Todo empezó en 1985 cuando Klaus Schreiber se obsesionó con el plan de invocar a su hija ya fallecida Karin, y pedirle una evidencia de la existencia de otra vida más allá de la muerte. Desconocemos como se le ocurrió el plan, pero Klaus colocó una videocámara doméstica frente a un televisor en blanco y negro con la antena desconectada al cual grababa de figura continuada, esperando que con la grabación obtuviera tan ansiada evidencia. Al analizar las imágenes, comprobó que en la cinta aparecían los rostros de varios familiares suyos que habían muerto.
Schereiber continuó perfeccionando este método de contactar con el otro planeta al que hoy sabemos como “psicoimagenes”, su sistema consistía en conectar varios televisores, todos ellos en blanco y negro, a cámaras de video previamente desconectadas de cualquier antena receptora. Según cuando obtenía una imagen de una especie de espiral producida por la retro-alimentación del sistema, comenzaban a formarse rostros que inclusive proporcionaban audio.
Quizás por la complejidad que los expertos han querido dotar al método, quizás porque con los modernos dispositivos no se han obtenido los resultados que se conseguían con los viejos de blanco y negro, lo cierto es que las psicoimagenes no gozan de la popularidad de sus parientes cercanos, las psicofonías.
Aun así, si estás interesado en este tipo de investigación, y dispones del material más o menos necesario, ya que varios expertos aconsejan todo un ensayo de grabación con elementos informáticos de tecnología avanzada, te dejamos varios pasos y esperamos que tengas suerte.
– Si lo que utilizamos es un televisor hay que desconectar la entrada de la antena y cualquier otra entrada de decodificador o de vídeo que pueda dar una señal a la televisión. Si utilizas un ordenador, limítate a poner un fondo de pantalla gris o negro, algo lo más comparable a una pantalla de televisor sin sintonizar.
– Conecta la salida de imagen de la cámara a la entrada AV del televisor. En el suceso de que utilicemos ordenador la salida USB a la cámara. La clave está en que lo que grabe la cámara se vea en el monitor/televisor.
– La cámara la situaremos aproximadamente a metro o metro y medio del monitor, de figura que la cámara quede más o menos en el centro de la pantalla. Preferiblemente nos ayudaremos de u n trípode para garantizar la estabilidad de la cámara.
– Se recomienda que el sitio esté únicamente iluminado por luz negra o ultravioleta.
– Desconectamos el enfoque automático de la cámara y enfocamos manualmente incluso producir un leve desenfoque, eso que los entendidos llaman desenfoque gaussiano. Tras esto comenzaremos a mover el zoom acercándolo y alejándolo del punto central del monitor.
– Jugando con el zoom tenemos que conseguir que en la pantalla comiencen a observarse unos “flameados” que normalmente serán en espiral hacia la derecha.
– Cuando hayamos conseguido el efecto de retroalimentación y exista en la pantalla un flameado o un barrido uniforme es instante de grabar.
– Al final todo es cuestión de paciencia, examinar la grabación cada minuto más o menos, y estar atentos por si aparece algún resultado.
Tengo que identificar que jamás he efectuado experimentos de psicoimagenes, y que desconozco si las nuevas tecnologías nos perjudican o nos benefician, pero este amante del enigma y humilde investigador, que escribe el artículo, hace años que llegó a la conclusión de que el enigma extraña vez se busca, normalmente te encuentra a ti, y allí donde menos te lo esperas
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