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Señales Extraterrestres en la Noche 
 

Extractos de las memorias personales de Nikola Tesla 

El desarrollo del hombre es vitalmente dependiente de la ficción. Es el producto más notable de su cerebro creativo. Su propósito más notable es la completa maestría de la mente encima del planeta material, el atrapar las fuerzas de la naturaleza a las necesidades humanas.

Esta es la complicado tarea del inventor, quien e veces es mal entendido y no es recompensado. Pero el encuentra amplia compensación en los placenteros ejercicios de sus poderes y en el conocimiento de ser uno de esa excepcionalmente privilegiada clase sin la cual la casta hace demasiado tiempo habría perecido en la amarga lucha contra los implacables elementos. Hablando por mí mismo, yo ya he tenido más de mi medida completa de este exquisito disfrute; tanto, que durante demasiados años, mi vida estaba un poco corta del éxtasis continuo. 

Me acreditan ser uno de los trabajadores más duros y quizá lo soy, si el pensamiento es equivalente a la labor, ya que he dedicado a ello casi todas mis horas despierto. Pero si el trabajo es interpretado como la ejecución definida en un tiempo determinado, según reglas rígidas, por lo tanto podría ser que soy el peor de los holgazanes.

Cada esfuerzo bajo obligación exige un sacrificio de la energía de vida. Yo jamás pagué tal precio. Por el contrario, he prosperado en mis pensamientos. En procurar dar una cuenta fiel y conectada de mis actividades en esta cronica de mi vida, deberé vivir, sin embargo, al menos renuente, de las impresiones de mi juventud y las circunstancias y acontecimientos que han sido instrumentales en definir mi carrera.

Nuestros primeros esfuerzos son puramente instintivas incitaciones de una vívida e indisciplinada imaginación. Pero esos impulsos tempranos, aunque no son inmediatamente productivos, son del instante más grande y podrían darle figura a nuestros mismos destinos.

De hecho, actualmente siento que si los hubiera entendido y cultivado en vez de suprimirlos, habría podido agregar un valor sustancial a mi legado para el planeta. Pero solo incluso que logré la sociedad realicé que yo era un inventor. Esto fue debido a varias causas.

En primer lugar, yo poseía un hermano que era dotado a un grado extraordinario; uno de esos raros fenómenos de mentalidad, los cuales la investigación biológica ha fallado en aclarar. Su prematura e inesperada muerte dejó a mis padres desconsolados.

Poseíamos un caballo que nos había sido presentado por un querido amigo. Era un magnífico animal de casta arábiga, poseedor de una inteligencia casi humana, y era atencion y querido por toda la familia, habiendo una vez salvado la vida de mi amado padre bajo notables circunstancias.

Una noche de invierno, a mi padre lo llamaron para ejecutar una tarea urgente, y mientras cruzaba las montañas, infestadas de lobos, el caballo se asustó y escapó, tirándolo violentamente al suelo.

Llegó a casa sangrando y exhausto, pero después de que fuera sonada la alarma, inmediatamente se volvió, regresando al punto, y anteriormente de rastrear la partida, estaba en camino para donde encontramos a mi padre, quien había recuperado la consciencia y se volvió a montar, sin darse cuenta que había estado yaciendo en la nieve durante varias horas.

Este caballo era responsable de las heridas mortales de mi hermano. Yo fui declarante de la trágica escena y aunque habían transcurrido demasiados años desde por lo tanto, mi impresión visual de ella no había perdido ninguna fuerza.

El recuerdo de sus logros hizo parecer cada esfuerzo hecho por mi parte aburrido en comparación. Cualquier cosa que yo hiciera causaba que mis padres sintieran más agudamente su pérdida. Así, pues, crecí con poca confianza en mí mismo. Pero estaba muy lejos de ser considerado un muchacho estúpido, si he de ser juzgado por un incidente del cual tengo aun una vívida remembranza.

Un día los concejales pasaban por una calle donde yo estaba jugando con diferentes muchachos. Los mayors y venerables caballeros, acaudalados ciudadanos, hicieron una pausa en su camino para obsequiarnos una pieza de plata a cada uno de nosotros.

 

Al llegar a mí, el repentinamente paró y me ordenó:

“Mírame a los ojos”.

