Intraterrestres
Entre el Mar Negro al norte, y los Montes Tauro al sur, se encuentra la zona de Capadocia, en el centro de Turquía. Esta zona, de 50 km2, es considerada un “paisaje lunar”, por sus propiedades geológicas únicas en el mundo. En 1.963, durante unas obras en una casa, al derribar una pared de una habitación, el dueño reveló que detrás estaba una enigmatica habitación que jamás había observado. Esa habitación le condujo a otra estancia, y ésta a otra más, y así sucesivamente. Esta persona, sin pretenderlo, había desvelado la ciudad subterránea de Derinkuyu.
Este laberinto subterráneo, poseía 85 metros de profundidad y miles de años de antigüedad. Consta de 12 pisos hacia el interior de la tierra, con 53 conductos de ventilación principales, y más de 15.000 microconductos que proporcionaban aire a cada rincón de la ciudad sumergida, toda una obra de ingeniería.
Derinkuyu significa “pozo hondo”. Las estancias interiores, además de utilizarse como viviendas, además se utilizaban como centros religiosos y de culto, establos, almacenes, comedores, cocinas, prensas para el vino, bodegas, inclusive como cementerio. Se calcula que estas instalaciones eran suficientes para dar refugio a más de 30.000 personas. Una auténtica ciudad bajo tierra. ¿Qué llevó a una población, a realizar semejante obra de ingeniería bajo tierra?. ¿De qué o quién querían protegerse?.
El laberinto, cuenta con tres puntos estratégicamente seleccionados, cuyo acceso podía ser bloqueado, desplazando las rocas adyacentes, impidiendo así la entrada de visitantes no deseados, ladrones, saqueadores o adversarios. Esas rocas, eran verdaderamente una sola roca circular, como una rueda enorme, que solo podía ser empujada desde un lado.
igualmente se podía hablar, a través de ciertos conductos especiales, con las personas de diferentes pisos, de figura nítida. Aparte de tener una red de ventilación inmejorable, además poseía una red de comunicaciones muy avanzada. Derinkuyu, tiene un túnel de 8 km de largo, que la conecta con la ciudad sumergida de Kaymakli.
Distintos historiadores, dicen que pudo servir de refugio por los frigios en el año 800 a.C., una población de la Edad de Bronce, emparentado con los Troyanos. Diferentes, afirman que fue el refugio de la villa hitita, en el año 1.200 a.C. Es indiscutible, que no conocen verdaderamente quién lo construyó, ni por qué motivo, ni para qué fin. Para los expertos, es complicado asignar una era concreta, ya que el procedimiento de datación por Carbono-14, sólo es aplicable a muestras orgánicas, que son las que pueden fijar en un instante dado los isótopos de la atmósfera. Esta datación, es increible en muestras de roca. Así que, ¿en qué era se construyó Derinkuyu?. ¿Y por qué?.
En el interior de la ciudad sumergida, una de las propiedades más visibles, es que las estancias y la altura de cada piso, estaban construidas para personas de una estatura elevada, demasiado más alta que la media de la villa frigio e hitita. Este apunte, concuerda con todos los textos, dibujos, sellos, relieves y distintos representaciones que hablan de las deidades del firmamento, como entes gigantes, de conocimientos muy avanzados y que procedían de los astros.
Capadocia, formaba parte de la antigua Persia, región dominada por una religión llamada Zoroastrismo, la religión y filosofía basada en las enseñanzas del profeta Zoroastro (más conocido como Zaratustra), que reconocen como deidad a Ahura Mazda, considerado por Zoroastro como el singular creador de todo. Mazda significa “Sabiduría”, y Ahura significa “Ser Alto”, así que Ahura Mazda, era “la persona alta de gran sabiduría”. Hay que tener en cuenta, que estos nombres, tanto el de Ahura Mazda, como el de diferentes “divinidades” o entes que bajaron de los cielos, siempre se corresponde con aquello que las personas de la Tierra veían. Ellos no sabían quiénes eran, ni comprendían seguramente su lenguaje, así que los denominaban con sus rasgos físicos, y por aquello en lo que destacaban. No es ninguna casualidad que, todos esos divinidades, tengan apelativos como “inteligentes”, “poderosos”, “gigantes”, “de piel blanca”, “sabios”, “de grandes conocimientos”, “venidos de los astros”, etc.
