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1. El Santo Grial de la criptografía
Escasos manuscritos hay en la cronica más misteriosos e enigmaticos que elmanuscrito Voynich, un texto que fue escrito hace unos quinientos años en un raro idioma (al que se le ha denominado como voynichés) y que a día de hoy aun no ha podido ser descifrado por ninguno de los demasiados expertos que lo han intentado. Si esto es poco, el texto está repleto de ilustraciones de diversa temática, que van desde la botánica, la astrología y la cosmología, incluso la biología y la farmacéutica.
Incluso aquí podría parecer un antiguo tratado sobre conocimientos varios de los demasiados que existen de dicha era, a no ser porqué los dibujos del manuscrito Voynich nos exponen una serie de plantas, animales y situaciones cotidianas desconocidas en nuestro mundo. Se podría decir que es como un “manual de botánica y ciencia de otro mundo”. A parte, en el manuscrito se simbolizan una serie de instrumentos que bien podrían ser microscopios y lentes de aumento rudimentarias, al lado con ilustraciones de lo que podrían ser células y bacterias, algo gran cantidad extraño si se tiene en cuenta que alguna de las hipotesis de su autoría lo colocan en el siglo XIII.
Arriba, microscopios del siglo XVIII, abajo objeto similar del Voynich que varios dicen que eran tarros para guardar las hierbas.
Arriba, ilustración del Voynich. Abajo, microscopio siglo XVII
El Voynich está considerado por demasiados como el Santo Grial de la criptografía histórica. A lo largo de su existencia ha sido objeto de potentes investigaciones por criptógrafos profesionales y aficionados, pues todas sus páginas se están disponibles y se pueden investigar en la red. Pero ninguno ha logrado descifrar ni una sola palabra del texto, en este punto son demasiados los que opinan que el manuscrito es un engaño, un fake medieval que alguien escribió por motivos desconocidos y que todo su texto no es más que una secuencia azarosa sin ningún sentido.
en cambio, pese a que al parecer que en diversas páginas se repiten los mismos signos, todo el manuscrito cumple la ley de Zipf, que viene a decir que en todas las lenguas conocidas la longitud de las palabras es inversamente proporcional a su frecuencia de aparición. Esto hace pensar que el texto está redactado en un lenguaje concreto y natural, ya que en lenguajes artificiales creados a propósito, como los élficos de Tolkien o el Klingon de Star Trek no se cumple esta regla.
Esto es debido a que la explicación a esta ley se basa en la economía lingüística: las palabras que más utilizamos son más cortas y así requieren menos energía, por ello es el uso de una lengua el que acaba por imponer esta ley. Es prácticamente increible que el creador del manuscrito Voynich conociera la ley de Zipf, enunciada demasiados siglos después, y por tanto que la aplicase a una lengua inventada por él.
Ilustraciones de botánica de plantas de las que no se conoce su existencia.
En gran cantidad de las ilustraciones se pueden observas servicios conjuntos de mujeres desnudas en misteriosas piscinas y tubos…
El manuscrito debe su nombre a Wilfrid M. Voynich, quien localizó el texto en 1912 en una biblioteca jesuita del colegio de Mondragón, cerca de Roma, donde al parecer había sido donado por Athanasius Kircher (criptólogo alemán) a finales del siglo XVII, quien a su vez lo habría conseguido deJohannes Marcus Marci, rector de la universidad de Praga en aquella era y que a su vez lo habría conseguido deGeorgius Barchius, alquimista que trabajo en la corte de Rodolfo II, el que ha su vez lo habría conseguido deJacobus Horcicky de Tepenecz, además alquimista, quien se habría apoderado del manuscrito tras la muerte de Rodolfo II, a quien pertenecía el texto incluso el 1622. Es posible que el texto llegara incluso la biblioteca del sacro emperador romano de manos de Johannes Kepler, quien entre los años 1584 y 1588 vivió en la corte de Rodolfo. Kepler, gran aficionado a la alquimia, matemáticas, astrología y astronomía, era un vasto admirador del trabajo de Roger Bacony atesoraba demasiados de sus manuscritos originales. Es por este motivo que el manuscrito Voynich se atribuye por demasiados al tal Roger Bacon, quien supuestamente lo habría escrito casi cuatro siglos anteriormente. Roger Bacon fue un monje franciscano y alquimista del que se dice habría creado un código para camuflar sus investigaciones sobre la piedra filosofal y el elixir de la vida.
Extracto del texto de una página cualquiera
Como veis, el manuscrito Voynich se pierde en una marea de manos de personajes más que curiosos en el que es complicado seguir el hilo de su cronica. Las hipotesis sobre su origen son gran cantidad y variadas. Están los partidarios sobre la atribución real a Roger Bacon, quien fuera el inventor de la lupa y con el que se especula sobre la ficción de microscopios y telescopios demasiado anteriormente de su ficción reconocida. Están los que opinan que el manuscrito fue obra de Johannes Marcus Marci, que al lado a Raphael Missowsky habrían creado el manuscrito para poner en irrisorio a Athanasius Kircher, quien ya había sido estafado con un texto fraudulento por el orientalista Andreas Mueller.
Otra hipotesis pone en el tablero a dos modernos personajes que además residieron en la corte de Rodolfo II (personalmente es la que más me convence). Estos personajes sonFrancis Bacon, escritor y aficionado a todos los temas ocultos y su buen amigo, Cornelis Drebbel, quien fuera jefe alquimista en la corte de Rodolfo II en la era en la que supuestamente aparece por allí el manuscrito. Curiosamente, Drebbel era un vasto aficionado a los microscopios y telescopios y él mismo los fabricaba y vendía. Francis Bacon escribió un texto titulado “La nueva Atlántida” en 1626, donde los paisajes, zonas y costumbres descritas coinciden más que sorprendentemente con las ilustraciones del Voynich. Es más que probable que el manuscrito fuese escrito por Drebbel a modo de apoyo para el texto de Francis Bacon. Como una biblia de la nueva Atlántida que envolvería la obra de Bacon como algo real, no fictício, y que impulsaría su éxito.
Presuntas ilustraciones de vida celular
Resumiendo. No se tiene ni idea de quién fue el verdadero creador del manuscrito, no se sabe si su texto es falso o en verdad tiene algún sentido. No se sabe en qué era fue escrito ni por qué motivos… Interesante ¿Verdad?
Hoy en dia el manuscrito Voynich se encuentra en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale, clasificado como el ítem MS408.
Se utilizó pluma de ave para escribir el texto y dibujar las figuras con pintura de colores; según se puede ver, el texto es posterior a las figuras, ya que en numerosas ocasiones el texto aparece tocando el borde de las imágenes, algo que no ocurriría si éstas hubiesen sido añadidas posteriormente.
El texto tiene alrededor de 240 páginas de pergamino, con vacíos en la numeración de iguales lo que sugiere que unas 28 páginas se habían extraviado ya anteriormente de su compra por Voynich.
Ilustraciones sobre astrología.
La entrada Manuscrito Voynich. El libro más enigmático de la historia. se publicó primero en Mundo oculto.