Encontré su mirada fija, mi mano se estiró para recibir la tan valorada moneda, cuando para mi consternación, el manifestó,

“No, no demasiado. No obtendrás nada de mi. Eres muy listo.”

Mi mamá era descendiente de una de las familias más antiguas del país y de una línea de inventores. Ambos, su padre y su abuelo originaron cuantiosos implementos domésticos, agrícolas y de diferentes usos. Ella era verdaderamente una gran doncella, de raras capacidades, valor y fortaleza. Le debo tanto a sus buenas tolerancias e inventiva mental que aun actualmente puedo ver sus maravillosas propiedades grabadas en mi mente.

Haciendo Real La Mente Interior 

En mi juventud yo sufrí de una peculiar aflicción debido a la aparición de imágenes, e veces acompañado por fuertes destellos de luz, que estropeaban la vista de los objetos autenticos e interferían con mis pensamientos y acciones. Habían cuadros de cosas y escenas que yo verdaderamente había observado, ninguna de estas imaginadas.

Cuando me fue hablada una palabra, la imagen del objeto que designaba se presentaría a sí misma vivamente en mi visión, y a veces era gran cantidad incapaz de diferenciar si lo que yo veía era tangible o no.

Esto me causaba mucha incomodidad y ansiedad. Ninguno de los alumnos de psicología o fisiología a quienes consulté pudieron jamás aclarar satisfactoriamente este fenómeno.

Parecen que ha sido únicos, aunque yo estaba quizá predispuesto, ya que se que mi hermano experimentaba un inconveniente similar. La hipotesis que yo formulé fue que las imágenes eran el resultado de una acción de reflejo desde el cerebro sobre la retina bajo gran excitación. Indudablemente no eran alucinaciones, como las producidas por las mentes enfermas y angustiadas, ya que en diferentes respectos era normal y compuesto.

Para dar una idea de mi desesperación, supongamos que he sido declarante de un funeral o algún otro espectáculo que toca los nervios. Por lo tanto, inevitablemente, en la quietud de la noche, un vívido cuadro de la escena se presentaría ante mis ojos y persistiría, a pesara de todos mis esfuerzos para quitarlo de mi más íntimo ser.

igualmente comencé a ver visiones de cosas que no guardaban ninguna resemblanza a la realidad. Era como si me estaban mostrando ideas de alguna mente cósmica, esperando hacer autenticos sus concepciones.

Si mi explicación es correcta, debería ser posible proyectar en una pantalla la imagen de cualquier objeto que uno conciba y hacerlo evidente. Tal avance revolucionaría todas las relaciones humanas. Estoy convencido que esta maravilla puede y será lograda en el tiempo por venir.

Puedo agregar que he dedicado demasiado pensamiento a la solución del inconveniente. He logrado reflejar tal cuadro que he observado en mi mente a la mente de otra persona en otra habitación.

Para liberarme a mí mismo de estas tormentosas apariciones, he tratado de concentrar mi mente en otra cosa que haya observado, y de esta forma, e veces obtuve un alivio temporal; pero para conseguirlo, tuve que conjurar continuamente nuevas imágenes.

No fue demasiado anteriormente que encontré que había agotado todo eso a mi comando; mi “carrete” había corrido incluso terminarse, porque había observado muy poco de los objetos solo de este planeta en mi casa y en los alrededores inmediatos.

Al realizar estas tareas mentales por segunda o tercera vez, para poder espantar las apariciones de mi visión, el remedio gradualmente perdió toda su fuerza. Luego, instintivamente comencé a hacer excursiones más allá de los límites del pequeño planeta del que poseía conocimiento, viendo nuevas escenas.

Estos eran al comienzo muy velados e indistintos, y se iban al intentar concentrar mi atención en ellos. Ganaron fuerza y distintivo, y al final asumieron la solidez de las cosas autenticos.

Pronto descubrí que mi mejor comodidad fue lograda si yo sencillamente me adentraba cada vez más en mi visión, obteniendo nuevas impresiones todo el tiempo, y así comencé a viajar; por supuesto en mi mente. Cada noche, (y a veces durante el día), cuando estaba solo, yo comenzaría mis viajes, veía modernos zonas, ciudades y naciones; vivía allí, conocía gente y hacía amistades y conocidos y, aunque suena inverosimil, es un hecho que los apreciaba tanto como aquellos en la vida real, y no un poco menos potentes en sus manifestaciones.