El Zoroastrismo, era una filosofía de pensamiento, que se basaba en la oposición de las fuerzas del Bien y del Mal. Tanto el Hinduismo, como el Judeo-Cristianismo, están muy influenciadas por esta religión tan antigua.
En el segundo capítulo del Texto Sagrado Zoroástrico, el Avesta, Ahura Mazda salva a la Sociedad de un desastre natural mundial, comparable al Diluvio de Noé del Antiguo Testamento. Ahura Mazda, dió a uno de sus profetas, instrucciones para construir un refugio muy comparable a Derinkuyu, y empezó a construir la ciudad para dar refugio a personas y animales, pero no de un diluvio ni una inundación, sino de una glaciación, llamado por el Texto Sagrado Avesta, el “infierno maligno”. Los climatólogos, datan la última Edad de Hielo hace 18.000 años, terminando en el año 10.000 a.C.
Según los textos zoroástricos viejos, Ahura Mazda se elevó a los cielos en su carruaje divino, y declaró la guerra a su mayor adversario, Angra Mainyu, el demonio de la destrucción. ¿Se ocultaban estas personas, de un adversario venido de los cielos, con tan grandes poderes de destrucción, que su única salvación era permanecer escondido bajo tierra, sin ser observados?.
Actualmente utilicemos sólo la lógica y la razón. Si una población, sea el que sea, antiguamente quería refugiarse o defenderse de peligros externos, de adversarios, de ladrones, etc… lo más lógico era crear una ciudad fortaleza, con su foso, sus murallas, sus torres de vigilancia, con fuertes muros, difíciles de derribar, que fueran lo suficientemente altos para dificultar que se saltara, fabricando armas, etc… Actualmente bien, ¿qué puede llevar a una población a ocultarse bajo tierra, a crear una auténtica ciudad, una obra de ingeniería tan avanzada para la era?. evidentemente, querían pasar inadvertidos de algo o de alguien, no defenderse como nos imaginamos que lo haría una población de hace miles de años, sino resguardarse, en silencio, sin armas, solo esperando que no fueran detectados, porque si lo fueran, tanto la ciudad como ellos estaban muertos, sin defensa alguna.
Pensemos en los animales que tienen sus madrigueras bajo tierra. Están bien ocultos, pasan inadvertidos, pero una vez son localizados, el animal que habita dentro, está a merced del intruso, y más si ese adversario, es demasiado más fuerte y poderoso, o dispone con más armas naturales o artificiales. Para los adversarios de la villa que allí se refugiaron, si hallaran los conductos de ventilación, con taparlos asfixiarían a todos los residentes de la ciudad sumergida. Todos los Ejércitos de Inteligencia de Defensa, confirman que: “una cueva, una vez encontrada es altamente debil, y se transforma en tu tumba”.
En Arizona (EE.UU), distintos tribus indias, cuentan que sus comienzos surgieron desde el interior de la Tierra. Entre ellos, los indios Hopi, cuentan que sus antepasados, escaparon de una mortífera “tormenta de estrellas”, con la auxilio de los “hombres serpiente”, que los trasladó a unos refugios en las profundidades de la tierra. Otra leyenda Hopi, habla de los “hombres hormiga“, que los protegió de las “tormentas de fuego y hielo”. Este es uno de los petroglifos descubiertos en las cuevas de los indios Hopi, donde aparecen los entes que ellos denominaban “hombres hormiga”.
