La amenaza del 2030: “sólo 20% del pueblo mundial sobrevivirá”
BILL GATES Y LAS VACUNAS MORTALES.
Investigaciones del investigador británico James Lovelocke así lo confirman. En redes sociales se acuña el concepto: “disfruta mientras puedas”.
Imaginen que el agua, la electricidad, y el aire limpio para respirar sólo es de acceso para los más adinerados del mundo. Una gran parte de la corteza terrestre hundida en el mar; y flotando ahí, algunas embarcaciones modernas con presidentes y personas poderosas que supuestamente se encargarán de encontrar la solución ¿Se les hace conocida la cronica?
Pues de acuerdo a la hipotesis del investigador británico, James Lovelock, para 2030 todo esto podría volverse realidad y sólo el 20% del pueblo mundial logrará sobrevivir al colapso medioambiental. Las investigaciones de Lovelock lo han llevado a formular la teoría de Gaia (en la que se coincide al mundo como un super organismo viviente).
A pesar de que su tesis fue publicada hace varios años, ha vuelto a la opinión pública gracias al repentino clima extremo y los desastres naturales que azotan a todo el planeta. Con las inundaciones que han soportado hace poco en Londres y la premisa de Lovelocke, de que en el interior de 10 años se encontrarán a nivel del mar, los británicos están asustados.
Pero, ¿por qué creerle a este investigador? James Lovelocke consiguió anticipar en 1965, tras un ensayo encargado por la petrolera Shell, las consecuencias del uso de combustibles fósiles para el año 2000. Actualmente asevera que ya no hay vuelta atrás.
Para 2020 el clima será extremo, de un lado del mundo desértico y del otro antártico, causando grandes devastaciones. En un comienzo Europa será un vasto desierto dominado por el clima subsahariano. Naciones como Reino Unido o Irlanda desaparecerán del continente, absorbidos por el nivel del mar.
Este tipo de predicciones catastróficas en montón con los últimos sucesos en Europa han hecho que al menos los británicos se inclinen a el plan de Lovelock, de que es muy tarde para evitar la apocalipsis y de ahí que se viralice el concepto “enjoy the life while you can” en las redes sociales.
Entre diferentes confirmaciones, Lovelock explica que el reciclaje es una pérdida de tiempo y de energía; que la reforestación empeora incluso más las cosas; que tomar decisiones de consumo ecológicas son sólo gestos ostentosos, “jamás vamos a obtener del viento o del sol la energía bastante para cubrir el consumo energético de una sociedad como la nuestra”.
Al final aboga por algunas soluciones, para aclarar el inconveniente de la energía está la energía nuclear, los transgénicos y la comida sintética para la escasez de alimentos y contando con que el 80% del pueblo mundial perecerá, las soluciones suenan suficientes.
La mayor parte de los humanos desaparecerán, asevera, pero “los que queden cambiarán y entenderán cómo hay que vivir verdaderamente en Gaia”. Mientras tanto: “Disfruta de la vida”.
James Lovelock, creador de la Hipotesis de Gaia: la apocalipsis ambiental es inevitable, no hay nada que hacer
Es muy tarde y las acciones ecológicas son sólo fantasías para hacernos sentir mejor, señala el investigador británico James Lovelock.
James Lovelock cobró notoriedad por ser el primero en formular una hipotesis científica en la que se aborda una intuición profunda en el pensamiento humano: que el mundo está vivo y es un organismo complejo en sí mismo. Lovelock formuló esta teoría, que en el presente es ya una hipotesis, mientras trabajaba como consultor de la NASA, en la década de los ’60. En esa misma década, la petrolera Shell Oil lo invitó como consultor a un proyecto cuyo fin era soñar cómo sería el planeta en el año 2000; mientras que la mayoría de los expertos hablaron de vehículos alimentados por energía obtenida a través de la fusión y diferentes tecnologías futuristas, Lovelock previno que para el año 2000 el gran inconveniente sería ambiental y “estaría ya afectando su negocio”.
En una nota publicada por The Guardian, Lovelock, dice, “y 43 años después eso es lo que ha pasado”, reclamando una voz para anticiparse a lo que le sucederá a nuestro mundo. Según Decca Altkenhean, reportero de The Guardian, sus predicciones, emitidas desde un “laboratorio de un sólo hombre”, le han ganado un lugar como uno de los investigadores británicos independientes más respetados. Trabajando sólo desde que poseía 40, Lovelock inventó el detector de captura de electrones, que consintió detectar componentes tóxicos en regiones tan remotas como la Antártida y el creciente agujero en la capa de ozono (el trabajo del mexicano Mario Molina, que le llevó al premio Nobel, está inspirado en Lovelock).
En su último texto, The Revenge of Gaia, Lovelock predice que el clima extremo será la norma causando gran devastación; para el 2040 Europa se parecerá al Sahara y buena parte de Londres estará bajo el agua. Estos cálculos son más radicales que los del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (el IPCC, por sus siglas en inglés), pero no del todo lejanas a sus estimaciones.
Hubo siete desastres desde que los humanos evolucionaron parecidas a lo que está por ocurrir. Creo que estos acontecimientos siguen separando el grano de la paja. Y eventualmente sí poseeremos un humano en el mundo que entiende esto y vive de forma apropiada. Ésa es la fuente de mi optimismo.
Según Lovelock, la Tierra, como la evolución misma, no actua de una forma lineal, sino sufre discontinuidades y grandes saltos en su trayecto:
La cronica de la Tierra y de modelos climáticos simples basados en la noción de un mundo vivo y responsivo sugieren que el cambio repentino y sorpresivo es más posible que la suave curva ascendente de temperatura que predicen la mayoría de los modelos para los siguientes 90 años.
En la Hipotesis de Gaia Lovelock establece que la Tierra es un superorganismo, compuesto por una red viviente de organismos que a través de su interacción conforman el delicado equilibrio de la biósfera. En la visión de Lovelock, el mundo es un ser vivo seguramente inteligente (su inteligencia es la evolución misma), una unidad de la cual todas las formas de vida son parte, que se reproduce autorreferencialmente a través de la autopoiesis y se autorregula para mantenerse en homeostasis.
Aunque su hipotesis es usada para asegurar las creencias del new age y el “movimento verde”, Lovelock no estima en las acciones estilo “salva al mundo, dejando de usar bolsas de plástico”, o cosas por el estilo. Lovelock estima que este tipo de cosas son una invención y una delusión que nos han hecho creer para sentirnos mejor, pero no hacen una diferencia.
Es muy tarde. Tal vez si hubiéramos tomado distintos rutas en 1967, habría ayudado. Pero no tenemos tiempo. Estas cosas verdes, como el desarrollo sustentable, creo que son sólo palabras que no significan nada. Gran cantidad personas vienen a mí y me dicen que no puedo decir eso, porque hace que no tengan nada que hacer. Yo digo que al contrario, nos da una inmensa cantidad de cosas que hacer. Sólo que no del tipo de cosas que desean hacer.
Hay que decir que Lovelock es sumamente controversial y sus predicciones han sido apoyadas por el IPCC. Parece amar la polémica. No estima que la energía renovable permita alimentar a una sociedad como la nuestra. En cambio, prefiere la energía nuclear. Considera que al haber pasado un lugar crítico, el calentamiento global hará que buena parte del planeta sea inhabitable y que muera incluso 80% de los entes humanos.
¿Qué hacer ente todo esto? Lovelock dice sonriente “Disfruta la vida mientras puedas. Porque si tienes suerte quedan 20 años anteriormente de que se venga abajo”.