Hacía esto continuamente incluso que tuve como dieciséis años, cuando mis pensamientos se volcaron seriamente hacia los inventos. Luego observé, para mi placer, que podía visualizar con la mayor facilidad. No necesitaba modelos, dibujos o experimentos. Yo podría representarlos todos como verdaderos, en mi mente.

Así, al haber sido guiado inconscientemente a evolucionar lo que considero un nuevo procedimiento de materializar ideas e ideas inventivos, lo cual es radialmente lo contrario a lo puramente experimental, y es, en mi opinión siempre demasiado más expeditivo y eficiente.

En el instante en el cual uno construye un mecanismo para llevar a la práctica una idea en crudo, uno se encuentra a sí mismo inevitablemente aborto con los detalles del aparato. Al ir mejorando y reconstruyendo, la fuerza de concentración disminuye, y se pierde de vista el gran comienzo subyacente.

Pueden obtenerse resultados, pero siempre con sacrificio de la calidad. Mi procedimiento es distinto. Yo verdaderamente no me apresuro hacia el trabajo real. Cuando obtengo una idea, comienzo inmediatamente a construirla en mi imaginación. Cambio la construcción, rehago mejoras y opero el mecanismo en mi mente.
Es absolutamente intangible para mi si hago correr mi turbina en mi pensamiento o la pruebo en mi taller. Inclusive puedo notar si está fuera de balance. No hay diferencia alguna; los resultados son los mismos.

De esta forma soy capaz de desarrollar velozmente y perfeccionar una concepción sin alterar nada. Cuando he llegado tan lejos como para corporizar en la ficción cualquier mejora posible que pueda pensar y no veo errores por ninguna parte, pongo este producto final en figura concreta en mi cerebro. Invariablemente mi mecanismo funciona como he concebido que debería hacerlo, y el experimento sale exactamente como lo he planeado.

En veinte años no hubo una sola excepción. ¿Porqué tendría que ser de otra forma? La ingeniería, lo eléctrico y lo mecánico son positivos en sus resultados. Raramente hay un objeto o mecanismo que no pueda ser examinado de antemano, desde la información disponible en hipotesis y práctica.

El llevar a cabo a la práctica de una idea cruda como se hace normalmente es, sostengo, nada más un desperdicio de energía, dinero y tiempo. en cambio, mi temprana afición poseía otra compensación. El incesante esfuerzo mental desarrolló mis poderes de observación y me habilitó para revelar una verdad de gran importancia.

Yo había contemplado que la aparición de imágenes era siempre precedida por autenticos visiones de escenas bajo circunstancias muy peculiares y normalmente muy excepcionales, y me impulsaron en cada ocasión a situar el impulso original.

Un poco después, este esfuerzo creció a ser casi automático, y gané gran facilidad para conectar provoca y efecto. Pronto me volví consciente, para mi sorpresa, que cada pensamiento que yo concebía era sugerido por una impresión externa. No solo esto, sino todas mis acciones eran incitadas de una forma similar.

Con el tiempo se volvió perfectamente indiscutible para mi que yo era sencillamente una automatización dotada con energía de movimiento, contestando al estímulo de los órganos del sentido, y pensando y actuando en consecuencia.

El resultado práctico de esto fue la clase de “tele-automáticos” que ha sido llevado a cabo solamente de una forma imperfecta. Sus latentes posibilidades, en cambio, serán eventualmente demostradas. Llevo años planeando autómatas auto-controlados, y creo que pueden producirse dispositivos que actuarán como si poseyeran razonamiento, a un grado limitado, y crearán una revolución en demasiados departamentos comerciales e industriales.

Yo poseía aproximadamente unos doce años de edad cuando tuve éxito en desterrar una imagen de mi visión con esfuerzo de voluntad, pero jamás tuve ningún control sobre los destellos de luz a los cuales me he referido con anterioridad. Fueron quizás mi experiencia más insolita e incomprensible.