Los chamanes, cuentan cómo resurgió su pueblo desde el interior de la tierra, guiados por los “hombres estrella”, que vinieron del Cosmos exterior, y eran unos entes de figura humana que disponían de aparatos voladores en figura de escudos. El sitio de donde procedían estos entes, según los Hopi, era la constelación de Orión. ¿Es casualidad que, al igual que los moais en la Isla de Pascua, las Pirámides de Gizeh, las Piedras de Carnac o Stonehenge, estén orientadas hacia esta constelación?. ¿O es más probable que todas estén orientadas a esta zona del Cosmos, porque así se les manifestó que lo hicieran?.
El término Hopi para Orión es Hotòmqam, que significa “para colgar” o “tres”. Esto podría hacer mención a las tres estrellas del cinturón de Orión. La aparición de Orión a través de las trampillas en lo alto de los kivas de los Hopi (las cámaras de oración semi-subterráneas), aun sincroniza gran cantidad sagradas ceremonias anuales. La palabra Hopi para hormiga es “anu”. En el mismo idioma, “naki” quiere decir amigo, así que “anu-naki” son los “amigos hormiga”. ¿Es casualidad que aparezca esta palabra (anunnaki), al igual que los famosos entes que cuenta Zecharia Sitchin, en mención a entes que procedían del mundo “X” cuyo concepto era “los de sangre real”?.
En Mesoamérica, la villa maya, que comparte gran cantidad propiedades culturales con los Hopi, cuenta leyendas de hormigas parecidas a hombres que construyeron ciudades de piedra y caminos durante la Primera Creación (Planeta). Estos entes poseían poderes mágicos, y podían emplazar las piedras en las posiciones arquitectónicas apropiadas “silbando” (en el capítulo anterior, analicé cómo las civilizaciones antiguas desplazaban las piedras, por medio de la levitación acústica).
En Jicarilla (Nuevo México, EE.UU.), hay una reserva de los indios apache, con una comunidad de 2.500 personas, donde el 95% vive en la zona llamada Dulce. Este pueblo apache, tiene una cronica muy parecida con los Indios Hopi, y en sus leyendas, cuentan que además surgieron desde el interior de la tierra. En Dulce, se encuentra la “mesa de Archuleta“, de más de 2.700 metros de altura. Esta región, es conocida como otro Área 51, llamada Base Dulce.
Base Dulce es un área restringida, donde continuamente sobrevuelan objetos no identificados, y aviación militar, sobre todo helicópteros chinooks, el helicóptero más versátil para transportar pesados cargamentos y transportar hombres. En la reserva apache de Jicarilla, supuestamente no hay nada, solo tierra árida y un pequeño pueblo pacifico. ¿Por qué hay tanto despliegue militar y tantos avistamientos de luces y naves misteriosas?.
Aparentemente no hay nada allí, porque la base militar se encuentra en los túneles bajo Mesa Archuleta.
Bajo la superficie de esta área, hay un complejo militar y una red de túneles, que conecta con distintos zonas, como las instalaciones de investigación de Los Álamos. La Base Dulce, es conocida como un laboratorio de Biogenética, (se dice que inclusive se hacen vivisecciones, que son disecciones a entes humanos estando con vida, para distintos investigaciones), donde se investiga la manipulación genética y atómica, clonación, el cerebro humano (sobre todo la cuestión de la psique y el poder de la mente, para un avanzado control mental), mutaciones entre distintos entes y razas, implantes de chips audiovisuales, etc. Si en el Área 51, se investiga potenciar lo material, sobre todo en cuestión de transporte aéreo, en Base Dulce, se investiga potenciar lo orgánico, una casta humana de entes especiales, un soldado perfecto, que apenas duerma, con la capacidad de comunicarse mentalmente, con gran capacidad visual, auditiva, con resistencia al estrés, a no tener miedos, a seguir las órdenes encomendadas, a sobrevivir a circunstancias extremas, realizar implantes creando cyborgs… todo un alto nivel incognito de investigación, para la creación del soldado perfecto, maquinaria humana tan precisa, que no exista nada durante una guerra que bloquee o sea un obstáculo para cumplir una misión, y ganar guerras en poco cosmos de tiempo.
