antigua cultura mesoamericana conocia el magnetismo y lo usaba en sus esculturasantigua cultura mesoamericana conocia el magnetismo y lo usaba en sus esculturas

Antigua cultura mesoamericana conocía el magnetismo y lo usaba en sus esculturas

Antigua cultura mesoamericana conocía el magnetismo y lo usaba en sus esculturas

La descripción más antigua encima del magnetismo fue hecha por el filósofo griego Tales de Mileto en el siglo 6 a.C., empero, actualmente evidencia circunstancial sugiere que los mesoamericanos lo conocían e incorporaban en sus construcciones demasiados siglos anteriormente.

Antigua cultura mesoamericana conocía el magnetismo y lo usaba en sus esculturas

Uno de los «barrigones» de la ancestral cultura de Monte Alto.

Por ejemplo, una barra magnetizada de aproximadamente 1400 años de antigüedad ha sido desenterrada en el sitio olmeca de San Lorenzo, en el sur de México; otra anomalía magnética en el hocico de un escultura animal en Izapa además parece haber sido incluida aposta durante su manufactura; y por último, un fuerte magnetismo ha sido medido en la superficie de un vasto asociación de esculturas conocidas como «cabezones» y «barrigones» en Monte Alto, Guatemala.

Décadas atrás (Malmström, 1997), lo que llamó la atención de los arqueólogos es que los barrigones de Monte Alto parecían tener anomalías magnéticas en iguales áreas de su cuerpo. sin embargo, este hecho permaneció solo como una sencillo anécdota y las mediciones practicadas fueron con herramientas cotidianas, sin que se hiciera una investigación científica exhaustiva de las esculturas.

Antigua cultura mesoamericana conocía el magnetismo y lo usaba en sus esculturas

Una de las cabezas colosales en el parque central de La Democracia, frente al Museo Regional de Arqueología, Guatemala.

Esto ha cambiado hace poco, cuando un asociación de expertos de Harvard, Yale y el MIT, entre diferentes instituciones, inspeccionaron las esculturas con un equipo de medición más profesional y preciso. Sus resultados, descritos en un artículo publicado en el Journal of Archaeological Science, son asombrosos: anomalías magnéticas significantes fueron descubiertas en dos regiones particulares de las esculturas, en el ombligo en los barrigones y en la sien derecha en los cabezones. Y aparentemente esto fue hecho intencionalmente por sus creadores.

«Confirmamos las observaciones previos de que las tres cabezas colosales que tienen anomalías magnéticas exhiben señales mayores sobre la sien derecha y en las áreas de las mejillas. igualmente, hallamos que las esculturas de cuerpo completo tienen una señal magnética mayor sobre sus ombligos —entre las yemas de los dedos de las manos que abrazan las partes más redondeadas del abdomen—», dice el artículo investigador.

Antigua cultura mesoamericana conocía el magnetismo y lo usaba en sus esculturas

Gran cantidad esculturas alrededor del planeta exponen los dedos de las manos apuntando hacia el ombligo. Los expertos admiten que esta postura simboliza el nacimiento o el renacimiento.

«[Los análisis estadísticos muestran que] para ambos tipo de esculturas, la ubicación de las anomalías sobre propiedades anatómicas específicas es inconsistente con una distribución aleatoria al nivel de P < 0.01», agrega.

Pero hay más, los examen de los patrones indicaron que la magnetización fue «causada por una corriente eléctrica inducida por un rayo en la superficie de la roca y previa a la manufactura de las esculturas».

conforme a los expertos, «la colocación intencional de ciertos rasgos anatómicos y las regiones pre-existentes magnetizadas» incluye que los escultores tenían conocimiento del magnetismo y que poseían alguna clase de método y/o herramienta que les permitía detectar la presencia de campos magnéticos anómalos.

Las mediciones de los campos magnéticos sobre las esculturas mostraron que «las áreas anómalas eran suficientes para desviar visiblemente la aguja de una brújula suspendida a 10 centímetros de la superficie». ¿Pero qué herramientas pudieron usar en los tiempos viejos?

Antigua cultura mesoamericana conocía el magnetismo y lo usaba en sus esculturas

Anomalías magnéticas detectadas en las esculturas de Monte Alto.

«Un pequeño número de artilugios mesoamericanos conocidos pueden plausiblemente ser usados como compases magnéticos para detectar las anomalías en las esculturas de Monte Alto, a pesar que ninguno de estos artilugios ha sido denunciado en este yacimiento. en cambio, su presencia en diferentes sitios de Mesoamérica abre la posibilidad de que la gente del Preclásico Tardío en la costa del Pacífico estuviera consciente de las propiedades de los imanes», explican los expertos.

«Más intrigante incluso, la barra rica en hematita M160 encontrada en San Lorenzo fue capaz de alinearse con los campos magnéticos terrestres con una precisión de <1°. Mencionado mecanismo hubiera indicado en seguida las ubicaciones y morfologías de las regiones magnetizadas en las obras pétreas en Monte Alto si sus ancestrales escultores lo utilizaron».

«Entre diferentes artilugios ferromagnéticos conocidos, espejos manufacturados a partir de un rango de minerales ferrosos han sido descubiertos a lo largo de Mesoamérica. En particular, espejos hechos de magnetita y hematita tal vez pudieron ser usados como imanes para indicar la dirección de los campos magnéticos. Dichos espejos han sido recuperados de varios sitios del sur de México, sugiriendo su manufactura y comercio durante la transición entre los periodos Preclásico Temprano y Medio», concluyen.

Los expertos además admiten que petroglifos en figura de rayo descubiertos en Norteamérica apuntan a que el conocimiento del magnetismo estaba extendido por gran parte del continente.

Cabe destacar, que no todas las esculturas estudiadas en la presente investigación mostraron anomalías magnéticas. Por ende, el magnetismo no constituyó la motivación primaria para elegir el material de las esculturas. En su lugar, «si una anomalía magnética era detectada en una roca pre-seleccionada, los escultores la orientaban de una figura determinada para situar la anomalía cerca de un lugar determinado».

Para concluir, los expertos confirman que sus mediciones en el asociación de esculturas de Monte Alto demuestran que el conocimiento del magnetismo ya existía en América en la segunda mitad del primer milenio anteriormente de Cristo.

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Por Sandra