Usualmente ocurrieron cuando me encontraba en situaciones peligrosas o desesperantes, o cuando estaba grandemente regocijado. En algunas instancias he observado todo el aire a mi alrededor lleno con lenguas de llamas vivas. Su intensidad, en vez de disminuir, se incrementaba con el tiempo, y al parecer llegó al máximo cuando poseía como veinticinco años de edad.

Mientras estuve en París, en 1883, un prominente fabricante francés me envió una invitación a una expedición de tiro, la cual acepté. Había estado confinado demasiado tiempo a la fábrica, y el aire fresco tiene un maravilloso efecto vigorizante en mí.

A mi vuelta a la ciudad esa noche, sentí una positiva sensación que mi cerebro había cogido fuego. Yo era una luz, como si un pequeño sol estuviera allí, y pasé toda la noche aplicándome compresas frías a mi torturada cabeza.

Al final, los destellos disminuyeron en fuerza y frecuencia, pero cogió más de tres semanas anteriormente que cesaran totalmente. Cuando se me extendió una segunda invitación, mi contestación fue un enfático ¡NO!

Estos fenómenos luminosos aun se manifiestan de vez en cuando, como cuando una nueva idea se está abriendo posibilidades me golpea, pero ya no son excitantes, siendo de relativamente poca intensidad. Cuando cierro mis ojos, invariablemente observo primero un fondo de un azul muy oscuro y uniforme, comparable al firmamento en una noche clara pero sin estrellas.

En unos escasos segundos, este campo se vuelve animado con innumerables copos de un verde centellante, ordenados en varias capas y avanzando hacia mi. Por lo tanto aparece, a la derecha, un bello patrón de dos equipos de líneas paralelas cercanas, a ángulos rectos unas de diferentes, en toda clase de colores, con el amarillo, verde y dorado predominando.

de inmediato después, las líneas se vuelven más relucientes, y el todo es gruesamente salpicado con puntos de luz parpadeantes. Este cuadro se mueve lentamente a través de campo de visión, y en aproximadamente diez segundos se desvanece a la izquierda, dejando atrás una base de un más bien desagradable gris incluso alcanzar la segunda fase.

Cada vez, anteriormente de dormirme, revolotean ante mi vista imágenes de personas u objetos. Cuando los veo, se que estoy por perder la conciencia. Si se ausentaran y se rehusaran a llegar, esto significaba una noche sin sueño.

Durante este período contraje demasiados insolitos gustos, disgustos hábitos, varios de los cuales puedo rastrear a impresiones externas, mientras que diferentes son no explicables. Yo estaba fascinado con el brillo de cristales, pero las perlas casi me dan un ataque.

Después de terminar los investigaciones en el Instituto Politécnico y en la Universidad, tuve una completa crisis nerviosa y, mientras duró el mal, observé demasiados fenómenos, insolitos e inverosimiles.

Nikola Tesla – Nacido el 9/10 de Julio de 1856

De los propios escritos de Tesla podemos ver que poseía una capacidad mental única, que escasos de sus congéneres humanos hayan podido alguna vez alcanzar. No es de extrañarse que cuando Tesla fue enfrentado con un acontecimiento tan estremecedor como la revelación que los humanos podrían no estar solos en el cosmos, el le hizo frente con la cabeza en alto.

La forma atípica en que enfrentaba y trataba con lo desconocido ha conducido a varios a especular que su verdadero parentesco puede haberse originado más allá de este mundo. Esta sugerencia no es nueva, de hecho, Tesla una vez le confió a uno de sus asistentes personales que e veces sentía como si fuese un raro en este planeta.

Tesla era de una familia de origen serbio. Nacido en la aldea de Smilian, Lika (Austria-Hungría) en lo que es actualmente Croacia. El padre de Tesla era un sacerdote ortodoxo; su mamá no era letrada pero altamente inteligente. Un soñador con un toque poético, al madurar, Tesla agregó a estas cualidades tempranas aquellas de al auto-disciplina y un afán por la precisión.

Margaret Cheney, en su texto: Tesla: Hombre fuera del tiempo – Tesla: Man out of time (1981) vió que Tesla, cuando niño, empezó a hacer inventos originales. Cuando poseía un lustro, el construyó una reducida rueda de agua, gran cantidad distintos de las que había observado en el campo. Era lisa, sin paletas, en cambio giraba uniformemente en la corriente. Años más tarde el habría de recordar este hecho cuando estaba diseñando su turbina única sin cuchillas.