En 1.947, se construyó una carretera cerca de la Base, para dar cobertura a una empresa maderera, pero jamás se transportó ninguna madera, y esa carretera, poseía una gran recta, que servía como pista de aterrizaje. Veinte años después, en 1.967, en el condado de Alamosa (Colorado), una potranca llamada Lady, fue encontrada muerta y con la cabeza descarnada. Al efectuar el examen patológico, el Dr. John Altshuler comprobó que el cerebro, la espina dorsal y el corazón, habían sido retirados con inverosimil precisión. Pero lo más raro, era que la sangre había sido vaciada sin manchar su cuerpo, ni la tierra alrededor del cadáver. Al examinar las muestras de tejidos en el microscopio, reveló que la mutilación se hizo con un bisturí cauterizador quirúrgico, con una especie de láser, que a la vez que cortaba, cauterizaba (el láser se reveló a mediados de los años 60, así que esa potencia, y el aparato que se empleó, no pudo ser inventado ni erigido por el ser humano). No se halló ninguna huella cerca del cuerpo. Las únicas que se encontraron, eran las pisadas de la potranca, que terminaban a unos 30 metros de su cuerpo.
El “incidente Lady“, fue el primero de gran cantidad más mutilaciones de animales. La gran mayoría de estos sucesos, seguían un patrón similar:
- Casi todas las mutilaciones, se efectuaban a reses de ganado vacuno, el resto fueron a caballos, ovejas y perros.
- No hay señales de lucha. Inclusive en suelos cubiertos de nieve, no se encontraron huellas de pisadas alrededor de los cuerpos, ni una gota de sangre. Parece como si los animales hubiesen sido levantados del suelo y despues dejados caer desde el aire.
- Se les extirpaba los órganos internos (ojos, oídos, lengua, órganos vitales como el corazón, hígado y pulmones, genitales, etc…).
- Los cuerpos estaban sin sangre, pero no había remanentes en el suelo. Las incisiones se efectuaron con precisión quirúrgica, y con un aparato, que a la vez que cortaba, cauterizaba la herida. Para poder hacer esto, se necesita una temperatura muy elevada, y que el calor que causara la herida, fuera firme y limpia. Solo un láser es capaz de hacerlo, y en la era de las primeras apariciones de mutilaciones, incluso no existía ningún aparato para empleo médico, solo en laboratorios, en fase experimental.
Casualmente, tras cada suceso, siempre aparecían los misteriosos helicópteros negros, silenciosos y sin ningún número de identificación de los exigidos por las regulaciones federales, en las cercanías después del descubrimiento de las reses muertas. En varias ocasiones, se observaron helicópteros rociando la zona donde después aparecían los animales mutilados.
El investigador Timothy Good, consiguió un informe incognito del FBI de 1.976, realizado por el agente Gabriel Valdez, quien después de inspeccionar una vaca mutilada, reveló unas señales de 40 cm que se hundían en el suelo formando un triángulo. Gabriel, en su informe, expuso que era posible, que el animal fuera capturado por la nave, se lo llevaran, y una vez mutilado y extraído toda la sangre y los órganos, la dejaban nuevamente, motivo por el cual, jamás se encontraron huellas de personas, ni de diferentes animales, ni nada de sangre. Debajo de las huellas se localizó una sustancia aceitosa, la hierba chamuscada y unos niveles de radiación demasiado más elevados que los normales.
Lou Girodo, jefe investigador de las mutilaciones del fiscal del distrito de Trinidad (Colorado) manifestó: “estamos tratando con entes que no son de este mundo”.
En la ladera de los Andes de la zona de Ecuador, vivían los Shuar (conocidos como jíbaros, nombre asignado por los españoles durante la era de la conquista). Esta tribu, guardaba el incognito de la localización de la Cueva de los Tayos (Cordillera del Cóndor). ¿Por qué mantenían en incognito la existencia de esta cueva, y cómo se ha llegado a localizar?. Hubo un misionero católico italiano, llamado Carlo Crespi Croci (conocido como Padre Crespi), que vivió demasiados años en esa zona, ayudando a los Shuar, sin pedir jamás nada a cambio, y los indios Shuar, como agradecimiento, le hicieron varios regalos originarios de esa cueva. Uno de los regalos, consistía en mostrarle la cueva que él desconocía, y todos sus misterios.
