces más grande y una masa de 8,6 veces la de la Tierra. Eso sí, incluso no conocemos cómo es su superficie. Los expertos no pueden decir con certeza si tiene un exterior rocoso y una atmósfera delgada, como la Tierra, o una densa atmósfera de hidrógeno sobre un océano de agua-amoníaco de alta presión y un núcleo metálico, como Neptuno, circunstancias que no son nada idóneas para la vida.

¿Cómo es el mundo?

Con los modernos datos concluyeron que el corazón de K2-18b puede ser… cualquier cosa, desde una bola de hierro casi puro con una atmósfera de hidrógeno no muy gruesa, incluso algo más comparable a Neptuno, a un planeta acuático con una atmósfera más liviana y circunstancias oceánicas semejantes a la Tierra.

Los expertos encontraron que la extensión máxima de la envoltura de hidrógeno permitida por los recientes datos es de alrededor del 6% de la masa del mundo. La cantidad mínima de hidrógeno es aproximadamente una millonésima en masa, parecido a la fracción de masa de la atmósfera de la Tierra. El escenario más idóneo al parecer un planeta oceánico, con agua líquida debajo de la atmósfera y temperaturas semejantes a las que se localizan en los océanos de la Tierra.

¿Habitable?

No es una evidencia concluyente de que K2-18b sea habitable, pero sí prueba que en exoplanetas como este es algo que podría suceder. Por ello, no debemos limitar nuestra búsqueda de mundos habitables a mundos rocosos de zonas habitables. Toca ser más abiertos de miras.

«Las observaciones futuras, como ejemplo con el telescopio espacial James Webb, tendrán el potencial de refinar nuestros descubrimientos», escribieron los autores. «Argumentamos que los mundos como K2-18b pueden tener el potencial de acercarse a las circunstancias habitables y las búsquedas de biofirmas no necesariamente deben limitarse a mundos rocosos más pequeños».