Varios de sus diferentes experimentos fueron menos exitosos. Una vez estaba subido en el techo de la azotea, agarrando el paraguas de la familia e hiper ventilándose en la fresca brisa de la montaña, incluso que su cuerpo se sintió ligero, y el mareo en su cabeza lo convenció de que podía volar. Cayéndose a la tierra, el yació inconsciente y fue acarreado a su cama por su mamá. Tesla más tarde escribiría que este incidente fue el catalizador para sus inusuales visiones.

En su texto El Vuelta de la Paloma, Margaret Strom asevera que Tesla no era un hombre terrestre. En la página 71 de su texto privadamente impreso, dice que la gente espacial relató que un niño varón nació a bordo de una nave espacial que estaba en un vuelo desde Venus a la Tierra en julio de 1856.

El pequeño fue llamado Nikola. La nave tomó tierra a medianoche, entre el 9 y el 10 de julio, en una remota provincia en las montañas en lo que es actualmente Croacia. Allí, según arreglos previos, el niño fue colocado al atencion de un buen hombre y su esposa, el Reverendo Milutin y Djouka Tesla.

Supuestamente, la gente del cosmos liberó estos datos en 1947 a Arthur H. Matthews en Quebec, Canadá.

Señales Extraterrestres en la Noche 

Arthur H. Matthews era un ingeniero eléctrico, quien desde su niñez estuvo cercanamente asociado con Tesla. Matthews afirmó que Tesla le confió gran cantidad tareas, incluyendo el mecanismo de Tesla para las comunicaciones interplanetarias que fue primero concebido en 1901, con el objetivo de comunicarse con el mundo Marte.

 

Tesla ha sugerido que el podía transmitir a través de la tierra y el aire grandes cantidades de energía a distancias de miles de millas.

“Puedo fácilmente tender un puente encima del golfo que nos separa de Marte, y enviar un mensaje casi tan fácilmente como a Chicago.”

Debido a presiones de otra investigación en ese tiempo, el primer modelo funcionando no fue erigido por Tesla incluso 1918.

En 1899, Nikola Tesla, con la auxilio de su soporte economico, J.P. Morganinstaló en Colorado Springs un laboratorio experimental conteniendo equipo de transmisión de radio de alto voltaje. El laboratorio poseía una torre de 200 pies para transmisión y recepción de ondas de radio y el mejor equipo de recepción disponible en ese tiempo.

Una noche, cuando estaba sola en el laboratorio, Tesla vió lo que el cautelosamente llamó acciones eléctricas que definitivamente parecían ser señales inteligentes. Los cambios ocurrían periódicamente y con tan clara sugestión de número y orden que no podían ser detectados a ninguna provoca, por lo tanto conocida por el.

Tesla elaboró en el asunto de “Hablando con los Mundos», en el periódico semanal Collier (marzo 1901):

“Cuando estaba mejorando mis máquinas para la producción de acciones eléctricas intensas, además estaba perfeccionando los medios para ver esfuerzos débiles. Uno de los resultados más interesantes, y además uno de gran importancia práctica era el desarrollo de ciertas invenciones para indicar a separación de demasiados centenares de millas una tormenta que se aproximaba, su dirección, velocidad y separación viajada.

“Fue continuando este trabajo que por primera vez descubrí esos misteriosos efectos que han despertado tal extraño interés. Yo había perfeccionado el aparato referido, incluso tanto que desde mi laboratorio en las montañas de Colorado podía sentir el pulso del globo, como era, notando cada cambio eléctrico que ocurría en el interior de un radio de 1,100 millas.

“Jamás podrá olvidar las primeras sensaciones que experimenté cuando supe que había contemplado algo de consecuencias seguramente incalculables para la sociedad. Yo sentí como si hubiera estado presente en el nacimiento de un Nuevo conocimiento o la revelación de una gran verdad… Mis primeras observaciones me aterraron positivamente, ya que en ellas estaba presente algo enigmatico, por, por no decir asombroso, estando solo en mi laboratorio por la noche; pero en ese instante, el plan de estas perturbaciones siendo señales inteligentemente controladas aun no se me presentó.”

