¿Realizó Australia experimentos atómicos con entes humanos?

Conspiración en la Guerra Fría

En tiempos de la Guerra Fría los gobernantes enfrentados (en concreto la OTAN y los miembros del Pacto de Varsovia) se enfrascaron en una desesperada contienda por desestabilizar el otro, y en el proceso dejaron de lado gran cantidad de las propiedades que hacen a los entes humanos, bueno, humanos.

En estas páginas hemos hablado de demasiados de estos planes. La mayor parte (como el célebre Plan MK Ultra) ocurrieron en Estados Unidos, varios (como los experimentos de Porton Down) en el Reino Unido y diferentes más (como el Laboratorio de Venenos Kamera) en la Unión Soviética, aunque como nota al margen la URSS jamás fue muy liberal al desvelar su información y por lo tanto es factible que la mayor parte de los experimentos que allí se realizaron no hayan sido desclasificados.

En el interior de los naciones de la OTAN Australia continuamente fue algo al igual que un aliado externo. Al lado con Nueva Zelanda estaba en una zona del planeta en la que el comunismo poseía poca incidencia y era la superpotencia regional por excelencia, sin ningún tipo de amenaza proxima. Por esta razón se pensaba que el gobierno australiano no habría incurrido muy en este tipo de excesos.

Pero una nueva investigación parece indicar que este no fue el suceso.

Las evidencias atómicas en Maralinga

Entre los años 1956 y 1963 el gobierno australiano empezó a hacer evidencias atómicas en la zona de Maralinga, que a la sazón estaba deshabitada… a excepción de grupos aborígenes que fueron “evacuados”. El tema representaba a todas luces un abuso, pero no es el asunto que nos atañe en esta noticia.

Llegar al punto es que el gobierno estalló varias bombas nucleares en esta zona con el objetivo de probar su eficacia… y según recientes pruebas, algunas cosas más. Cosas que involucraban, fundamentalmente, la forma como las personas reaccionan a la radiación. Dos acusaciones se han realizado al respecto, una demasiado más grave que la otra:

Impactos en las ciudades

Como conocemos, la radiación puede viajar velozmente a través del aire y gran cantidad zonas en las proximidades de las evidencias pudieron ser contaminadas por residuos. Conscientes de esto (que aparentemente se había tenido en cuenta cuando se preparó la evidencia) los representantes del gobierno pronto empezaron una ardua tarea recolectando huesos de ganado y de individuos, al igual que analizando muestras de suelo en un área que se extendía más de 200 kilómetros a la redonda del sitio de la explosión.

conforme con el escritor Frank Walker, quien ha entrevistado a varios individuos que participaron en la evidencia (y en concreto al maestro Ernest Tittertorn) los resultados (que jamás fueron revelados) indicaron la aparición de cantidades suaves de estrontio-90 en animales domésticos y tambien en personas.La extensión de la contaminación llegó a realizar suponer a los investigadores que la vida de personas pudo estar en peligro, pero la información – clasificada –  jamás fue revelada públicamente.

¿Conejillos de indias humanos?

en cambio, el tema no terminó ahí. conforme con acusaciones que hace poco han salido a la luz los daños causador por los experimentos en Maralinga no fueron solo colaterales. Información publicada por la empresa Western Australia Newspapers LTDrevela que varios sujetos parecen haber sido llevados a la zona de los experimentos… y haberlos dejado ahí.

El apunte lo revelaron varios pilotos que afirmaron que se les había ordenado llevar un “asociación de control” que jamás habían sido devueltos. Las acusaciones no han sido respondidas, y no se sabe si mencionado asociación de control se sacrificó adrede o si hubo algún error que llevó a el deceso de los sujetos, la cual después sería ocultada por las autoridades.

Quien declaró esto fue el Doctor Robert Jackson, jefe del Centro de Investigación y Desarrollo para la Discapacidad de la Universidad Edith Cowan en Australia. conforme con el académico (en un instante tan temprano como 1985) las autoridades rechazaron sistemáticamente las declaraciones de pilotos que afirmaban haber transportado este “asociación de control” y como tal concluyeron que no existió tal asociación, sin profundizar lo bastante. En el presente el tema ha vuelto a salir a la luz y de demostrarse el gobierno australiano arriesga un grave escándalo.