Gran cantidad de las piezas arqueológicas encontradas, están expuestas en el Museo de Carlo Crespi Croci (Ecuador). El húngaro Juan Moricz, la reveló en 1.969, y fue el primero en divulgar al planeta los tesoros que había en las profundidades de la cueva. Según el acta notarial del hallazgo, fechado el 21 de julio de 1.969 en Guayaquil, se puede leer:
…He desvelado valiosos objetos de gran valor cultural e histórico para la sociedad. Los objetos consisten sobre todo en láminas metálicas, que contienen quizá el resumen de la cronica de una civilización extinguida, de la cual no tenemos incluso la fecha el menor indicio…
Juan Moricz
Uno de los descubrimientos, fue el hallazgo de gigantescas huellas sobre bloques de piedra, que por sus ángulos rectos y simetría, sugieren un origen artificial. Uno de los regalos que recibió el Padre Crespi, fue una tabla metálica con 36 signos de redacción, que incluso no ha sido descifrado. El filólogo hindú Dileep Kumar, analizó los símbolos de la lámina de oro (de 52 cm de alto x 14 cm de ancho x 4 cm de grosor), y determinó que los ideogramas pertenecían a la clase de redacción Brahmi, utilizada en el Período Asokan de la cronica de la India (hace unos 2.300 años). Más tarde, el Dr. Barry Fell, Maestro de Biología de la Universidad de Harvard, identificó 12 signos de la lámina, asociándolo a los signos del Zodíaco.
El escocés Stanley Hall, reunió una expedición en 1.976 para inspeccionar la cueva. En dicha expedición, estaba la persona que pisó la luna por primera vez, el cosmonauta Neil Armstrong. Cuando accedieron a la cueva, Stanley se quedó asombrado por las dimensiones de la cueva, con amplias áreas hechas de figura artificial, y no por la naturaleza. El jefe de la expedición, responsable en temas geológicos, el Dr. Kelly, admitió no conocer decir cómo se hicieron esas gigantescas entradas. La expedición, localizó varios pequeños objetos, como anillos, pero nada que se pareciera a los obsequios que recibió el Padre Crespi. Incluso no se ha hallado la “Biblioteca Metálica”, de donde los indios shuar extrajeron los tesoros.
En la extensa entrada, había dinteles y bloques de piedra, y un muro megalítico de 4,50 metros de largo x 2,5 metros de alto. El espeleólogo Julio Goyen Aguado, sostenía que la expedición fue subvencionada por la Iglesia Mormona, ya que las planchas metálicas a las que aludía Moricz, recordaban a las planchas de oro que recibió el profeta Joseph Smith de manos del ángel Moroni. Según Joseph Smith, Moroni se le apareció en figura de ángel en 1.823, para revelarle donde estaban ocultas unas planchas de oro, que el propio Smith fue quien las tradujo en el Texto Mormón.
Diversas leyendas mormonas, apuntan que los citados registros estarían ocultos hoy en dia en algún lugar de la cordillera de los Andes. La zona donde se ubica la Cueva de los Tayos, se denomina Morona, nombre muy similar y prácticamente idéntico con el “ángel” que contactó con Joseph Smith. Se sospecha, que Stanley Hall pertenecía a los Servicios Misterios del Reino Unido, además de formar parte de la masonería inglesa, muy interesada en localizar la Biblioteca Metálica. Neil Armstrong, que formó parte de la expedición, además es masón. Cuando Armstrong salió de la Cueva de los Tayos, donde permaneció durante tres días, declaró a los medios de comunicación que su visita al planeta subterráneo, había superado su vivencia en la Luna. ¿Que vió o experimentó allí abajo, que pudiera superar ser el primer hombre en la cronica de la Sociedad, en pisar otro mundo que no fuera el nuestro?.