“Los cambios que noté estaban teniendo lugar periódicamente y con tan clara sugestión de números y orden que no eran rastreables a ninguna provoca conocida. Yo estaba familiarizado, por supuesto, con tales perturbaciones eléctricas como las producidas por el sol, como la Aurora Boreal y las corrientes terrestres, y estaba seguro, como lo podría estar de cualquier hecho, que estas variaciones no se debían a ninguna de estas causas.”

“La naturaleza de mis experimentos impidió la posibilidad de cambios siendo producidos por perturbaciones atmosféricas, como ha sido afirmado por varios. Fue algún tiempo después, cuando me llegó el pensamiento, de que los disturbios que había contemplado podrían deberse a un control inteligente.”

“Aunque en ese tiempo yo no podía descifrar su concepto, era increible para mi pensar en ellos como siendo completamente accidentales. La sensación crece continuamente en mi, que he sido el primero en escuchar los saludos de un mundo a otro. Un propósito estaba detrás de estas señales eléctricas.”

Este incidente fue el primero de demasiados en los cuales Tesla interceptó lo que él sentía, eran señales inteligentes del cosmos.

En ese tiempo, era afirmado por investigadores prominentes que Marte sería un lugar similar para vida inteligente en nuestro sistema solar, y Tesla primero creyó que estas señales podrían estarse originando del mundo rojo. Más tarde cambiaría su punto de vista, al volverse más adepto a traducir las enigmaticas señales. Cerca del final de su vida, Tesla había desarrollado varios inventos que supuestamente podían enviar poderosas cantidades de energía a diferentes mundos.

 

En 1937, durante una conferencia de prensa en el día de su cumpleaños, Tesla anunció:

He dedicado demasiado de mi tiempo sobre los años a perfeccionar un nuevo aparato, pequeño y compacto, por el cual pueda la energía, en cantidades considerables, ser destelladas a través del cosmos a cualquier separación sin la menor dispersión.”

(New York Times, Julio 11, 1937.)

Tesla jamás declaró públicamente los detalles técnicos de su transmisor mejorado, pero en su anuncio en 1937, el declaró una nueva formula, mostrando que,

“La energía cinética y potencial de un cuerpo es la consecuencia del movimiento y determinado por el producto de su masa y el cuadrado de su velocidad. Si reducimos la masa, la energía será reducida a la misma proporción. Si se redujera a cero, la energía sería igualmente cero para cualquier velocidad finita.”

(New York Sun, julio 12, 1937, Pág. 6.)

Miedo de Alienigenas 

En los diarios de Tesla que destapó, Dale Alfrey vió que por 1920, Tesla había ganado confianza de ser capaz de encontrarle sentido a las misteriosas difusiones de radio del cosmos. sin embargo, pronto después, Tesla empezó a expresar gran preocupación sobre de entes de diferentes mundos que tenían diseños desagradables para la Tierra.

“Las señales son muy fuertes para haber viajado las grandes distancias entre Marte y la Tierra,” escribió Tesla. “Así, estoy forzado a admitir a mi mismo que las fuentes deben venir de algún lugar en el cosmos cercano o aun de la luna. Estoy seguro, en cambio, que las criaturas que se comunican unas con diferentes cada noche no son de Marte, o seguramente de ningún mundo en nuestro sistema solar.”

Varios años después de que Tesla anunciara la recepción de señales del cosmos, Guglielmo Marconi además afirmó haber escuchado de un transmisor de radio alienigena. Sin Embargo, Marconi fue tan velozmente descartado por sus contemporáneos, quienes afirmaban que el había recibido interferencias de otra estación radial en la tierra.

Hay una cierta confirmación pública sobre la validez de los diarios perdidos de Tesla y su creencia en alienigenas, y la importancia de comunicarse con ellos. Como se vió con anterioridad, Arthur H. Mathewsafirmó que Tesla secretamente había desarrollado elTeslascopio con el propósito de comunicarse con alienigenas. El Dr. Andrija Puharich entrevistó a Matthews para el Pyramid Guide, mayo-junio & julio-agosto 1978. Este entrevista declaró por primera vez las conexiones de Matthews con Tesla.

