uno de los pocos casos de accidentes de ovni en el mundo sucedio en argentinauno de los pocos casos de accidentes de ovni en el mundo sucedio en argentina

Llegan estos modernos elementos a nuestra mano, debido a Juanjo, un interesado del facebook en estos temas

El 14 de abril de 1974 fue domingo. Había nubosidad baja sobre la serrana ciudad de Tandil, a 350 kilómetros de Buenos Aires. A las 4:05 de la mañana, Sebastián Acevedo, un humilde jornalero de 34 años que no sabía leer ni escribir, caminaba por la calle Aeronáutica Argentina rumbo a su trabajo. Hacía tareas duras en una planta de cereales proxima la estación de trenes y vivía con su esposa y un pequeño bebé en un modestísimo rancho de barro y chapa ubicado a 400 metros del sitio donde empezó el raro hecho que ese día iba a cambiar su cronica personal.

Al llegar a la altura de una notable empresa láctea cuyas instalaciones están a unas pocas cuadras de su vivienda, Sebastián observa que por detrás de él se ilumina todo. Creyendo que es un auto que se sobre, pero sobresaltado por el silencio reinante, gira su cabeza y con fascinacion ve que un objeto circular, sale de entre las nubes bajas, llega a gran velocidad y lo sobrevuela. Es un aparato de aproximadamente tres metros de circunferencia, aparentemente metálico, que lanza pequeños destellos de color por sus bordes. Este ovni se detiene y se ubica exactamente encima de su cabeza a una altura menor a cinco metros, con un zumbido “como de soldadora autógena”.

Según el relato del hombre, se abre una especie de escotilla y algo similar a “un tubo de luz roja” lo cubre por completo. Se siente absorbido por una fuerza desconocida que lo despega del suelo. Acevedo es elevado una y otra vez, incluso un metro del suelo. En el tercer intento, es absorbido con más fuerza y desesperadamente comienza a gritar. Lo escucha el sereno de la empresa láctea, un militar retirado (Juan Soberanos), que sale de su garita alarmado por el ruido. Este segundo declarante alcanza a ver cuando el aparato abandona el intento y se eleva, atravesando un monte de eucaliptos, por sobre los cables del tendido eléctrico rumbo a la ciudad. Un zumbido agudo y molesto se alcanza a oir. Sebastián Acevedo queda tirado en el pavimento.

El OVNI recorre a una velocidad relativamente lenta los 500 metros que separan estas instalaciones de la ruta Nacional 226. Al llegar a este punto, el aparato se eleva unos metros y hace contacto con las líneas de alta tensión que cruzan la carretera de una curtiembre al lado del arroyo. Se ve y se escucha un ruido sordo, el objeto choca con los cables, se alcanza a ver una gran luminosidad y comienza el caos. La planta eléctrica que alimenta de luz a la ciudad, ubicada a 200 metros del lugar del colisión sufre el peor desastre de toda su cronica. El siniestro fue en la usina de DEBA (Dirección de Energía de Buenos Aires), generando una fuerte explosión que dejó a obscura toda la ciudad.

Explota literalmente y una hectárea completa de transformadores y equipos de alta complejidad arden en llamas. El siniestro que dura horas, apenas puede ser controlado por decenas de bomberos y cubre todo el área, poniendo en peligro al encargado de la subestación eléctrica que a esa hora estaba de guardia. Fue tan voraz y rápido el incendio que provocó la muerte de un pequeño perro que descansaba en el segundo piso del edificio principal y que no hizo a tiempo para huir de las llamas que desataron el infierno.

Nada se sabe del ovni, pero Sebastián Acevedo sufre consecuencias físicas durante demasiado tiempo: irritación ocular, sensibilidad en sus oídos y una insolita sensación que incluye ataques desmedidos de fuerza física. Incluso bajo hipnosis, repitió una y otra vez esta cronica. 

Esa misma noche, decenas de declarantes habían observado sobrevolar ovnis sobre las sierras de Tandil, inclusive dos joyeros (Tenaglia y Kriguer) que viajaban por la ruta Nº 226 de Tandil a la ciudad de Olavarría, observaron una criatura o entidad en posición de inclinada de rostro a la ruta. La descripción que los declarantes realizaron del ser, es que era de mediana estatura, extremidades inferiores cortas, el cara alargado, no pudieron observarle ojos y vestía un traje de apariencia metálica fosforescente. Por el miedo, no se detienen y a unos 10 km del encuentro, una luz muy fuerte ilumina el interior del vehiculo, repitiéndose en más de cinco oportunidades la misma situación. 

Dos horas anteriormente un ama de casa vio sobre las cuatro de la mañana, un pequeño ovni similar al de Acevedo despegar desde el patio trasero de su vivienda ubicada en el barrio de Villa Italia a pocas cuadras de la subestación siniestrada.
A minutos del hecho vivido por Sebastián (4:15 hs) dos objetos sobrevolaron el campamento municipal, generando el pánico en varias personas. En la madrugada del día 13 se denunció la evolución de un objeto con figura oval. 

Jamás se pudo aclarar cómo fue posible que los siete relais de seguridad Siemens de la planta eléctrica no fueran capaces de frenar la tremenda sobre tensión ocasionada por este desconocido aparato luminoso que provoca adrede o accidentalmente un desastre sin control. Remanentes metálicos quedan diseminados debajo de las torres de alta tensión y se nota un faltante de varios metros de gruesos cables que se derritieron entre los aisladores de dos torres de alta tensión.

La entrada UNO DE LOS POCOS CASOS DE ACCIDENTES DE OVNI EN EL MUNDO, SUCEDIÓ EN ARGENTINA. se publicó primero en Mundo oculto.

Por Sandra