En la Península del Yucatán, la selva que lo puebla, está repleta de cavernas profundas llamadas cenotes. En 2.007, un arqueólogo llamado Guillermo de Anda, siguiendo los testimonios de los sacerdotes españoles que allí estuvieron en el siglo XVII, que insinuaban la existencia de un Santuario subterráneo maya, de Anda localizó una cueva muy especial en la población de Tahtzibichen. En una de las cavernas descubiertas, los expertos hallaron una carretera de cemento de 90 metros de largo, una pirámide, remanentes de huesos, vasijas, utensilios y esculturas. ¿Qué hacía un camino asfaltado y una pirámide bajo tierra?.
Los mayas, en sus leyendas y creencias, tenían un planeta subterráneo denominado Xibalbá. Este planeta intraterrenal es conocido debido a las descripciones que de él hace el Popol Vuh, el Texto Sagrado maya, además conocido como “Texto de la Comunidad”, El Popol Vuh, alude a Xibalbá (que significa “el sitio del miedo”), como el infierno gobernado por los señores de los muertos o del inframundo. ¿Es la cueva hallada por Guillermo de Anda, el Xibalbá al que hacían mención los mayas?. Es decir, el infierno maya, no era un lugar imaginario, el concepto que, por ejemplo, tiene el cristianismo de infierno, como un lugar más allá de la muerte, un pensamiento abstracto, sino que existía verdaderamente.
En el Popol Vuh, se puede leer una descripción de Xibalbá, y del camino que hay que recorrer para llegar allí, como un lugar real aquí en la Tierra, donde se puede ir, un lugar bajo tierra, en los infiernos:
«Después descendieron al camino que lleva a Xibalbá, de pendientes muy en declive. Habiendo descendido así, llegaron al borde de los ríos encantados de barrancos llamados Barranco Cantante Resonante, Barranco Cantante, que pasaron sobre ríos encantados con árboles espinosos; innumerables [eran] los árboles espinosos, pasaron sin hacerse daño . En seguida llegaron al borde del río de la Sangre , [y] allí pasaron sin beber. Llegaron a otro río, de agua solamente; no habiendo sido vencidos, lo pasaron además. Por lo tanto llegaron allí donde cuatro caminos se cruzaban: allí fueron vencidos, allí donde cuatro caminos se cruzaban. Un camino rojo, un camino negro , un camino blanco, un camino amarillo; cuatro caminos.»
En el Chilam Balam (nombre de varios libros que cuentan hechos y circunstancias históricas de la civilización maya), escrito por los Sacerdotes del Jaguar, se cuenta cómo el “camino de los astros” descendió del firmamento, y los 13 divinidades vinieron a la Tierra.
Hubo un gobernante maya, llamado Pakal, que reinó la ciudad maya de Palenque en el siglo VII. En 1.949, el arqueólogo Alberto Ruíz Lhuillier, reveló la tumba de este gobernante. Ésta, estaba en un altar, formado por una losa de 3,8 metros de longitud x 2,2 metros de ancho x 25 cm de altura. Su peso se aproximaba a las 5 toneladas. La losa, descansaba en un monolito de 6 m3, apoyado sobre 6 grandes bloques de piedra trabajada, todo ello cubierto de espectaculares relieves. Uno de esos bajorrelieves, después de distintos investigaciones y examen, se le ha denominado el “cosmonauta de Palenque“.
Se ve nitidamente que, Pakal, se encuentra en el interior de una especie de nave. La postura es completamente aerodinámica. El objeto tiene una cabeza puntiaguda, seguida de unas misteriosas aletas estriadas, como si fueran conductos de ventilación. La nave (además aerodinámica, una disciplina que desconocían completamente en la antigüedad), en la parte trasera termina con una especie de fuego llameante. Parece un cohete cósmico o cápsula espacial del tipo Mercury, propulsado por energía iónica o fotónica.