Arthur Matthews nació en Inglaterra, y su padre era asistente de laboratorio para el renombrado físico, Lord Kelvin, atrás en 1890. Tesla fue a Inglaterra a encontrarse con Kelvin… para convencerlo que la Corriente Alterna era más eficiente que la Corriente Directa. Kelvin, por ese tiempo, se oponía al movimiento AC.

En 1902, la familia Matthews dejó Inglaterra, inmigrando a Canadá. Cuando Matthews poseía 16 años de edad, su padre hizo arreglos para el, para que fuera aprendiz bajo Tesla.

 

El eventualmente trabajó para el y continuó su alianza incluso la muerte de Tesla en 1943.

“No es normalmente conocido, pero Tesla poseía verdaderamente dos enormes transmisores magnificantes, construidos en Canadá,” manifestó Matthews.

“Yo manejé uno de ellos. La gente sabía, más que nada, sobre de los transmisores en Colorado Springs, y el inconcluso en Long Island. Yo vi los dos transmisores canadienses. Toda la evidencia está allí.”

Mathews afirmó que el Teslascopio es el mecanismo que inventó Tesla para comunicarse con entes de diferentes mundos. Hay un diagrama del Teslascopio en el texto deMatthewsThe Wall of Light.

«En comienzo, toma señales de rayos cósmicos”, manifestó Matthew.

“Eventualmente las señales se han trabajado a audio. Hable en un raro y la señal sale por el otro como un emisor de rayos cósmicos.”

Los diagramas de Matthews del Teslascopio tienen poco sentido electrónico. Nadie jamás ha comprobado la realidad del mecanismo. Matthews asevera, en cambio, que el construyó un modelo del Sistema de Comunicaciones Planetarias de Telsa en 1947 y lo operó con éxito.

El sugirió que debido al rango limitado de los equipos, el solo pudo contactar naves espaciales operando cerca de la tierra. El había esperado algún día construir un sistema capaz de comunicación directa con los mundos.

«Tesla me había mencionado que entes de diferentes mundos ya estaban aquí, “ cuenta Matthews. “El estaba muy asustado de que habían estado controlando al hombre durante miles de años, y que nosotros somos sencillamente sujetos de evidencia para un experimento de una extrema larga duración.”

Matthews no compartía las convicciones de Tesla, que los alienigenas pudieran no tener los mejores intereses en mente para la tierra. Su opinión es que si los alienigenas fueran tan avanzados como para ser capaces de viajar de un sistema solar al otro, por lo tanto debería de ser socialmente avanzados y amantes de la paz.

Las ansias de Matthews de continuar experimentando con el Teslascopio era indicativo de los primeros días de la llamada “era moderna de OVNIS”. Por los años cincuenta, contactados como George Adamski y Howard Menger estaban escribiendo libros y dando conferencia a creyentes ansiosos, sobre de los hermanos espaciales como divinidades.

Estos ocupantes de los OVNIS afirmaban se de casi cada mundo en el sistema solar, siendo Venus y Marte los más favorecidos. Los hermanos espaciales predicaban una figura de “Religión Espacial de la Nueva Era”, con descripciones utópicas de sus mundos hogar y la acusación de los modos guerreros de la sociedad.

Tesla se habría sentido indudablemente reivindicado por sus previos confirmaciones, si hubiera vivido lo bastante para experimentar la era moderna de los OVNIS. El menciona en sus diarios sus frustrantes intentos para interesar a aquellos en el gobierno o el ejército, sobre de sus hipotesis. por lo visto, las cartas de Tesla se quedaron sin contestación – permanece la interrogante si sus idear fueron o no fueron seriamente consideradas, o si pensaron en ellas como sencillamente locas.

La evidencia circunstancial apunta a cierta cantidad de expectativas por parte de los Estados Unidos, al avistarse los primeros OVNI durante la segunda guerra mundial. Podría ser que las ideas de Tesla tuviesen más colisión, sin embargo, secretamente, de lo que Tesla alguna vez pudo soñar.

Nikola Tesla sugería que el podía transmitir a través de la tierra y el aire, grandes cantidades de energía a distancias de miles de millas.

“Puedo fácilmente construir un puente del golfo que nos separa de Marte, y enviar un mensaje tan fácilmente como si fuese Chicago.”

 

 

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Por Sandra