Se puede ver a Pakal, manejando con sus manos el cuadro de mando, además lleva una especie de casco, y el pelo ingrávido, como ocurre solo en el Cosmos exterior. La punta de la nariz, está en contacto con otra parte de la nave, que bien podría tratarse de un respirador artificial para administrar oxígeno. En 1.969, la NASA localizó 16 puntos coincidentes entre la nave del cosmonauta de Palenque, con el módulo de mando de una de sus cápsulas.
Los arqueólogos, dicen que la “nave”, es una cruz o árbol de la vida. Ellos, interpretan la escena, mencionando que la parte superior se corona con el típico pájaro quetzal (signo del dios sol). El tronco está formado por ramas y una serpiente, del que aparecen mazorcas antropomorfas, y la parte inferior, al lado a las raíces, se encuentra el demonio, el inframundo. otros expertos dicen que el soberano, es devorado por los demonios del averno, para después renacer con los rayos del sol de un nuevo día.
Todas las personas que han observado este relieve, están más próximas a ver e interpretar la escena como un hombre en el interior de una nave, que ver un árbol. Los arqueólogos, siempre descartan diferentes posibilidades e interpretaciones, porque sus miras son limitadas, hecho que hace que en demasiados aspectos de Egipto, homínidos y gran cantidad civilizaciones antiguas, solo encuentren eslabones perdidos, daten los descubrimientos en épocas que no se corresponden e intenten ramificar todo un árbol genealógico que no cuadra, y tengan que crear más y más ramas, incluso hacerlo inconexo, incomprensible y poco convincente.
Si revisáramos paso por paso, toda la estructura de la cronica de la civilización, vista por los arqueólogos, la conclusión sería que es increible lo que dicen. Los mejores astrónomos del planeta, con la tecnología tan avanzada que tenemos, estudiando la posición de los astros, los mundos y las constelaciones en los cielos en tiempos remotos, afirman que las pirámides de Egipto se crearon miles de años anteriormente que las fechas que los arqueólogos dicen. Y resulta, que los expertos en arqueología, no conocen aclarar gran cantidad cosas, permaneciendo en silencio, o sencillamente obviando aquello que localizan sin datarlo en un instante preciso de la cronica. ¿Por qué?, porque a ellos tampoco les cuadra sus conclusiones, y para que lo hiciera, tendrían que estar dispuesto a considerar diferentes opciones.
Pero resulta, que lo que sí cuadra, son todas las evidencias que tenemos en los textos viejos, en los Libros Sagrados de todas las civilizaciones, con leyendas, mitos e historias paralelas, con presencia de divinidades venidos de los astros, entes muy avanzados que les enseñó a construir, a interpretar los cielos, a escribir. Todas esas civilizaciones, suponen un salto cuántico de conocimientos inverosimiles, de permanecer en cuevas, salvajes, a construir las ciudades más grandes sobre la faz de la Tierra, de no conocer instrumentos ni utensilios, a poder desplazar ingentes cantidades de piedra, levantarlas y asentarlas de figura inmejorable. De repente, eran expertos en matemáticas, arquitectura, astronomía, crearon el lenguaje y la redacción, se asentaron en desplazamientos geográficos estratégicos, conociendo las fuerzas que rigen el universo y la Tierra, fuerzas invisibles, pero muy poderosas.(www.mundooculto.es)
Las personas más eruditas e ilustradas, convergen en identificar que es increible que esas civilizaciones fueran tan avanzadas, e hicieran de figura rudimentaria todo lo que crearon, sin auxilio externa. Para asegurar esto, se basan en la lógica y en la razón, apoyados por el saber, la física y las matemáticas, disciplinas muy exactas.
Algo ocurrió en los cielos, para hacer que se ocultaran bajo tierra, construyendo auténticas ciudades subterráneas, para permanecer escondido, en silencio, ante una gran amenaza capaz de destruir todo una población velozmente. Una amenaza increible de rebatir, una amenaza proveniente de los cielos, sin tratarse de meteoritos, ni diluvios, sino de fuerzas muy avanzadas, fuerzas que obligaron a la casta humana, al lado con demasiados “divinidades” y entes de los astros, a ocultarse y transformarse en intraterrestres.
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